Notas de un viaje a Oriente

Diarios. Por una vez, la nota previa de los editores de este curioso libro, miscel¨¢neo y muy bien armado, Daniel Mar¨ªas -ignoro si hay parentesco- y Francisco Javier Jim¨¦nez, es oportuna: recomiendan ir directamente al estupendo y viv¨ªsimo relato que resulta ser el diario del crucero que llev¨® a cabo en el verano de 1933 una nutrida representaci¨®n (profesores, alumnos, decano y capell¨¢n) de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de Madrid. Juli¨¢n Mar¨ªas ten¨ªa 19 a?os y ganas de verlo todo. El diario es una delicia (tiene p¨¢ginas espl¨¦ndidas, las de Malta, algunas escapadas a tierra de Judea, sus comentarios ante el fascismo italiano con que se va topando), bien completada con esa -a veces- divertida correspondencia, m¨¢s dom¨¦stica, familiar (su madre le insta a confesar y comulgar). Pero no hay que perder de vista los otros complementos del libro (hace a?os la Residencia de Estudiantes hizo una exposici¨®n reuniendo supervivientes: Juli¨¢n Mar¨ªas poni¨¦ndose el salacot conservado de aquel crucero): el valioso ¨¢lbum fotogr¨¢fico (al joven Juli¨¢n Marias se le iba el dinero en revelar las fotos y en libros antiguos: es simp¨¢tico c¨®mo se le desangra el monedero y recurre a uno de los profesores, por sugerencia paterna, que sufre, desde Madrid, los problemas dinerarios de su hijo), el abundante y muy bien redactado aparato de notas, que completan este diario, escrito a vuelapluma o con inconstancia, as¨ª como otros materiales documentales. Impresiona ver la lista de pasajeros de ese barco de 1933, tan sonoros apellidos los de muchos de ellos, y pensar d¨®nde les toc¨® estar a m¨¢s de uno tres a?os despu¨¦s. Sale mucho, en el diario y en el ¨¢lbum, ese amigo de Juli¨¢n Marias, que le acabar¨ªa denunciando en la posguerra: pero esto es tema de algunas p¨¢ginas de Javier Mar¨ªas, que colabora con un texto ya publicado sobre aquel viaje de su padre, todos ellos tan partidarios de la felicidad aquel verano de 1933.