La integridad del artista
A pesar de que Benvenuto Cellini se aplic¨® en escribir un tratado sobre escultura en el Renacimiento, no es frecuente que los escultores hayan dedicado mucho tiempo a reflexionar por escrito sobre el sentido de su trabajo, de ah¨ª la imagen que de ellos ofrece Leonardo da Vinci como sujetos taciturnos que trabajan aplicando la fuerza de sus brazos. Sin embargo, por diferentes motivos, Richard Serra ha sentido la necesidad y la obligaci¨®n de tomar la pluma y la palabra para explicar algunos aspectos relacionados con su trabajo de escultor y con su posici¨®n en el mundo. Estas palabras escritas por ¨¦l o pronunciadas al hilo de entrevistas y conversaciones, que luego han sido publicadas, cobraron particular inter¨¦s cuando el 25 de octubre de 1989 el artista ley¨® un texto suyo en el Des Moines Art Center contra la censura art¨ªstica en Estados Unidos. Entonces (1990) la editorial Benteli de Berna recopil¨® los escritos y entrevistas de Serra haciendo con ellos un libro. Ahora, la C¨¢tedra Jorge Oteiza de la Universidad P¨²blica de Navarra edita en espa?ol aquellos textos y otros tantos m¨¢s -casi el doble- que han surgido hasta 2008.
Escritos y entrevistas 1972-2008
Richard Serra
Universidad P¨²blica de Navarra Pamplona, 2011
544 p¨¢ginas. 48 euros
En total, el libro recoge un conjunto de 57 textos, de los que m¨¢s de la mitad son entrevistas y conversaciones. El inter¨¦s del conjunto resulta innegable, no solo por la personalidad del artista sino por sus agudas opiniones, por las descripciones de su trabajo y por la expresi¨®n de sus afectos, manifestados al recordar diversos periodos de su vida. Ciertamente, Serra explica aqu¨ª sus intereses, su obra y sus ideas, pero las pone en el contexto de su historia personal, de su formaci¨®n, de sus amistades e influencias, recordando y glosando a otros personajes, como Jorge Oteiza, Donald Judd, Dick Bellamy, Leo Castelli o Steve Reich. A trav¨¦s del libro se nos muestra un Serra que se interesa por el dibujo y por la m¨²sica, que opina y polemiza, que se apasiona y, sobre todo, que no se doblega, que entiende y defiende la integridad ¨¦tica del artista y que lleva sus ideas hasta los extremos m¨¢s radicales.
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