?En qu¨¦ gastan los Ayuntamientos?

?A qu¨¦ destinan su presupuesto los Ayuntamientos? ?Cu¨¢les son las principales partidas? Casi la mitad del gasto municipal se lo lleva el cap¨ªtulo denominado "producci¨®n de bienes p¨²blicos de car¨¢cter social": esto es, sanidad, cultura, educaci¨®n, saneamiento, transporte, cultura y, sobre todo, las pol¨ªticas de vivienda y urbanismo. "El urbanismo es la funci¨®n estrella de los Ayuntamientos", indica la profesora de Econom¨ªa Pol¨ªtica y Hacienda P¨²blica de la Universidad de Barcelona (UB), Maite Vilalta. Le siguen la cultura, la recogida de basura, la educaci¨®n, determinadas partidas de bienestar comunitario y el saneamiento y abastecimiento del agua (v¨¦ase cuadro adjunto).

Vilalta apunta varias cuestiones para entender el gasto de los Ayuntamientos. Una de ellas es que la realidad del municipalismo, tanto en Catalu?a (947 Ayuntamientos) como en Espa?a, es muy atomizada, con municipios muy peque?os y poco peso de las entidades supramunicipales. Esto complica sus n¨²meros. Incluso la Carta Municipal Europea alerta de que el tama?o de los municipios espa?oles es demasiado peque?o, "con el 85% por debajo de los 5.000 habitantes", recuerda la experta.

Los municipios destinan el 26,8% del los ingresos a gastos no obligatorios

A la atomizaci¨®n debe sumarse, dice Vilalta, el constante goteo de nuevas leyes del Estado o las Autonom¨ªas que cargan de nuevas responsabilidades a los Ayuntamientos, y el hecho de que estos destinan el 26,8% de su presupuesto a gastos no obligatorios, aunque en algunos casos no est¨¢n legalmente obligados a ello. Claro ejemplo es el de las guarder¨ªas, asumidas en Catalu?a por los Ayuntamientos pese a ser una etapa escolar no obligatoria. Otros ejemplos pueden ser la atenci¨®n a poblaci¨®n inmigrante o, hoy d¨ªa, a las v¨ªctimas de la crisis en cuestiones tan perentorias como la alimentaci¨®n. ?Por qu¨¦ lo hacen? "Los alcaldes no pueden mirar a otro lado", responde Vilalta.

Apoyan sus palabras los ediles y responsables del cap¨ªtulo econ¨®mico de las dos grandes entidades municipalistas, la Federaci¨®n y la Asociaci¨®n de Municipios de Catalu?a. El alcalde de Reus y vicepresidente econ¨®mico de la Federaci¨®n, Llu¨ªs Miquel P¨¦rez, en referencia a las escoles bressol, es claro: "No, no es obligatorio, pero es fundamental para la conciliaci¨®n de los ciudadanos". Su hom¨®logo en la Asociaci¨®n de Municipios, el concejal de Tortosa y tambi¨¦n profesor de Haciendas Locales de la Universidad de Barcelona (UB), Ferran Bel, se?ala otro ejemplo de gasto no obligatorio pero obligado: el transporte p¨²blico en municipios como el suyo, que est¨¢ lejos de los 500.000 habitantes que fija la ley. "Nos cuesta 250.000 euros al a?o y es una competencia impropia, ?pero alguien se imagina que no los gast¨¢ramos?", inquiere. "Los Ayuntamientos somos la Administraci¨®n m¨¢s pr¨®xima, la que capta las demandas ciudadanas y aunque la ley diga que no nos tocan seg¨²n qu¨¦ cosas es impensable que hoy, en el siglo XXI, una ciudad como Tortosa no tenga transporte p¨²blico. El gran problema", prosigue Bel, "es que en muchos Ayuntamientos peque?os hay servicios que no los presta nadie, como las bibliotecas". Otro cap¨ªtulo es el "gasto inducido", "el que la legislaci¨®n te obliga a hacer aunque no quieras, como recoger y no sacrificar animales de la calle, como fija la Ley de Protecci¨®n de los Animales".

P¨¦rez reconoce que "947 Ayuntamientos son insostenibles y habr¨ªa que incentivar la mancomunaci¨®n de servicios". Por ejemplo, en los consejos comarcales: "A veces tienen un papel m¨¢s pol¨ªtico y obstaculizador que de colaboraci¨®n con los Ayuntamientos, las comarcas son o demasiado grandes o demasiado peque?as", afirma y celebra iniciativas "de agregaci¨®n entre municipios en servicios b¨¢sicos". Es el caso del Consorcio por la Gesti¨®n Integral del Agua de Catalu?a, que cuenta con 600.000 clientes de 220 municipios, entre los que figuran desde Matar¨® hasta Manresa pasando por Vilafranca, Vilanova y Reus.

Ante la avalancha de facturas -que adem¨¢s es paralela a la ca¨ªda de ingresos, pero ese es otro cap¨ªtulo- a los alcaldes no les queda otra que poner la imaginaci¨®n al poder. P¨¦rez apuesta por optimizar la gesti¨®n incorporando criterios de gesti¨®n empresarial a la Administraci¨®n, por "fortalecer lo p¨²blico" y exprimir nuevas v¨ªas, como "la explotaci¨®n del patrimonio". Una posibilidad, dice, es que "los Ayuntamientos no se vendan el 10% de los aprovechamientos urban¨ªsticos, los pongan a disposici¨®n de un tercero y que este pague una renta".

Mientras, los alcaldes esperan que se apruebe la reforma de la Ley de Financiaci¨®n Local, pensada en la Transici¨®n, cuando la realidad de los municipios nada ten¨ªa que ver con la actual.