Cinco a?os esperando a Camps
Las v¨ªctimas del metro de Valencia recuerdan, de nuevo sin presencia oficial, el quinto aniversario del accidente - El presidente a¨²n no les ha recibido
Una veintena de familias de fallecidos en el accidente de metro de Valencia del 3 de julio de 2006 volvieron a bajar ayer a la antigua estaci¨®n de Jes¨²s -ahora Joaqu¨ªn Sorolla- y a recorrer las nueve paradas de la l¨ªnea 1 a las que sus parientes no llegaron aquella ma?ana de hace cinco a?os. El punto de llegada era Torrent, municipio en el que viv¨ªan la mayor¨ªa de los 43 fallecidos. En cada estaci¨®n, la comitiva bajaba, guardaba un minuto de silencio y le¨ªa una cita. "Siempre es el momento apropiado para hacer lo correcto, Martin Luther King", ley¨® uno de ellos a mitad de camino. Y a?adi¨®: "Aunque hayan pasado cinco a?os sin reconocer los errores que ocasionaron el accidente del metro ni asumir su responsabilidad, el Gobierno valenciano pierde a cada momento esa oportunidad. Mejor ahora que dejar pasar otros cinco a?os. Nosotros, mientras tanto, seguimos esperando respuestas".
Tras el cierre de la v¨ªa judicial, algunas familias dejaron las reivindicaciones
"Para m¨ª forma parte de mi proceso de duelo", explica Enric Chulio
La Asociaci¨®n V¨ªctimas 3 de Julio (AV3J) volvi¨® a organizar una jornada de actos conmemorativa a la que no acudi¨® ning¨²n representante oficial, solo cargos de la oposici¨®n, como el concejal socialista en el Ayuntamiento de Valencia Juan Soto. La presidenta de la asociaci¨®n, Beatriz Garrote, record¨® que un a?o y medio despu¨¦s del siniestro dirigieron una carta al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en la que ped¨ªan reunirse con ¨¦l para trasladarle sus "dudas" sobre lo ocurrido, y que a¨²n est¨¢n esperando una contestaci¨®n. La portavoz de la Generalitat, Lola Johnson, declar¨® la semana pasada que el Gobierno valenciano compart¨ªa el "dolor" de las v¨ªctimas. El l¨ªder de los socialistas, Jorge Alarte, afirm¨® ayer que un presidente "digno" ya las habr¨ªa recibido.
El dolor es el dolor, y de eso saben bastante los familiares que ayer volvieron al metro (la mayor¨ªa solo se sube el d¨ªa del aniversario: en parte por el recuerdo; en parte porque creen que a¨²n no se han puesto las medidas de seguridad adecuadas) y los que acudieron directamente a los homenajes que tuvieron lugar a lo largo del d¨ªa. Hay circunstancias que hacen el dolor, sin embargo, menos llevadero. Enric Chulio, que perdi¨® a su mujer en el accidente, se?alaba que la falta de delicadeza por parte del presidente es una de ellas, pero no la ¨²nica.
La misa de ayer en recuerdo de los fallecidos no se celebr¨® en la Catedral de Valencia. Los miembros de la asociaci¨®n quer¨ªan evitar los "problemas" que se encontraron los cuatro a?os anteriores. El anterior arzobispo, el fallecido Agust¨ªn Garc¨ªa Gasco, y su sucesor, Carlos Osoro, declinaron sus invitaciones para que oficiaran las misas. Y el a?o pasado la catedral vet¨® al cura que las familias hab¨ªan elegido para oficiarla poco antes de que empezara.El Ayuntamiento de Valencia tampoco acept¨® colocar un monolito conmemorativo donde quer¨ªan las familias: en el punto (en superficie) donde descarril¨® el convoy. Un lugar bastante visible que est¨¢ justo enfrente de la estaci¨®n provisional del AVE. El Consistorio prefiri¨® ponerlo en un parque situado a unas calles de all¨ª. Chulio asegur¨® ayer, sin embargo, que la negociaci¨®n con el Ayuntamiento se ha reabierto y que las primeras noticias que les han llegado parecen alentadoras.
Menos eco ha tenido su petici¨®n de que la parada de Jes¨²s (a pocos metros de la cual tuvo lugar el accidente) mantuviera su nombre. Metro Valencia lo cambi¨® recientemente por el de Joaqu¨ªn Sorolla argumentando que es la m¨¢s pr¨®xima a la estaci¨®n del AVE, que se llama as¨ª. Las familias y una asociaci¨®n de vecinos solicitaron que, al menos, se utilizara como en otras ocasiones un nombre compuesto (Jes¨²s-Joaqu¨ªn Sorolla), pero tampoco tuvieron ¨¦xito.
El proceso judicial abierto tras el accidente se cerr¨® definitivamente en 2008. Los jueces consideraron que la muerte del conductor en el propio siniestro y la ausencia de disposiciones legales que impusieran mayores medidas de seguridad que las que exist¨ªan en la curva fat¨ªdica hac¨ªan inviable exigir responsabilidades penales. La juez instructora, Nieves Molina, admiti¨® que podr¨ªa "cuestionarse la existencia de una responsabilidad pol¨ªtica derivada de la falta de inversiones, pero esta cuesti¨®n escapa a las competencias de este juzgado".
El peor accidente en la historia del metro en Espa?a tampoco tuvo consecuencias pol¨ªticas. Nadie dimiti¨®, y la comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n creada en las Cortes Valencianas dur¨® solo cinco d¨ªas. La oposici¨®n denunci¨®, adem¨¢s, que el PP vet¨® a expertos independientes a los que intentaron llamar a comparecer.
El cierre del procedimiento judicial decidi¨® a una parte de las familias a no seguir participando en los actos de la asociaci¨®n. "Unas 15 familias dijeron: 'Lo hemos perdido todo. Seguir para nosotros es solo dolor", contaba ayer Enric Chulio. "Algunos han vuelto despu¨¦s, porque aunque no quieras, te vuelve. Para m¨ª esto forma parte de mi proceso de duelo".
Una veintena de familias ha mantenido, sin embargo, con concentraciones todos los d¨ªas 3 de cada mes en la plaza de la Virgen de Valencia, su reivindicaci¨®n tranquila de explicaciones y responsabilidades: "?Por qu¨¦ no estaba programada la baliza que hubiera evitado el accidente? ?D¨®nde fueron a parar los 25 millones de euros destinados por el Gobierno a Ferrocarrils de la Generalitat y que nunca llegaron? ?D¨®nde est¨¢ el libro de aver¨ªas que llevaba el convoy en el momento del accidente?", insist¨ªan ayer Beatriz y Rosa Garrote, que perdieron a su hermana en el accidente.
Despu¨¦s del dif¨ªcil recorrido de la ma?ana, sin respaldo oficial y m¨¢s desolado que otras veces al caer en domingo e ir casi vac¨ªos los vagones, y del emotivo recuerdo de la tragedia a la hora exacta en la que ocurri¨® cinco a?os antes, la asociaci¨®n celebr¨® por la tarde un gran acto en la plaza de la Virgen al que acudieron centenares de ciudadanos.
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