Un planeta para viejos
Las proyecciones que la ONU elabora peri¨®dicamente sobre la poblaci¨®n del planeta tienen la virtud de resultar exageradas por definici¨®n. Aquella bomba demogr¨¢fica que tantas pesadillas gener¨® en la d¨¦cada de los sesenta del siglo pasado para el fin del milenio no se produjo. Tampoco acertaron una d¨¦cada despu¨¦s, cuando predijeron para estos d¨ªas que estar¨ªamos alcanzando los 8.000 millones de habitantes. Ni siquiera hemos superado la barrera de los 7.000, algo que se producir¨¢, previsiblemente, durante el segundo semestre de este a?o. Todo ello demuestra la dificultad de prever el comportamiento humano, especialmente en lo que se refiere a decisiones tan personales como la de tener un hijo, dos o siete. Nadie esperaba hace 50 a?os que las parejas de todo el mundo, incluidas las de los pa¨ªses menos desarrollados, accedieran tan r¨¢pido al control de la natalidad, lo que oblig¨® a los t¨¦cnicos del Fondo para la Poblaci¨®n de la ONU a revisar una y otra vez sus proyecciones. La ¨²ltima, conocida esta semana, dice que en 2050 seremos 9.306 millones de seres humanos en el mundo y que casi 4 de cada 10 ser¨¢n asi¨¢ticos.
Puede que esta vez acierten y que los temidos problemas de abastecimiento, siempre tan mal repartido, se acrecienten. En lo que nunca se equivocan estos expertos es en se?alar que cada vez habr¨¢ m¨¢s viejos, lo que no depende del caprichoso comportamiento humano, sino de los avances de la ciencia y del inexorable paso del tiempo. Es, en fin, una proyecci¨®n m¨¢s sencilla que dibuja una pir¨¢mide de poblaci¨®n que sigue perdiendo sus tradicionales contornos y se convierte en un monolito tan ancho por arriba como por abajo. En 2050, los mayores de 60 a?os ser¨¢n el 22% de la poblaci¨®n; es decir, uno de cada cinco, una proporci¨®n ligeramente superior a la de personas menores de 14 a?os.
China, el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo, es el que empieza a tener el m¨¢s acuciante problema a este respecto despu¨¦s de varias d¨¦cadas de pol¨ªtica del hijo ¨²nico. Otro pa¨ªs que registra proporciones similares es Espa?a, un lugar en el que no han hecho falta leyes de contenci¨®n. La ausencia de apoyo estatal, de guarder¨ªas y de empleo han hecho todo el trabajo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.