Bin Laden orden¨® volver a atacar EE UU
El l¨ªder de Al Qaeda quer¨ªa repetir el impacto de los atentados del 11-S y desde?aba actuar en pa¨ªses remotos, seg¨²n los documentos obtenidos en su casa de Pakist¨¢n
Obama bin Laden defendi¨® hasta el ¨²ltimo d¨ªa que los ataques de Al Qaeda deb¨ªan centrarse en Estados Unidos y los pa¨ªses occidentales, con la intenci¨®n de repetir en la medida de lo posible el impacto y la espectacularidad de los atentados del 11 de septiembre, seg¨²n se desprende del an¨¢lisis que los investigadores norteamericanos est¨¢n haciendo del material obtenido en la residencia de Abbottabad (Pakist¨¢n), en la que fue abatido el famoso terrorista.
Bin Laden estaba personalmente involucrado en una discusi¨®n con otros dirigentes de Al Qaeda para conseguir que la organizaci¨®n no se dispersase en acciones sencillas en lugares remotos, como Yemen, Somalia o Argelia, que no consiguen gran repercusi¨®n, sino que concentrase sus esfuerzos en llevar la guerra al mismo Estados Unidos, buscando tambi¨¦n la colaboraci¨®n de algunos grupos de este pa¨ªs, especialmente entre los hispanos y los afroamericanos, a los que supone discriminados.
El terrorista insist¨ªa en intentar reclutar a afroamericanos y latinos en EE UU
El relajamiento de Bin Laden en su refugio sugiere que se sent¨ªa protegido
"Hagamos a Am¨¦rica m¨¢s d¨¦bil, usemos a latinos y afroamericanos, a la gente que est¨¢ oprimida en EE UU", afirma Bin Laden en una de sus anotaciones, seg¨²n la versi¨®n obtenida por el diario The Washington Post de algunos de los especialistas de la CIA que est¨¢n analizando los cuadernos de notas manuscritas, ordenadores y m¨¢s de un centenar de dispositivos electr¨®nicos de almacenaje de informaci¨®n encontrados en la casa de Pakist¨¢n.
Esa documentaci¨®n, hasta ahora, no ha aportado pistas claras para perseguir a Al Qaeda o a sus dirigentes en distintas partes del mundo. Por el momento est¨¢ resultando m¨¢s ¨²til para conocer el estilo de liderazgo de Bin Laden y su influencia dentro de la organizaci¨®n que cre¨® con voluntad de promover una yihad internacional. Se ha podido comprobar, por ejemplo, que despu¨¦s de cinco a?os en Abbottabad la vida de Bin Laden se hab¨ªa hecho bastante rutinaria y aburrida. Uno de los analistas incluso describe al ¨²ltimo Bin Laden como un personaje "vago y complaciente" a quien no se le apreciaban deseos de una implicaci¨®n m¨¢s directa y comprometida en la lucha que promov¨ªa.
Pasaba los d¨ªas escribiendo y dando paseos por el porche de la casa. Los agentes de la CIA que le observaban desde una base pr¨®xima lo denominaban the pacer (el que camina, el que marca el paso). Aparentemente, solo manten¨ªa contacto directo con los m¨¢s altos dirigentes de Al Qaeda, entre ellos el n¨²mero dos, Ayman al Zawahiri, y el n¨²mero tres, Atiyah Abdelrahman, aunque no est¨¢ claro si conoc¨ªa el paradero exacto de ellos.
El material confiscado corrobora, a juicio de los analistas, la sospecha de los servicios de seguridad norteamericanos de que la organizaci¨®n m¨¢s poderosa de la red terrorista es Al Qaeda en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, el grupo que tiene su base en Yemen y que en los ¨²ltimos a?os ha cometido los atentados m¨¢s importantes contra Estados Unidos. Ese grupo fue el que adiestr¨® al nigeriano que intent¨® volar un avi¨®n de pasajeros norteamericano en la Navidad de 2009.
Pese a que esa rama de Al Qaeda parece ser la que mejor cumple con la voluntad de Bin Laden de llevar la guerra hasta Estados Unidos, no se han detectado a¨²n pruebas de contactos directos entre el l¨ªder desaparecido y el supuesto dirigente de la secci¨®n en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, el cl¨¦rigo norteamericano de nacimiento Anwar al Aulaqi, uno de los nombres que han sido mencionados como posible sustituto de Bin Laden. A medida que se avanza en el estudio de la documentaci¨®n encontrada, se comprueba que Bin Laden no era ¨²nicamente una figura de referencia, un simple icono con el que expandir la yihad. Pero tampoco parece directamente envuelto en acciones concretas, fuera de esa sugerencia vaga sobre el sabotaje de trenes en Estados Unidos en el d¨¦cimo aniversario del 11-S.
Su papel parec¨ªa ser el del dise?ador de la gran estrategia, de los conceptos esenciales para la direcci¨®n de la acci¨®n terrorista. Eso explica su insistencia en que los soldados de la yihad no se desgasten en ataques en Pakist¨¢n y Afganist¨¢n, donde ya apenas consiguen atenci¨®n p¨²blica, sino que trabajen en algo may¨²sculo en una fecha tan se?alada como la que sugiere en el atentado contra los trenes.
Parece obvio que Bin Laden estaba obsesionado con la posibilidad de repetir un golpe de las caracter¨ªsticas del de 2001. En los v¨ªdeos hechos p¨²blicos hasta ahora, se le ve observando sus momentos de gloria como el actor acabado que contempla sus mejores pel¨ªculas. El aislamiento en el que aparentemente viv¨ªa en Pakist¨¢n contribu¨ªa probablemente a esa sensaci¨®n de nostalgia por el pasado y de cierta desidia sobre el presente.
El relajamiento, por decirlo as¨ª, de Bin Laden seguramente tambi¨¦n obedece en parte a su confianza de que viv¨ªa en un lugar seguro, quiz¨¢ pensando que estaba bajo protecci¨®n del Ej¨¦rcito paquistan¨ª. Un dirigente terrorista que vive en la clandestinidad en una cueva dif¨ªcilmente puede bajar la guardia o entregarse a la rutina. Que Bin Laden lo hiciera es indicativo de su fe en quienes le proteg¨ªan.
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