Izquierda en la crisis. Crisis en la izquierda
El triste sarcasmo de esta crisis, achacable al neoliberalismo y la desmedida ambici¨®n financiera, es que pareci¨® que conducir¨ªa a una "refundaci¨®n del capitalismo" y en lo que ha acabado es en una profundizaci¨®n de sus peores caracter¨ªsticas. ?C¨®mo se llega a esto? ?C¨®mo es que la socialdemocracia, en vez de alzarse con el santo y la limosna al romperse el espejismo neoliberal, acaba pagando la factura y es la derecha la que triunfa?
La respuesta es que la socialdemocracia, impulsora del mejor modelo social del mundo, sucumbi¨® tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn a los cantos de sirena de la desregulaci¨®n, la econom¨ªa de casino y el ladrillo y acab¨® haci¨¦ndose corresponsable del desastre.
"La socialdemocracia sucumbi¨® a los cantos de sirena de la desregulaci¨®n y a la econom¨ªa de casino"
En el dilema de defender un modelo que parec¨ªa superado o apuntarse al nuevo mantra del enriquecimiento r¨¢pido, no alcanz¨® a desarrollar un discurso propio con un horizonte de emancipaci¨®n. Permiti¨® que otros relatos enmarcaran su acci¨®n pol¨ªtica, con la consiguiente p¨¦rdida de identidad. Y en eso lleg¨® la mayor crisis desde la segunda guerra. A la hora de diagnosticar y hacerle frente, la socialdemocracia, con sus connivencias anteriores, ten¨ªa pocas opciones.
Cuando empez¨® pensamos que la prioridad era evitar la recesi¨®n mediante pol¨ªticas keynesianas. Lo que la derecha llam¨® "par¨¢lisis de Zapatero", es lo que se hac¨ªa en todas partes: aumentar el gasto p¨²blico con el Plan E o la cobertura del desempleo. La promesa era "salir todos juntos de la crisis". Luego, cuando esta se convirti¨® en algo m¨¢s que un tropez¨®n financiero, el control de gasto pas¨® a primer plano y la deuda marc¨® los l¨ªmites de la acci¨®n de gobierno. Las reformas exigidas por el mercado no pod¨ªan ya presentarse como protecci¨®n de quienes no ten¨ªan culpa de la crisis y el Gobierno socialista se qued¨® sin discurso.
No se trata de predicar una resistencia suicida a reconocer la naturaleza de la crisis. Ni de censurar los ajustes, impuestos no tanto por Europa como por un mercado que no hab¨ªamos sabido/querido sujetar. Pretender, a las puertas de la quiebra, aplicar pol¨ªticas alternativas para las que no ten¨ªamos la teor¨ªa ni las condiciones pol¨ªticas necesarias, es una fantas¨ªa voluntarista. Nunca es verdad que "no haya otra pol¨ªtica posible", lo que ocurre es que solo tienes las opciones que t¨² mismo te has preparado y, a veces, ni siquiera ¨¦stas.
La falsa prosperidad encerraba las causas de la crisis y tambi¨¦n las de nuestra falta de respuesta. El caso espa?ol es paradigm¨¢tico: la burbuja inmobiliaria empieza cuando Aznar decreta urbanizable todo el territorio y reduce la cesi¨®n obligatoria de suelo a los Ayuntamientos. Esto, m¨¢s las ayudas fiscales a la compra de vivienda y los bajos tipos de inter¨¦s con que los bancos hipotecaron a los ciudadanos, dispar¨® la barbarie urban¨ªstica y abri¨® las compuertas de la corrupci¨®n. Mientras los precios sub¨ªan, nadie vio el peligro. El Gobierno Zapatero intent¨® controlar la burbuja suprimiendo el "todo urbanizable", retomando la lucha contra la corrupci¨®n que Aznar hab¨ªa suspendido y encargando a la ministra Trujillo una pol¨ªtica de vivienda que mereci¨® el desprecio de la oposici¨®n. Pero esa t¨ªmida pol¨ªtica no logr¨® desactivar la bomba a tiempo. La culpa es de los sustanciosos ingresos que proporcionaba a los Ayuntamientos y al propio Estado, que sirvieron para la Dependencia, las pensiones y la cobertura del paro. Visto con perspectiva, m¨¢s nos habr¨ªa valido atajar aquel desm¨¢n y no valernos de ¨¦l para coquetear con la idea de que la izquierda tambi¨¦n puede bajar impuestos. Son las cosas que nos desarmaron ideol¨®gicamente ante lo que se avecinaba.
Costar¨¢ mucho recomponer la teor¨ªa y el relato, pero no hay tiempo que perder. La lecci¨®n de la crisis es doble: habr¨¢ que salir de ella minimizando da?os, pero habr¨ªa que ir ya implementando pol¨ªticas sociales que permitan retomar el macrodiscurso de la igualdad, sin el cual la socialdemocracia no es nada. Habr¨ªa que empezar por revisar todo el proceso, enmendar nuestro desconcierto y buscar de nuevo un horizonte que tire de nosotros. Frustrada la refundaci¨®n del capitalismo, no queda otra que pensar en la refundaci¨®n de la izquierda.
Tambi¨¦n firman este art¨ªculo Marina Calatayud, Jos¨¦ Ignacio Pastor, Nuria Esp¨ª y 19 militantes m¨¢s del PSPV-PSOE del colectivo Volem i Podem.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.