El crucifijo del polic¨ªa
En el gimnasio al que acudo a diario, cuando las obligaciones profesionales lo permiten, coincido con una mujer musulmana, regordeta, ataviada con el pa?uelo cl¨¢sico que no se quita ni para romperse en el tamiz de las abdominales. Cuando acaba sus ejercicios (antes se castiga como yo en la bicicleta o en el esqu¨ª como le llamamos nosotros a ese potro infame de sudor), suele rezar descalza las oraciones que corresponden a su credo. Y luego se va a la ducha, supongo, porque no tengo acceso permitido al vestuario femenino, pero la veo salir lozana y resucitada, nunca mejor dicho. Enfrente de mi garaje, hay una mezquita, donde muchos j¨®venes acuden a orar y suelo cruzarme con los imames de la mezquita, que por su aspecto me parecen europeos, eso s¨ª con m¨¢s barba que Demis Roussos cuando cantaba con Aphrodite?s Child. A m¨ª, el mundo religioso me espanta, pero lo respeto.
Ni los unos ni los otros han alterado mi vida. Est¨¢n ah¨ª, como las monta?as, como los supermercados, como los aparcamientos de bicicletas, como la vida misma y ya ni me fijo en ellos, por distintos. Son iguales. Y de pronto ?z¨¢s!, llega el PP valenciano y me golpea la mirada y el alma. Yo que cre¨ªa haber superado todos mis viejos miedos, aquellos que me hac¨ªan temer de la polic¨ªa, de la guardia civil, por razones hist¨®ricas obvias, de los curas, del Opus Dei, de los pol¨ªticos tan profesionales, y me topo con Juan Cotino, expolic¨ªa, exdelegado del Gobierno, miembro del Opus Dei, inaugurando las cortes valencias con un crucifijo en la mesa del Parlamento. ?Qui¨¦n surg¨ªa en esa provocaci¨®n?: el expolic¨ªa de aquellos tiempos, el opusdeista de estos tiempos, el amigo y correligionario de Camps, chulesco y abreviado, el delegado del gobierno reconvertido en delegado agradecido de Camps...? Seguramente, a Juan Cotino le parece muy mal el pa?uelo musulm¨¢n, pero no por el pa?uelo, sino porque es musulm¨¢n y le quita correligionarios a su causa. Seguramente Cotino sab¨ªa que har¨ªa da?o blandiendo su crucifijo por el Parlament cual perfume del pasado. ?Ha pensado Cotino qu¨¦ ocurrir¨ªa si alguien hubiera jurado su cargo con una foto del Che Guevara, de Messi, de Faemino y Cansado o sencillamente de Jos¨¦ Saramago? ?Hubiera detenido a su autor, ?o si lo hubiera hecho con una foto de mi compa?era de gimnasio? Prefiero no pensarlo
Claro que todo hubiera sido m¨¢s sencillo si el Gobierno de Zapatero hubiera aprobado la ley de laicidad. Pero tuvo miedo al pecado. Por Caif¨¢s o por Nef¨¢s, la Iglesia da mucho yuyu. Y as¨ª es dif¨ªcil ser socialista. O progresista. O liberal. O librepensador
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