Campus Party, empieza la fiesta
Arranca en Valencia la XV edici¨®n del evento con m¨¢s mujeres que nunca
Deborah lleg¨® ayer muy temprano al Museo Pr¨ªncipe Felipe de Valencia para asistir a la Campus Party 2011. Necesitaba tiempo para montar su equipo, tra¨ªdo desde Alicante: un ordenador integrado en un drag¨®n que ha confeccionado, escama a escama, con latas de coca-cola. Es una de las muchas campuseras, que este a?o parecen haberse multiplicado. A falta de los datos definitivos, Pablo Ant¨®n, director de la Campus Party, confirma que el n¨²mero de participantes femeninas ha aumentado considerablemente respecto a ediciones anteriores y puede alcanzar el doble del a?o pasado. Aun as¨ª, el dominio contin¨²a siendo masculino.
Aunque la ceremonia de inauguraci¨®n de la Campus Party se celebraba la medianoche del lunes al martes, la apertura de puertas tuvo lugar a las once de la ma?ana, cuando un triunfal Miguel de Andr¨¦s, madrile?o de 19 a?os y estudiante de ingenier¨ªa inform¨¢tica, cruzaba el acceso de entrada al Museo Pr¨ªncipe Felipe. Ser el primer campusero le cost¨® pasar la noche en vela. Hasta 12 horas haciendo cola con sus amigos. Miguel asegura que viene para "compartir" y que le interesa especialmente la conferencia de Kevin Mitnick, el expirata inform¨¢tico estadounidense que, tras ser encarcelado por entrar en algunos de los ordenadores m¨¢s seguros de EEUU, se ha hecho famoso como consultor y asesor en materia de seguridad.
Ferran Adri¨¤ y el expirata inform¨¢tico Kevin Mitnick, entre los ponentes
Miguel, el primer 'campusero' en entrar, hizo cola durante 12 horas
El d¨ªa iba de colas. Adem¨¢s de la que tuvo que soportar Miguel para acreditarse, estaba la que daba acceso a la zona de acampada, el Village, situada en el aparcamiento de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y donde varios centenares de tiendas de campa?a aguardaban a ser asignadas a los campuseros.
Mucho menos tuvieron que esperar los acreditados para las ¨¢reas de innovaci¨®n, creatividad, astronom¨ªa, simulaci¨®n y ciencia, que ser¨¢n acogidas por el ?gora. El edificio, que se estrena este a?o como sede de la Campus, pareci¨® quedarse grande a lo largo de la jornada de ayer donde la tranquilidad y los asientos vac¨ªos contrastaban notablemente con el bullicio de los jugones (aficionados a juegos), ubicados en el Museo Pr¨ªncipe Felipe.
Entre ellos Javier, un cocinero malague?o explicaba la organizaci¨®n de los asientos por clanes (grupos organizados de jugadores) desde el mayor, del que ¨¦l es jefe, hasta los m¨¢s reducidos. Mucha ilusi¨®n le ha hecho encontrarse con la sorpresa de que Ferran Adri¨¤ asiste hoy como ponente. "Es un innovador. ?l empez¨® a hacer cosas que podr¨ªamos pensar que no ten¨ªan nada que ver. ?Qu¨¦ relaci¨®n hay entre el hidr¨®geno y la comida? Parece que ninguna, pero ¨¦l empez¨® a unirlos", sentencia.
Los campuseros continuaban ayer llegando cargados con pantallas, equipos, comida y alguna m¨¢scara de la pel¨ªcula Con V de Vendetta, convertida en s¨ªmbolo de los ciberactivistas de Anonymous. Todo ello dentro de los carros que un hipermercado situado a pocos metros, en El Saler, prest¨® para la ocasi¨®n.
Pablo Ant¨®n asegur¨® que la Campus genera empleo al poner en contacto a empresarios de la innovaci¨®n con talentos de la tecnolog¨ªa, por eso los campuseros se vuelcan en la presentaci¨®n de sus proyectos. Si triunfan o no, se ver¨¢. De momento tienen por delante casi 400 horas de talleres, conferencias y ocio. La fiesta acaba de empezar.
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