Damasco vive la mayor manifestaci¨®n contra El Asad

Ofertas de di¨¢logo pol¨ªtico, permisos para que algunos opositores celebren reuniones, concesi¨®n de nacionalidad a la minor¨ªa kurda, promesas de amnist¨ªa... Nada vale al Gobierno sirio para frenar las manifestaciones que se extienden y crecen en todo el pa¨ªs. Ayer, cientos de miles de personas salieron a la calle despu¨¦s del rezo para exigir el final del r¨¦gimen de Bachar el Asad. La respuesta de las fuerzas de seguridad y de los matones vestidos de civil fue id¨¦ntica a la que aplica desde que hace cuatro meses comenz¨® la revuelta popular: mataron al menos a 32 civiles en varias ciudades del pa¨ªs.

En Idlib (norte), Deraa (sur), Deir al Zor (este), Homs, Hama, y en la capital, Damasco, la poblaci¨®n desafi¨® al Gobierno al grito de "el pueblo quiere la ca¨ªda del r¨¦gimen", que perdura desde hace cuatro d¨¦cadas. En todas estas ciudades murieron a tiros varias personas, que se suman a los m¨¢s de 1.400 muertos desde mediados de marzo. Pero no hay modo de disuadir a los ciudadanos, hartos de a?os de represi¨®n y corrupci¨®n.

Al menos 32 civiles mueren en varias ciudades sirias, 23 de ellos en la capital

"Estas son las manifestaciones m¨¢s grandes hasta ahora. Es un claro desaf¨ªo a las autoridades, especialmente cuando vemos a tanta gente saliendo a la calle en Damasco por primera vez", declar¨® Rami Abdelrahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La erupci¨®n de la protesta en la capital del pa¨ªs es otra muestra de que la fuerza armada dif¨ªcilmente lograr¨¢ detener la rebeli¨®n. Al menos 23 personas fallecieron en Damasco. De ellas, 14 fueron tiroteadas enfrente de un edificio en el que un grupo opositor ten¨ªa previsto celebrar hoy una reuni¨®n, seg¨²n declar¨® el disidente Walid al Bunni.

No obstante, el r¨¦gimen -cada d¨ªa m¨¢s aislado y sometido a sanciones econ¨®micas por parte de la Uni¨®n Europea, su primer socio comercial- parece tambi¨¦n lejos de claudicar porque, a diferencia de lo sucedido en T¨²nez y Egipto, el Ej¨¦rcito se mantiene leal al presidente Bachar el Asad.

Si en Siria gran parte de los 22 millones de habitantes reclama la desaparici¨®n del r¨¦gimen del Partido Baaz, en Jordania el descontento popular es mucho m¨¢s moderado: solo piden reformas pol¨ªticas y en el Gobierno, y no cuestionan la monarqu¨ªa. Aun as¨ª, la polic¨ªa reparti¨® porrazos en el centro de Amm¨¢n para dispersar a cientos de personas que se dirig¨ªan al coraz¨®n de la capital. Una decena de periodistas, polic¨ªas y manifestantes fueron heridos. El Ejecutivo jordano parece decidido a impedir a toda costa que se repita el escenario que se vivi¨® en la plaza Tahrir de El Cairo en enero y febrero. "Las sentadas en lugares abiertos no se aceptan y no se tolerar¨¢n en Jordania", advirti¨® el jueves por la noche el primer ministro, Maruf Bajit.