El fot¨®grafo clandestino
Joan Colom expone en Foto Colectania 76 im¨¢genes sobre el Barrio Chino de Barcelona a finales de la d¨¦cada de 1950
Faldas de tubo por encima de la rodilla, pelo cardado, tacones de aguja, jers¨¦is y rebecas de punto, y vestidos ajustados que marcan sus pronunciadas curvas. Las prostitutas del Barrio Chino barcelon¨¦s de finales de los a?os cincuenta del siglo XX eran elegantes. Al menos los fines de semana, cuando Joan Colom (Barcelona, 1921), contable los d¨ªas laborables y fot¨®grafo aficionado los s¨¢bados y domingos, paseaba por esta zona de la ciudad armado con su Leica, que colocaba a la altura de las rodillas, con la intenci¨®n de capturar, con respeto, sin interferir y casi clandestinamente, el ambiente y las personas de este barrio convertido en estudio al aire libre.
En 1973, Colom seleccion¨® personalmente 76 fotograf¨ªas del material realizado entre 1958 y 1964 de su famosa serie Gente de la calle y confeccion¨® un ¨¢lbum que regal¨® a su amigo el galerista Josep Maria Casademont. Despu¨¦s de tres d¨¦cadas, las fotograf¨ªas, muchas de ellas emblem¨¢ticas e ic¨®nicas, otras in¨¦ditas, ven la luz en la exposici¨®n Joan Colom. ?lbum, que la Fundaci¨®n Foto Colectania ha organizado en su sede.
El autor asegura que todav¨ªa no ha decidido el destino de su archivo
En las im¨¢genes en blanco y negro se adivina la espera de las mujeres, el juego de miradas previo entre los clientes y ellas, los proleg¨®menos de miles de encuentros furtivos y el traj¨ªn en los portales como pre¨¢mbulo del de las habitaciones. "Ahora todo ha cambiado. Hace poco volv¨ª a pasar con una c¨¢mara, sin la intenci¨®n de hacer fotos, y me dijeron cosas muy gordas sobre mi familia", explicaba ayer el fot¨®grafo, que acaba de cumplir 90 a?os, en la presentaci¨®n de la exposici¨®n, que estar¨¢ abierta hasta el 29 de octubre.
"No sab¨ªa que hac¨ªa fotograf¨ªa social, buscaba im¨¢genes que me emocionasen, aunque no siempre estaba seguro de haberlas conseguido hasta que positivaba los negativos. Yo, como las prostitutas, hac¨ªa la calle. Con mis fotograf¨ªas busco ser una especie de notario de la ¨¦poca", explic¨® Colom.
Las im¨¢genes est¨¢n enmarcadas de dos en dos, tal como el autor las concibi¨® para el ¨¢lbum, "con encuadres muy verticales y atrevidos que no se hab¨ªan visto hasta ahora, que dan movimiento y ritmo a los personajes retratados", asegur¨® Irene de Mendoza, comisaria de la exposici¨®n.
"Son las mejores fotograf¨ªas de Colom, seg¨²n el propio autor, porque ¨¦l las seleccion¨® para el ¨¢lbum", asegur¨® Pepe Font de Mora, director de Foto Colectania, mientras Colom asent¨ªa.
Junto a esta selecci¨®n del autor, se pueden ver dos im¨¢genes de Ignasi Marroyo que ilustran c¨®mo Colom consegu¨ªa sus fotos, y tambi¨¦n la ¨²nica pel¨ªcula realizada por Colom. Fue en 1960, en ocho mil¨ªmetros, y recoge la vida de las calles del Raval durante esos a?os, sobre todo ni?os que juegan alegremente. "Con la c¨¢mara de cine, a la que ten¨ªa que dar cuerda, consegu¨ª todo lo que la fotograf¨ªa no me permit¨ªa", record¨®. Coincidiendo con la exposici¨®n, la editorial RM ha hecho un cat¨¢logo que a modo de facs¨ªmil reproduce el ¨¢lbum que Colom regal¨®.
El fot¨®grafo cont¨® durante el recorrido que sigue ocup¨¢ndose a diario de su archivo, formado por miles de im¨¢genes: "Corto los negativos uno a uno y les pongo un n¨²mero seg¨²n el tema: el Raval es el 1. Luego los nombro y les pongo fecha y lugar", con lo que demuestra que ha aplicado su profesi¨®n de contable a la hora de poner orden a su actividad fotogr¨¢fica.
Lo que no quiso desvelar es el destino de este abundante y organizado material. "En casa hay m¨¢s de 400 fotograf¨ªas montadas con paspart¨² de 50 por 60 cent¨ªmetros, lo que es imposible de mantener. Quiero que acaben depositadas en un gran centro". El pasado mes de marzo asegur¨® que las depositar¨ªa en el Museo Nacional de Arte de Catalu?a y que los negativos quedar¨ªan en manos de sus hijas hasta que ellas quisieran, pero ayer neg¨® haber tomado la decisi¨®n, aunque se?al¨®: "Ser¨ªa un centro que est¨¦ cualificado y en el que se conserven y se manipulen las fotograf¨ªas y los negativos como yo creo que se debe hacer". Mientras, trabaja en una antol¨®gica "definitiva" para la que todav¨ªa no hay fecha ni lugar de celebraci¨®n e intenta sacar partido de un regalo reciente. "Es una Leica X1, pero todav¨ªa no he hecho ninguna foto, porque no me aclaro. Es digital", reconoci¨®.
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