'Jobs for the boys'

Desgraciadamente, nos hemos acostumbrado muy r¨¢pidamente a que cualquier instituci¨®n sea susceptible de ser convertida en agencia de colocaci¨®n de nuestros partidos pol¨ªticos. La gesti¨®n que a lo largo de los ¨²ltimos a?os ha realizado el PP en la Generalitat Valenciana es un muestrario ominoso de las m¨¢s desgraciadas pr¨¢cticas clientelares. Hemos llegado a un punto tal en que ni siquiera se esconde este modo de proceder. Parte de la indignaci¨®n que los ciudadanos acumulamos contra nuestros representantes se explica, como es normal, por este factor.

Hay mucha gente que se pregunta c¨®mo es posible, si las cosas se est¨¢n haciendo como se est¨¢n haciendo, que el PP repita mayor¨ªas absolutas. La respuesta, que quiz¨¢s no sea evidente para algunos, refulge en ocasiones m¨¢s que el sol. Es lo que ha ocurrido en los ¨²ltimos d¨ªas, con el mercadeo de asesores y nombramientos varios en el que todos los partidos de la oposici¨®n, desde el PSPV a Esquerra Unida, pasando por Comprom¨ªs, han ense?ado la patita y dejado claro, por si hab¨ªa alguna duda, que comparten hasta la ¨²ltima coma el modelo del PP de reparto de sillas y sueldos entre los adictos. Como los ciudadanos idiotas del todo no somos, pues ya tenemos claro d¨®nde pueden ir todas las cr¨ªticas que esta gente haga durante los pr¨®ximos cuatro a?os sobre el nepotismo y clientelismo del Consell o sus enf¨¢ticas declaraciones de comprensi¨®n respecto del movimiento 15-M: lo m¨¢s higi¨¦nico es enviarlas a la papelera.

El lamentable espect¨¢culo ya empez¨® con los asesores municipales en la ciudad de Valencia y las Cortes Valencianas. Tras un prometedor comienzo, con renuncias a la superflua flota de coches oficiales, la oposici¨®n cerr¨® filas exigiendo que no se les recortara ni un puesto de asesor. El compromiso con la austeridad pas¨® r¨¢pidamente a mejor vida en cuanto pod¨ªa comprometer el reparto de sueldos entre la gente del partido.

Como todo es susceptible de empeorar, en los ¨²ltimos d¨ªas el saqueo pactado entre el PP y la oposici¨®n ha ido a m¨¢s y ha llegado a instituciones absolutamente b¨¢sicas. Las funciones que han de cumplir ¨®rganos como el consejo de RTVV, el Consell Valenci¨¤ de Cultura, el Consell d'Universitats o incluso algunos de perfil tan t¨¦cnico como el Consell Jur¨ªdic Consultiu los convierten en pieza angular del buen funcionamiento de la Generalitat. C¨®mo las han tratado nuestros representantes dice todo sobre su nulo compromiso institucional.

En todos y cada uno de los casos hemos asistido a un obsceno reparto del bot¨ªn entre los partidos de manera proporcional a su representaci¨®n. Han elegido a altos cargos retirados, diputados sin esca?o, antiguos alcaldes desplazados, amigos de quienes mandan... de todo menos personas con un perfil profesional m¨ªnimamente adecuado. Salvo en contadas excepciones, ¨¦sa es la triste realidad de los nombramientos realizados, que dibujan un proceso de degradaci¨®n imparable que hay que detener ya. Nos corresponde reaccionar como ciudadanos dado que est¨¢ visto que en nuestros representantes no se puede confiar para que lo hagan. Empezando por denunciar sin ning¨²n miedo la verg¨¹enza que suponen el 90% de los nombres. Como sociedad nos va mucho en el envite porque a este paso, si no hacemos algo, estos caraduras acabar¨¢n directamente subastando cargos al mejor postor a la manera feudal medieval, que es a lo que cada vez se parece m¨¢s esto.