Despu¨¦s del dandi, el m¨¦dico
La hija de la due?a de L'Or¨¦al se enfrenta de nuevo a su madre
El cuento ten¨ªa en principio un final feliz: despu¨¦s de a?os de batalla medi¨¢tico-jur¨ªdica, madre e hija se reconciliaban en v¨ªsperas de Navidad. Pero ahora resulta que a Fran?oise Bettencourt-Meyers no le acaba de convencer tampoco el nuevo c¨ªrculo ¨ªntimo de su madre, Liliane Bettencourt, la mujer m¨¢s rica de Francia, propietaria de L'Or¨¦al. As¨ª se lo ha hecho saber esta semana a la juez de tutela.
En esta segunda parte del culebr¨®n, el abogado de la multimillonaria de 88 a?os, Patrice Wilhem, asume el papel de malo atribuido anta?o al fot¨®grafo Fran?ois-Marie Banier. Bettencourt, que hace unos meses se declaraba "feliz de vivir en paz", afirma estar ahora "herida" y dispuesta a "renunciar" a su familia.
El pasado martes, Bettencourt-Meyers acudi¨® a la juez de tutela de Courbevoie (Par¨ªs) para que garantice la protecci¨®n jur¨ªdica de su madre. "Se temen nuevas derivas contrarias a los intereses de Liliane Bettencourt", estipula el requerimiento de la hija de la multimillonaria. "Se est¨¢ constituyendo un c¨ªrculo a su alrededor que se pretende afectivo en detrimento de su familia", a?ade.
Dicho mandato, acordado por madre e hija en el marco del acuerdo secreto firmado el 6 de diciembre que acab¨® con las hostilidades provocadas por la amistad de la millonaria con el dandi Fran?ois-Marie Banier. El contenido del coumenti se ha filtrado estos d¨ªas y se nombra a Pascal Wilhem, abogado y m¨¦dico de la multimillonaria, como gestor de su fortuna en caso de incapacitaci¨®n. Pese a ello, la hija denuncia un flagrante conflicto de intereses, a ra¨ªz de una inversi¨®n de unos 140 millones de euros de la fortuna de Bettencourt a una empresa del productor St¨¦phane Courbit, del que Wilhelm tambi¨¦n ser¨ªa abogado.
Seg¨²n Courbit, Wilhelm es tan solo uno de los letrados que aconseja a su grupo. En cualquier caso, la acusaci¨®n ha sido considerada lo suficientemente seria como para poner en peligro el futuro profesional de Wilhelm, a quien le han abierto una investigaci¨®n deontol¨®gica. Adem¨¢s, seg¨²n revel¨® Le Monde, la juez estim¨® en marzo que "las facultades cognitivas de la se?ora Bettencourt est¨¢n claramente alteradas por una enfermedad cerebral", lo que significa que se encuentra en la "imposibilidad de asegurar sola sus intereses".
"Estoy herida e infeliz, porque es mi hija. Es horroroso lo que hace", reaccion¨® Bettencourt en lepoint.fr. La millonaria, que en una entrevista hace unos meses proclam¨® haber recuperado la buena relaci¨®n con su hija, asegura que es muy duro volver a tener que enfrentarse a ella. En cuanto a la duda que se cierne sobre sus allegados: "es mi entorno desde hace varios a?os. ?Cree que voy a deshacerme de ¨¦l as¨ª? Me deshar¨ªa m¨¢s f¨¢cilmente de mi familia".
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