"No he le¨ªdo la biograf¨ªa de Franco"
La semana de lluvia y granizo sobre la Real Academia de la Historia y su Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol -una obra de referencia de 50 vol¨²menes y 43.000 entradas objeto de dur¨ªsimas cr¨ªticas- desemboca en el despacho de Gonzalo Anes y ?lvarez de Castrill¨®n (Trelles, Oviedo, 1934). Cansado y molesto con la prensa, el director de la RAH sigue defendiendo no solo el diccionario, sino a algunos autores pol¨¦micos, como el medievalista Luis Su¨¢rez, que evita llamar dictador a Franco en su biograf¨ªa. Las ¨²ltimas entradas que han levantado polvareda han sido la de Rita Barber¨¢, escrita por uno de sus asesores, o la del general Alfonso Armada, redactada por su yerno. La entrevista se realiz¨® horas antes de que el pleno aprobara por unanimidad que para la edici¨®n digital del Diccionario "se cree una comisi¨®n permanente con objeto de fijar los procedimientos de mejora y revisi¨®n", y que los cambios en papel se realizar¨¢n "con la mayor celeridad posible".
"Si quisiera hacer de juez, esta obra no se hubiera publicado nunca"
"Yo aprecio mucho a don Luis Su¨¢rez porque lo conozco como historiador"
"?Que si Franco fue un dictador? Hubo varias ¨¦pocas y varios 'francos"
"La Academia es una instituci¨®n muy conservadora en sus ritos"
Pregunta. ?Se ha planteado dimitir como director de la RAH?
Respuesta. No. En ning¨²n momento.
P. ?No le han afectado las numerosas reacciones contra el papel jugado por la Academia en el Diccionario Biogr¨¢fico Espa?ol?
R. No, no me afectan nada.
P. Como director de la obra, ?cu¨¢l es responsabilidad?
R. Mi responsabilidad fue organizar el Diccionario. Y lo hice a trav¨¦s de unas comisiones de acad¨¦micos. Yo no estuve al tanto de a qui¨¦nes se les hab¨ªan encargado las biograf¨ªas. No puedo tener el control de 43.000 entradas.
P. Es obvio, pero quiz¨¢ s¨ª pod¨ªa haberse interesado por las que requer¨ªan mayor imparcialidad...
R. Lo que me tranquiliza es que en cada tomo de la Academia pone que las biograf¨ªas son propiedad de los bi¨®grafos y que la Academia, aunque no estuviera conforme con el contenido, no quiso modificar ninguna por creer que pertenec¨ªa a su autor.
P. Si dieron normas estrictas sobre la necesidad de objetividad y de abstenerse de dar opiniones, y quedando claro que no se han respetado en algunos textos, ?por qu¨¦ no se corrigieron?
R. Porque para eso hab¨ªa que leer todos los textos.
P. ?Y no se leyeron?
R. S¨ª, se leyeron por el equipo de documentalistas que ten¨ªan la misi¨®n de uniformar los tipos de imprenta y corregir las erratas.
P. Honestamente, ?cree que Luis Su¨¢rez era la persona m¨¢s id¨®nea para escribir sobre Franco o Escriv¨¢ de Balaguer, con su simpat¨ªa por ambos personajes?
R. Yo aprecio mucho a don Luis Su¨¢rez. Conozco su historial, variado e importante, conozco su actitud liberal durante toda su vida y los resultados de esa actitud en la ¨¦poca de Franco.
P. ?Cree que su entrada sobre Franco es rigurosa y objetiva?
R. No quiero hacer de juez.
P. Pero...
R. Porque si quisiera hacer de juez, el Diccionario no se hubiera publicado nunca. Si los miembros de las comisiones y los bi¨®grafos se hubieran erigido en revisores de los textos, no se hubiera publicado jam¨¢s. La burocracia lo habr¨ªa hecho imposible.
P. As¨ª se hizo el Diccionario de Oxford...
R. El de Oxford existe desde el XIX y fue ampliado con biograf¨ªas adicionales estos ¨²ltimos a?os.
P. Y cuyos textos se someten a varios procesos de revisi¨®n.
R. S¨ª, y el diccionario italiano, que no s¨¦ si se somete a esos procedimientos, empez¨® en el a?o 60 y est¨¢ en la letra eme...
P. ?No cree que, al menos con los textos m¨¢s delicados, tendr¨ªa que haber habido m¨¢s control?
R. Posiblemente s¨ª, pero no se hizo, y punto.
P. Podemos decir que han sacrificado el rigor por la celeridad.
R. No, el rigor no, porque hemos elegido a buenos bi¨®grafos. Y cada uno es responsable de sus actos. La Academia siempre ha tenido una actitud liberal y confiada en las capacidades de la gente, independientemente de su signo pol¨ªtico. Y punto.
P. Pero parece claro que el resultado se ha vuelto contra la Real Academia de la Historia.
R. No. Usted lee las biograf¨ªas de Oxford y tambi¨¦n hay discrepancias. Y no se diga del italiano.
P. Dice usted que eligieron a buenos bi¨®grafos y que...
R. A los mejores.
P. Ya, pero parece que algunos no han sido los m¨¢s oportunos.
R. Mire usted, si mi criterio hubiera prevalecido, no se habr¨ªa hecho la edici¨®n en papel, se habr¨ªa hecho solo la digital.
