Sarkozy: "Que Gadafi se vaya y luego ya veremos ad¨®nde"

Nicolas Sarkozy entr¨® sonriente ayer en una sala de prensa a rebosar e inform¨® en siete minutos de los temas tratados en la primera jornada del G-8, celebrada ayer en la ciudad balnearia de Deauville, bajo la presidencia francesa: "Hemos hablado de Libia, de Egipto, de T¨²nez, de c¨®mo reducir los desequilibrios econ¨®micos mundiales, de la marcha a la que se reconstruye Jap¨®n, de la seguridad en la energ¨ªa nuclear y de su futura reglamentaci¨®n, de Chern¨®bil y de qu¨¦ normas deben regir Internet?". Luego, algo m¨¢s despacio, precis¨® algunos de estos asuntos, sobre todo el de Libia: "Los que estamos sobre el terreno podemos decir que la oposici¨®n a Gadafi avanza. Y a Gadafi hay que decirle que se vaya, que deje el poder ya, ya veremos luego d¨®nde, en qu¨¦ direcci¨®n, con qu¨¦ billete o en qu¨¦ avi¨®n, si se va al exilio o no. Ese no es nuestro problema".

El presidente conf¨ªa en poder remontar en los sondeos este a?o

Sarkozy, a¨²n hundido en los sondeos, presidente de turno del G-8 y del G-20, conf¨ªa en este a?o de anfitri¨®n y protagonista de grandes citas internacionales para remontar o, al menos, sacudirse cierta pelambre dom¨¦stica y ganar altura presidencial de cara a las elecciones del a?o que viene. Juega, adem¨¢s, con una baza inesperada: la detenci¨®n en Nueva York de Dominique Strauss-Kahn, el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional, acusado de intento de violaci¨®n y quien hace dos semanas, cuando a¨²n era el socialista franc¨¦s con m¨¢s posibilidades de desbancar a Sarkozy en la presidencia de la Rep¨²blica, ten¨ªa previsto venir, como presidente del FMI, a Deauville. La prensa francesa especulaba desde mucho antes de su detenci¨®n con el encuentro de los dos pol¨ªticos franceses de mayor estatura internacional, posibles rivales en las elecciones de 2012, flanqueados por los otros l¨ªderes del mundo. Pero la mete¨®rica carbonizaci¨®n pol¨ªtica de DSK ha dejado solo a Sarkozy en el centro del foco. Y ayer lo aprovech¨® recibiendo a los m¨¢s poderosos del mundo con una sonrisa en la boca, acompa?ado de su mujer, Carla Bruni, embarazada del primer hijo de ambos.

Sarkozy sigue sin referirse a lo que en Francia se denomina ya el caso DSK. Su estrategia —extendida a todo el Gobierno franc¨¦s— consiste en guardar silencio, alejarse de la tormenta del Partido Socialista franc¨¦s, que se ha quedado descabezado de manera traum¨¢tica, y proseguir su agenda como si nada hubiera pasado.

Ayer, con todo, desliz¨® una frase con cierta maldad, que se pod¨ªa entender como una pulla hacia el pol¨ªtico que hasta hace diez d¨ªas le hac¨ªa sombra en este tipo de cumbres. A la pregunta de un periodista de si la candidata francesa para sustituir a DSK al frente del FMI, Christine Lagarde, no encierra riesgos debido a que hay una demanda contra ella en un juzgado por abuso de autoridad, Sarkozy respondi¨®: "La ventaja de Lagarde es que tiene una personalidad previsible".

Mientras, la hermosa ciudad normanda de Deauville, famosa por sus viejos casinos y sus playas, se encuentra tomada por un ej¨¦rcito de 12.000 polic¨ªas apostados en las esquinas y en los cruces de carreteras, ayudados por una treintena de helic¨®pteros y una bater¨ªa antimisiles, entre otras medidas de seguridad. Hay, adem¨¢s, 7.000 personas movilizadas para que la reuni¨®n en la cumbre de estos ocho presidentes se desarrolle como est¨¢ previsto.