Batalla entre redes sociales
No es una moda, y de ah¨ª la dureza de la lucha. Lo que est¨¢ en juego es dominar Internet
Algunos beb¨¦s, al observar una fotograf¨ªa f¨ªsica de papel, desplazan su dedo por la superficie de la imagen intentando pasar a otra foto. Emulan la manera de ver im¨¢genes en un tel¨¦fono inteligente. Antes de que sepan escribir ya saben usar una tableta, un celular o cualquier tipo de dispositivo t¨¢ctil que les proponga cierta interacci¨®n. Ven v¨ªdeos en YouTube y juegan con aplicaciones espec¨ªficamente creadas para ellos. Los pactos de lectura y la sencillez de uso les permiten manejar algunos navegadores sin necesidad, incluso, de saber leer. Basta con que tengan un historial de v¨ªdeos visitados y memoricen los pasos para llegar a su objetivo de consumo en no m¨¢s de tres clics. Los aparatos electr¨®nicos no tendr¨¢n libros de instrucciones, porque la humana resistencia a la tecnolog¨ªa se habr¨¢ superado de manera innata. No es la generaci¨®n que viene, est¨¢ pasando ya.
Twitter es una revoluci¨®n con 200 millones de usuarios. Facebook aspira a 1.000 millones en este a?o
Con algunos a?os m¨¢s, pero no muchos m¨¢s, las redes sociales formar¨¢n parte de su entorno de comunicaci¨®n. Participar¨¢n en un ecosistema tecnol¨®gico en el que manejar¨¢n su mundo desde un tel¨¦fono m¨®vil con acceso a Internet. El mi¨¦rcoles pasado, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, anunciaba haber llegado a los 750 millones de usuarios registrados en todo el planeta. Son un pa¨ªs virtual, con moneda propia (los llamados facebook credits -que permiten peque?as transacciones dentro de la red social-) y con unas tasas de atenci¨®n, v¨ªnculo y compromiso por parte de su p¨²blico que abruman a cualquier otro medio de comunicaci¨®n. La empresa est¨¢ participada por gigantes como Microsoft, multimillonarios rusos, firmas de capital riesgo y grandes entidades financieras, que especulan con el todav¨ªa intangible valor de la red social l¨ªder en el mundo. En el horizonte se vislumbra su salida a Bolsa, pero dos acontecimientos recientes han hecho reconsiderar el mercado de las grandes plataformas sociales: la venta a la baja de la pionera MySpace.com, que fue adquirida por 400 millones de euros y vendida por 24, y la aparici¨®n de Google+, una nueva red social capitaneada por la empresa del buscador. Google no es un rival cualquiera, y por eso Zuckerberg evit¨® alusiones al nuevo proyecto de su m¨¢ximo competidor en una reciente conferencia de prensa.
El debate sobre si las redes sociales son una moda o un acontecimiento vitalicio parece superado. Jos¨¦ Luis Orihuela, profesor de la Universidad de Navarra, lo ha reflejado con acierto en unas declaraciones recientes en EL PA?S: "Si alguna de nuestras plataformas favoritas desapareciera, los usuarios buscar¨ªamos inmediatamente soluciones alternativas para mantener nuestra actividad en la Red. El modo en el que hemos integrado Twitter a nuestra dieta informativa y como recurso de familiaridad ambiental revela que aqu¨ª hay mucho m¨¢s que una moda", asegura el autor del libro Mundo Twitter.
Por tanto, la cuesti¨®n es la fidelidad de la gente a la herramienta, independientemente del nombre que tenga. Si surge una web mejor, que satisface las necesidades de la audiencia, el abandono de una red puede ser tan fulminante como lo ha sido su rotundo ¨¦xito de crecimiento en n¨²mero de registrados. MySpace.com lleg¨® a tener m¨¢s veinte millones de usuarios diarios en junio de 2009 y dos a?os m¨¢s tarde apenas llegaba a tres millones de visitantes al d¨ªa, seg¨²n cifras de audiencia online de Google Trends. La aparici¨®n de Facebook tuvo mucho que ver en este descalabro, adem¨¢s de la propia complejidad de MySpace en cuanto a su uso por parte de un p¨²blico menos docto en cuestiones tecnol¨®gicas.
Twitter es una revoluci¨®n con m¨¢s de 200 millones de usuarios adscritos. No es propiamente una red social, sino una plataforma de conversaci¨®n con tintes sociales. Permite, entre otras cosas, comunicarte con personas a las que antes hubiera sido muy complicado acceder. Los famosos, presentes en Twitter, son un activo importante para esta compa?¨ªa, pero no es lo m¨¢s destacado de las posibilidades que ofrece. Pol¨ªticos, cantantes, futbolistas, artistas, empresarios... y ciudadanos corrientes conviven en una conversaci¨®n constante de recomendaciones y mensajes directos en no m¨¢s de 140 caracteres (cada uno). Las Navidades pasadas, los SMS retrocedieron frente a las felicitaciones directas de la gente como consecuencia de las redes sociales. El propio presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha realizado una primera entrevista con ciudadanos en Twitter.
