En campa?a
A¨²n sin entender muy bien el eslogan que clama por una "Democracia real", comprendo en gran medida el anhelo y la leg¨ªtima rabia que ha empujado a 20.000 personas a la calle, en su mayor¨ªa j¨®venes, que se encuentran con que ese buen futuro que les esperaba se ha tornado incierto. Si digo que no acabo de entender la frase de pancarta que preside este reci¨¦n iniciado movimiento es porque, siendo a mi entender la democracia el mejor de los sistemas posibles, no es en absoluto perfecto; se podr¨ªa decir, eso s¨ª, que es el sistema que contiene las culpas m¨¢s repartidas, y que ha de estar continuamente saneando infecciones que aparecen aqu¨ª o all¨¢, del m¨¢s peque?o pueblo a alguna de las grandes ciudades. En esta campa?a se hablar¨¢ poco de infecciones. ?Por qu¨¦? Porque todos los partidos, en mayor o menos porcentaje, las han padecido.
Mejor pasar de puntillas por encima de la corrupci¨®n, la lacra de Ayuntamientos y Comunidades, que abrir la veda de las acusaciones y que acabemos todos escaldados. Mejor hablar de ETA, de Bildu, de la tele p¨²blica, de salvar Espa?a o entrar en el terreno de los insultos personales. Uno de nuestros expresidentes, investido siempre de una gran dosis de soberbia, calific¨® a Zapatero de ignorante supino. ?Ay, ay, ay, qu¨¦ poco sabio resulta que un ex presuma de inteligencia! ?Con tantas razones a sus espaldas por las que deber¨ªa callarse! Por su parte, Rajoy, en respuesta a este movimiento ciudadano cr¨ªtico, sobre todo, con la clase pol¨ªtica, ha declarado que lo f¨¢cil es descalificar a los pol¨ªticos. ?Ja! No es que sea f¨¢cil, es que nos dan la tarea hecha: basta con reproducir lo que est¨¢n diciendo estos d¨ªas unos sobre otros. Ser¨ªa interesante que para una pr¨®xima manifestaci¨®n los creadores de consignas hicieran acopio de los insultos que la clase pol¨ªtica se dedica a s¨ª misma en campa?a. Una mina.
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