El arzobispo de Canterbury cuestiona la pol¨ªtica de Cameron

El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, revolucion¨® ayer la pol¨ªtica brit¨¢nica con un feroz ataque al Gobierno de coalici¨®n de conservadores y liberales-dem¨®cratas y con cr¨ªticas tambi¨¦n a la pasividad de la oposici¨®n laborista. Williams cuestion¨® en particular la legitimidad de las reformas sanitaria y educativa por entender que la profundidad de esas reformas no estaba en los programas electorales de los partidos y se est¨¢n llevando a cabo con enorme rapidez y sin el suficiente debate ciudadano.

El arzobispo apoya los objetivos que busca la llamada gran sociedad -ese retorno al asociacionismo local que apadrina personalmente el primer ministro David Cameron-. Pero subray¨® que para que las organizaciones locales puedan asumir responsabilidades que ahora son del Gobierno, la "cuesti¨®n crucial" es que este asegure a nivel nacional que "incluso en tiempos de estrechez econ¨®mica, hay una continuidad en las inversiones a largo plazo, una respuesta constante a lo que la mayor¨ªa ve como las cuestiones primordiales: la pobreza infantil, la alfabetizaci¨®n, las carencias en el acceso a la educaci¨®n de alto nivel, la sostenibilidad de las infraestructuras en las comunidades m¨¢s pobres, tanto rurales como urbanas, etc¨¦tera".

Williams duda de la legitimidad de la reforma sanitaria y educativa

Critica tambi¨¦n al Gobierno por refugiarse en la herencia recibida y en la crisis econ¨®mica como justificante de la ausencia de esa garant¨ªa de los servicios b¨¢sicos. Pero tambi¨¦n a la oposici¨®n, cuya obligaci¨®n es "presentar alternativas cre¨ªbles".

En t¨¦rminos m¨¢s gen¨¦ricos, Williams critica las pol¨ªticas que se reducen puramente a la gesti¨®n (managerial politics): "Los intentos, m¨¢s bien con poco ¨¦xito, de vivir a la sombra de las grandes finanzas, no son un atractivo punto de partida, lo mismo si la etiqueta es [Nuevo] Laborismo que si es Conservador". "En medio de toda la confusi¨®n hay una exigencia cada vez m¨¢s audible en favor de una reflexi¨®n b¨¢sica sobre la democracia misma. No hay m¨¢s que ver lo que est¨¢ ocurriendo en Oriente Pr¨®ximo y en el norte de ?frica para darse cuenta de la urgencia de eso", a?ade.

El primer ministro ha enfatizado el derecho del arzobispo a expresar sus opiniones pol¨ªticas, aunque cree que est¨¢n equivocadas. En p¨²blico, muy pocos han cuestionado ese derecho a opinar, aunque algunos han recordado que Reino Unido es el ¨²nico pa¨ªs europeo en el que hay esca?os reservados para la Iglesia en la C¨¢mara de los Lores -el propio Williams es lord- y que los Comunes tienen preeminencia como C¨¢mara electa, y no designada.

En cualquier caso, no es la primera vez que el actual arzobispo de Canterbury opina. En su d¨ªa se opuso tenazmente a la guerra de Irak, defendi¨® la introducci¨®n de ciertas partes de la ley isl¨¢mica y critic¨® la matanza de Osama bin Laden por tropas estadounidenses.

No es tampoco el primer arzobispo que choca con el Gobierno. En los a?os ochenta, el arzobispo Robert Runcie se enfrent¨® a menudo a Margaret Thatcher por tratar a los mineros "como escoria"; por sus pol¨ªticas econ¨®micas que, seg¨²n Runcie, perjudicaban a los m¨¢s pobres; por el "lun¨¢tico" arsenal nuclear brit¨¢nico y por la guerra de las Malvinas.