?Felices 65 a?os... biquini!
Un ingeniero dise?¨® el ba?ador de dos piezas que populariz¨® Ursula Andress
Bajo la lava y las cenizas del Vesubio que petrificaron la ciudad romana de Pompeya apareci¨® exuberante una escultura de Venus en biquini. Y entre los mosaicos que a¨²n cubren los suelos de la villa romana del Casale, en Sicilia, hay un grupo de mujeres que juegan a la pelota con el traje de ba?o de dos piezas que no parec¨ªa escandalizar a la civilizaci¨®n hace 1.700 a?os pero s¨ª revolucion¨® el planeta hace 65. El 5 de julio de 1946, Par¨ªs asisti¨® con horror a la presentaci¨®n oficial del biquini. Fue durante un concurso de belleza. El ingeniero Louis Reard, que compet¨ªa con el modisto franc¨¦s Jacques Heim por dise?ar "el ba?ador m¨¢s peque?o del mundo", consigui¨® convencer a la stripper Micheline Bernardini para lucir el modelo, donde la visi¨®n de su ombligo provoc¨® un cataclismo. De ah¨ª el nombre con el que Reard decidi¨® patentar el invento dos semanas despu¨¦s: el atol¨®n de las islas Biquini hab¨ªa sido escenario de las primeras pruebas nucleares realizadas por EE UU tras la II Guerra Mundial.
Y el ba?ador de dos piezas dio tanto que hablar como aquello. No es que Reard descubriera la p¨®lvora: el que hab¨ªa dise?ado Heim ya se hab¨ªa visto en las playas francesas bajo el nombre de ¨¢tomo y desde los a?os treinta las estrellas de Hollywood ya se hab¨ªan dejado ver con el dos piezas. Pero el ombligo, hasta entonces, hab¨ªa sido un elemento visual completamente tab¨². La nueva prenda y lo que dejaba al descubierto fue calificada de "ofensiva", pero en el fondo gustaba. Reard, que hab¨ªa heredado una empresa de lencer¨ªa de su madre, lo redise?¨® para que fuera m¨¢s recatado y pronto comenz¨® a vender. No obstante, en Espa?a, Italia y Portugal fue inmediatamente prohibido por la Iglesia e incluso los franceses, los m¨¢s progres de la d¨¦cada de los cuarenta, le pusieron pegas. Hubo que esperar a que la diosa de aquel entonces, Brigitte Bardot, hiciera su aparici¨®n en biquini en la c¨¦lebre Y Dios cre¨® a la mujer en 1956 para que el mundo comenzara a enloquecer por el biquini y las mujeres, a reivindicarlo. Despu¨¦s lleg¨® Ursula Andress emergiendo del agua en una playa con un biquini en el filme 007 contra contra el Dr. No, el primero de la saga de James Bond, y ya no hubo vuelta atr¨¢s: comenzaba la d¨¦cada de los sesenta y, con ella, la revoluci¨®n sexual. La prenda se convirti¨® en el emblema de la liberaci¨®n femenina, "en el s¨ªmbolo de la libertad" como aseguraba en la BBC Kelly Killoren Bensimon.
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