Parados
Es transparente que las nuevas cifras sobre el personal que ya no tiene que madrugar ni maldecir a los jefes ni angustiar a las personas m¨¢s cercanas repiti¨¦ndoles incansablemente que el trabajo le est¨¢ matando, constituye una falacia. Excepto el PP y su estrat¨¦gica amortizaci¨®n del apocalipsis en el que viven cinco millones de parados (Aznar y sus huestes llegar¨ªan al orgasmo si aumentara a diez), nadie puede creer que haya tantas personas bordeando o inmersas en la desesperaci¨®n, en la certidumbre de que cuando se acaben los ahorros llegar¨¢ el hambre. Si eso fuera cierto, lo normal ser¨ªa que dedicaran toda su imaginaci¨®n y su coraje a atracar bancos, quemar el Parlamento, dar el palo en la calle a todos lo que tenemos mediana pinta de instalados. Se la sudar¨ªa la azulada boda de un rubito y una morena, sus luminosos invitados, el destino, no ya de la monarqu¨ªa inglesa, sino de todos los elegidos por el cielo para vivir como dioses a perpetuidad en la tierra, las pamelas y el boato, actuar como embobados mirones en una fiesta en la que no se les ha perdido nada.
Tampoco provocar¨ªa su enamorado insomnio un siniestro agitador de masas en exclusivo beneficio propio llamado Mourinho, empe?ado, adem¨¢s de ejercer ancestral y mod¨¦licamente el leg¨ªtimo mercenariado, en labores tan espirituales como devolver el alma y el orgullo a su acorralado Real Madrid, siempre perseguido por el poder. De acuerdo en que el pueblo necesita opio, pero solo a condici¨®n de que tambi¨¦n le permitan ganarse el pan.
Si normalmente hacer zapping supone un ejercicio masoquista o resignarse ante la desolaci¨®n, la jornada del viernes es tan monotem¨¢tica como enloquecedora. No solo en la televisi¨®n, sino tambi¨¦n en la radio y en la mayor¨ªa de los peri¨®dicos. O si escuchas el fatigoso murmullo de la calle. Imagino que Internet, ese para¨ªso en el que al parecer encuentras todos los modelos de sabidur¨ªa y de entretenimiento, igualmente ha dedicado su exclusivo amor a la boda de los principitos. No est¨¢ claro que Robinson Crusoe fuera tan infeliz en su isla.
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