Las redes sociales se est¨¢n convirtiendo en las nuevas operadoras. No es de extra?ar que una de ellas, Telef¨®nica, comprara Tuenti, la red social espa?ola que ha penetrado con m¨¢s fuerza entre los adolescentes de nuestro pa¨ªs, por 70 millones de euros en agosto de 2010. Estas plataformas son el nuevo motor de comunicaci¨®n, localizaci¨®n, expresi¨®n, relaci¨®n, convocatoria y movilizaci¨®n entre personas. Una nueva herramienta que ya goza de episodios de ¨¦xito como el protagonismo que tuvieron en las revueltas del mundo ¨¢rabe o, m¨¢s cercano y reciente, con el Movimiento del 15-M. Levantamiento cuyo germen era f¨¢cil de vislumbrar en Twitter mientras se fraguaban conversaciones destacadas (los llamados trending topics o acontecimientos del momento en Twitter) animando a no votar a los partidos pol¨ªticos dominantes, desde mucho antes de la manifestaci¨®n del 15 de mayo. Los directivos de Facebook est¨¢n alineados y alienados en lo que las compa?¨ªas estadounidenses definen como la misi¨®n de la empresa. La que Mark Zuckerberg ha impuesto es "hacer del mundo un lugar m¨¢s abierto y dar a las personas el poder de compartirlo con visibilidad y privacidad". En 2009 cautivaron a 200 millones de personas. Algo m¨¢s de dos a?os despu¨¦s aspiran a llegar a 1.000 millones de registrados antes de que finalice 2011. Su l¨ªder considera esa cifra una garant¨ªa. De momento, lo que s¨ª es m¨¢s que un aval del ¨¦xito son algunas de las cifras publicadas en un estudio de PewResearch sobre "las redes sociales y nuestras vidas", centrado en c¨®mo los estadounidenses usan estas plataformas. En el mismo se arrojan cifras de fidelidad en Facebook que casi podr¨ªan considerarse una adicci¨®n. Cerca de un tercio de los americanos que usan Facebook lo hacen varias veces al d¨ªa. El 67% no pasa m¨¢s de cinco d¨ªas sin entrar en la red. Cada d¨ªa, el 15% actualiza su perfil, el 22% introduce comentarios en el perfil de sus allegados y un 20% comenta las fotos de otros usuarios. El 26% ejecuta una acci¨®n de "me gusta" en un contenido subido por alguien de su red de amigos, y un 10% se comunica con personas de su entorno social a trav¨¦s de mensajes privados. Todos estos porcentajes se refieren a 150 millones de personas apuntadas a Facebook en Estados Unidos, que cuentan con una media de 229 amigos por usuario.
No es de extra?ar que Google quiera participar de esta aventura. Tras malograr dos intentos de productos sociales, Wave y Buzz, vuelven a la carga con Google+ (Google Plus). Seg¨²n los primeros comentarios de varios expertos que han probado el nuevo producto, a la tercera puede que vaya la vencida. Apuntan que Google+ ha corregido muchas de las carencias de Facebook en cuanto a la gesti¨®n de amistades y privacidad, ha mejorado la facilidad de uso del sitio web y ha creado un producto h¨ªbrido entre Twitter y Facebook, aprovechando las virtudes de cada uno. La amenaza para ambas plataformas sociales est¨¢ servida. Las primeras reacciones no se han hecho esperar, y Facebook anunci¨® esta semana una importante mejora, integrando Skype, la popular p¨¢gina de llamadas telef¨®nicas por Internet, en la red social. Skype fue adquirida recientemente por Microsoft, quien participa minoritariamente del accionariado de Facebook. Objetivo: frenar a Google.
Ahora que la gente ha decidido compartir su vida en la Red a trav¨¦s de una masiva ventana personal; ahora que el nefasto anonimato en Internet se est¨¢ erradicando, porque las personas tienen el control de su informaci¨®n y son capaces de exhibirla siendo protagonistas, es ahora cuando las grandes de Internet van a ser m¨¢s agresivas, dejando el famoso eslogan de Google, don't be evil (no seas malo), un poco al margen. La batalla ser¨¢ larga. Las armas: la innovaci¨®n permanente, la adaptaci¨®n a los tel¨¦fonos m¨®viles y la excelencia tecnol¨®gica de cada proyecto. Lo que est¨¢ en juego no es tener la mejor red social, sino dominar Internet. -
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