Retroceso nuclear
Angela Merkel se aferra al apag¨®n at¨®mico para no enajenarse a la opini¨®n antinuclear
El gobierno alem¨¢n considera que no podr¨¢ resistir la presi¨®n de la opini¨®n p¨²blica alemana despu¨¦s del grav¨ªsimo accidente en Fukushima y cerrar¨¢ las centrales nucleares antes de 2022. Se trata, fundamentalmente, de una decisi¨®n pol¨ªtica, que demuestra las enormes dudas de Berl¨ªn sobre este tipo de energ¨ªa y confirma la debilidad del Gabinete de Angela Merkel, dispuesto a entregar parcelas de decisi¨®n a cambio de votos aun a costa de castigar al socio liberal en su Ejecutivo, m¨¢s proclive a la energ¨ªa at¨®mica. Las posiciones de la canciller sobre el tema se han caracterizado por su volubilidad. En contra del programa socialdem¨®crata, que preve¨ªa el apag¨®n nuclear, decidi¨® en 2010 ampliar la vida ¨²til de las centrales en 12 a?os; pero el accidente japon¨¦s le ha obligado a volver sobre sus pasos y recuperar la desconexi¨®n nuclear en el pr¨®ximo decenio.
La decisi¨®n alemana es una sorpresa relativa, pero no es ni consistente ni consecuente. Fukushima ha encarecido cualquier proyecto de producci¨®n at¨®mica; los inversores privados no estar¨¢n en condiciones de financiar nuevas plantas durante los pr¨®ximos a?os. Pero este no es el motivo del cierre. Si Merkel entiende que la energ¨ªa nuclear es un riesgo potencial grave para los ciudadanos, incurre en una clara contradicci¨®n al decidir la clausura en un plazo tan dilatado. Deber¨ªa hacerlo antes, como en el caso de las centrales m¨¢s antiguas del pa¨ªs.
El problema se desplaza ahora a los programas energ¨¦ticos y al coste de la producci¨®n el¨¦ctrica. Si Alemania pretende ser coherente en la lucha contra la emisi¨®n de CO2 (la Agencia Internacional de la Energ¨ªa confirma que la crisis econ¨®mica no ha reducido las emisiones), deber¨ªa sustituir la producci¨®n nuclear por renovable. Pero la electricidad renovable es m¨¢s cara y requerir¨¢ de una producci¨®n cl¨¢sica de apoyo (para cuando no sople el viento o no brille el sol). Las exigencias de seguridad tras Fukushima implican que la electricidad nuclear ser¨¢ tan cara o m¨¢s que la generada en ciclos combinados, pero todav¨ªa m¨¢s barata que la renovable.
El apag¨®n alem¨¢n tendr¨¢ un efecto arrastre, pero es poco probable que modifique las decisiones de inversi¨®n en Francia o EE UU, que disponen de tecnolog¨ªa propia. Tampoco es evidente que pa¨ªses con ambiciosos programas nucleares (aunque ahora en moratoria) como China vayan a renunciar a ellos.
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