Madrecitas
Se esfum¨® el mes de mayo entre el ruido post-electoral, sin que pudi¨¦ramos dedicar ni un pensamiento al importante tema de las madres y las maternidades. Y con la inauguraci¨®n de junio se nos ha venido encima la que en el fondo no es m¨¢s que una min¨²scula parte de la cruda realidad, aflorada esta vez en una pedan¨ªa de Orihuela: una ni?a de 12 a?os, violada por el novio de su madre, tendr¨¢ que dar a luz porque nadie se percat¨® de su embarazo hasta cumplido el sexto mes, cuando la ley ya no permite interrumpir, y en que los riesgos son enormes. Y ahora... a ver qui¨¦n es el guapo que va y le cuenta a esta criatura, de infancia y juventud truncadas, que parir es el destino en lo universal de las mujeres, que la pre?ez y el amamantamiento previenen muchas enfermedades, que con los hijos se contribuye al resurgir de la patria. Ya que est¨¢ de moda lo "retro", anotar que eso es justamente lo que quer¨ªa para nosotras el se?orito Primo de Rivera, "una vida de sumisi¨®n, de servicio, de ofrenda abnegada a una tarea". Y no es que la izquierda no compartiera la constante exaltaci¨®n de la maternidad, que la demograf¨ªa siempre ha sido m¨¢s importante que la libertad (de las mujeres) y el maternalismo, m¨¢s o menos corajudo al estilo Pasionaria, tambi¨¦n ha estado bien presente en el discurso antifascista.
No es necesaria una memoria prodigiosa para recordar que durante los primeros a?os de democracia se opusieron firmes resistencias al reconocimiento de los derechos reproductivos, cuando ha quedado sobradamente demostrado que la maternidad agrava las desigualdades de g¨¦nero. Tampoco se necesita ser demasiado perspicaz para comprobar que ahora (en unos tiempos en que la natalidad se controla y retrasa al m¨¢ximo) la presi¨®n social hacia las que "todav¨ªa" no son madres impele a considerarlas mujeres inacabadas, deficientes... raritas. Y por tanto se intenta asaetarlas a remordimientos. Por otra parte, se considera que tener y criar hijos es "natural", aunque no importante ni productivo (de ah¨ª las escasas ayudas). Y en el colmo del cinismo resulta que por no ser, no es ni siquiera est¨¦tico, como dio a entender la descalificaci¨®n de aquella joven madre que hab¨ªa sido elegida Miss Espa?a.
Por contra, muchas consideramos que procrear puede ser un gozo o una desgracia, y que el "instinto maternal" s¨®lo es una construcci¨®n cultural. La madre de la ni?a de Orihuela no se ha mostrado precisamente muy competente en sus cuidados y vigilancia, o quiz¨¢ es que tambi¨¦n estamos ante una v¨ªctima de su obligaci¨®n de parir.
Para rematar, algunos datos espeluznantes: cada mes abortan, en el Pa¨ªs Valenciano, 15 menores de 16 a?os (Ministerio de Sanidad); en el mundo, 14 millones de adolescentes se convierten en madres cada a?o; cada 24 horas, 1.600 mujeres y m¨¢s de 10.000 reci¨¦n nacidos mueren por complicaciones evitables en embarazos y partos (OMS).
Si todos los d¨ªas se estrellaran 100 aviones por negligencias... ?no se escandalizar¨ªa la Humanidad?
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