El ch¨®fer del coronel imputado en el 'caso Carioca' era ¨ªntimo de los proxenetas
La juez investiga si el alto mando de la Guardia Civil encarg¨® obras a amigos, recibi¨® un coche de regalo y manten¨ªa tratos con due?os de clubes de A Mari?a
Uno de los ¨²ltimos guardias civiles que ha prestado declaraci¨®n en calidad de imputado ante la juez Pilar de Lara, titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Lugo, en el marco de la Operaci¨®n Carioca, reconoci¨® su relaci¨®n de amistad con varios responsables de los burdeles precintados en esta investigaci¨®n, entre ellos el cabecilla (por parte de los proxenetas) de la trama, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n, propietario del Queen's y del Colina, con el que jugaba la partida. Carlos Ferm¨ªn V¨¢zquez Somoza, guardia civil en la reserva que en los a?os que se investigan fue el ch¨®fer del ahora coronel Jos¨¦ Herrera Garc¨ªa-Lora, el imputado de m¨¢ximo rango hasta el momento, ya hab¨ªa sido interrogado por la juez a principios de 2010 en calidad de testigo. Con la toma de declaraci¨®n de hace una semana al conductor de su coche oficial, De Lara pretend¨ªa asegurar los cabos que ligan al coronel al caso Carioca. Esta operaci¨®n judicial investiga la mafia de proxenetas y agentes (de la Guardia Civil y las polic¨ªas nacional y local) que dominaba el negocio de los prost¨ªbulos en la ciudad y en otros puntos de la provincia, sobre todo en la costa de Lugo.
Uno de los jefes del burdel Eros le coloc¨® la piedra en su casa de la playa
El ch¨®fer del entonces teniente coronel confirm¨® que sol¨ªa llevar a su jefe a la zona de A Mari?a, pero respondi¨® que no cuando la juez le pregunt¨® por alguna comida en Ribadeo en la que presuntamente participaron Herrera y due?os de un club. El conductor neg¨® en general muchas de las acusaciones realizadas en su contra por varios testigos del caso, pero admiti¨® ser cliente habitual del Queen's, el club en torno al que se tej¨ªa toda la red, y del Scorpio, un local rebautizado como Eros cuyos sucesivos incendios, despu¨¦s de que sus responsables fuesen enviados a prisi¨®n por la juez, tambi¨¦n est¨¢n siendo investigados.
V¨¢zquez Somoza reconoci¨® que sol¨ªa acudir a cada uno de estos burdeles de la ciudad dos veces por semana, pero neg¨® que lo hiciese con su jefe, a pesar de que existen testimonios que afirman que el propio Herrera reconoci¨® que fueron al Queen's juntos. El conductor conoci¨® en el Scorpio a la que ahora es su mujer, una brasile?a que trabajaba en el local y que tambi¨¦n trabaj¨® en el Queen's, pero ante la juez lleg¨® a afirmar que no sab¨ªa si ella ejerc¨ªa como prostituta, ni entonces ni ahora.
Por no saber, el imputado incluso no sab¨ªa en qu¨¦ fecha (hace un a?o en Vilalba) contrajo matrimonio con la chica. Y tampoco recordaba haberla tra¨ªdo desde Madrid en el coche oficial con el entonces teniente coronel, tal y como afirm¨® ante la juez la transportada. La mujer ha asegurado adem¨¢s que el ahora ascendido a coronel los invitaba a los dos a comer en la comandancia, pero su esposo lo niega, al igual que el que hubiese intentado "ama?arle un encuentro" al alto mando con la hermana, tambi¨¦n trabajadora del Queen's, de su pareja. Su incapacidad para recordar llega hasta el punto de que en su ¨²ltima declaraci¨®n en el juzgado dijo no saber si en el club que m¨¢s visitaba se ejerc¨ªa la prostituci¨®n, mientras que en la de hace a?o y medio admiti¨® que s¨ª lo sab¨ªa. Pilar de Lara le pregunt¨®, adem¨¢s, por un coche, de marca Peugeot, que supuestamente recibi¨® como regalo el coronel de manos de Enrique Casti?eira, un empresario que tambi¨¦n le ech¨® al ch¨®fer una mano con su esposa brasile?a, contrat¨¢ndola para que consiguiese los papeles en Extranjer¨ªa.
El conductor del coronel era amigo de Ad¨¢n, el due?o del Queen's, hasta tal punto que el proxeneta lo invit¨® al bautizo de su hija y sol¨ªan jugar juntos la partida en la parrillada Los Olmos. Pero tambi¨¦n era ¨ªntimo de Carlos Ares Vi?a y conoc¨ªa bastante a Jos¨¦ Marcos Grand¨ªo Ascariz, ambos socios en el negocio del Scorpio/Eros. Marcos Grand¨ªo, que adem¨¢s era colocador de piedra, le arregl¨® su casa de la costa, en O Vicedo. La juez le pregunt¨® al ch¨®fer si se lo hab¨ªa hecho gratis, pero ¨¦l lo neg¨®, aunque no pudo aportar una factura ni decir cu¨¢nto le cost¨®. Por su parte, Carlos Ares es amigo del guardia civil, ahora retirado en Brasil, desde hace 15 a?os, y mantiene una relaci¨®n con la hija de su mujer. El proxeneta fue de testigo a su boda con la brasile?a, estuvieron juntos en aquel pa¨ªs y V¨¢zquez Somoza incluso estuvo a punto de montar un negocio de venta de colchones y mosquiteras all¨¢ con una hermana del primero.
Un empleado de Ares acus¨® al ch¨®fer de "facilitar informaci¨®n" y "solucionar los problemas" del due?o del Scorpio. Pero el imputado lo niega, al igual que el que suministrase droga procedente de una redada de la Guardia Civil a un burdel. Por ¨²ltimo, V¨¢zquez Somoza reconoci¨® saber que una persona venida de Canarias, donde ahora est¨¢ destinado Herrera, realiz¨® obras en el cuartel de Lugo, pero no le explic¨® a la juez, tal y como ella persigue, si exist¨ªa "alguna relaci¨®n" entre este empresario y el coronel.
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