P. Resulta ins¨®lito escucharle decir que "la Academia no se responsabiliza de los textos". Pues ?qui¨¦n se responsabiliza?
R. Me refer¨ªa... a los... p¨¢rrafos iniciales que... aparecen en la entrada de cada tomo. Esa declaraci¨®n me la tomaron mal.
P. Ha dicho que se eligi¨® a los mejores bi¨®grafos. ?C¨®mo casa esto con el hecho de que la biograf¨ªa de la exministra Bibiana A¨ªdo se sacara de la web de su ministerio o de que las de las infantas Elena y Cristina las firme directamente la Casa Real?
R. Porque no encontramos bibliograf¨ªa sobre ellas.
P. Eso no es rigor cient¨ªfico.
R. Mire, esos personajes est¨¢n ah¨ª porque Bibiana A¨ªdo ten¨ªa que aparecer porque est¨¢n todos los ministros y no la pod¨ªamos excluir. ?Comprende?
P. Pero las infantas...
R. Las biograf¨ªas de las infantas... La Casa Real da unos datos, lo que est¨¢ en la web y es lo que aparece ah¨ª. Y punto.
P. La Academia se dice dispuesta a modificar algunas entradas. Pero, ?es verdad que no corregir¨¢n nada, sino que como mucho har¨¢n a?adidos?
R. Pues eso depende de lo que decida en su reuni¨®n de hoy [por ayer] la Junta Directiva.
P. ?Emitir¨¢n un comunicado tras la reuni¨®n?
R. S¨ª, supongo que la semana que viene se har¨¢.
P. La verdad es que manejan ustedes unos ritmos de verdad hist¨®ricos, ?eh? [La nota se hizo p¨²blica por la noche].
R. ?Mire usted, ah¨ª est¨¢ la obra, que es lo que importa! O al menos, lo que nos importa a nosotros. A ustedes, me parece que mucho menos.
P. Nos importa mucho esta obra, y a¨²n nos importa m¨¢s que hubiese salido mejor.
R. Bueno, todo es perfeccionable. En la edici¨®n digital se puede dar entrada a todo bi¨®grafo que crea que tiene informaci¨®n que mejore las biograf¨ªas incluidas.
P. ?Van a ser ustedes especialmente escrupulosos con aquellos personajes del siglo XX que puedan ser otra vez pol¨¦micos?
R. Pues yo desde luego le dir¨¦ que la biograf¨ªa de Negr¨ªn la pienso leer detenidamente. Y que en adelante tendremos m¨¢s cuidado, empezando por m¨ª. Y si se detectan fallos, se corregir¨¢n.
P. ?Qui¨¦n hizo la biograf¨ªa de Negr¨ªn?
R. Pues... no lo recuerdo.
P. ?De verdad que en ning¨²n momento se le ocurri¨® leer qu¨¦ dec¨ªa la entrada de Franco?
R. Pues mire, como yo viv¨ª la ¨¦poca de Franco y conozco muy bien lo que fue, no sent¨ª ninguna curiosidad. Es un fallo m¨ªo. Me dedico a otras cosas y son otros personajes los que me interesan.
P. Entendemos que ya la habr¨¢ le¨ªdo y nos podr¨¢ decir...
R. No, tampoco.
P. ?Perd¨®n?
R. No he tenido tiempo. ?Qu¨¦ quieren, que me ponga a leerla ahora, mientras estoy hablando con ustedes?
P. ?Usted cree que Franco fue un dictador?
R. Tuvo varias ¨¦pocas y actu¨® de manera distinta seg¨²n las ¨¦pocas. Hubo varios francos. Y ninguno de ellos me gust¨®.
P. Pero, ?fue un dictador o no?
R. Miren, estoy agotado y me tengo que ir.
P. Perdone pero, ?qu¨¦ le ha parecido la reacci¨®n en la prensa y en el mundo de la cultura a todo lo ocurrido?
R. Pues que en ning¨²n otro pa¨ªs europeo habr¨ªa pasado lo que aqu¨ª. Estoy seguro de que si en Alemania, un diccionario biogr¨¢fico no dijera de Hitler lo que se debe decir, no habr¨ªa...
P. Es que eso no ocurre. El diccionario biogr¨¢fico alem¨¢n cuenta todas las atrocidades de Hitler.
R. Bueno, pues quite el ejemplo de Hitler...
P. No, no, es que es muy pertinente esa comparaci¨®n. En Alemania el diccionario cuenta lo que hizo Hitler. Otra pregunta: ?cree que la Real Academia de la Historia est¨¢ obsoleta?
R. No, eso lo creen ustedes. La Academia es una instituci¨®n muy conservadora en sus ritos. Yo esos ritos los respeto. Pero que seamos respetuosos con los ritos no quiere decir que no seamos muy innovadores respecto a las t¨¦cnicas de investigaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ le falta a la Academia?
R. M¨¢s mujeres. Las hay muy preparadas pero menos que los hombres. Hay una cuesti¨®n: un historiador necesita disponer de muchas horas para documentarse en los archivos. Y por desgracia, en las mujeres esas miles de horas est¨¢n dedicadas a criar a sus hijos y a ser amas de casa.
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