Juan Mar¨ªa Bordaberry, de presidente electo a dictador

En 1993, Augusto Pinochet viaj¨® a Uruguay para encontrarse con "varios amigos". Uno de ellos era el expresidente uruguayo Juan Mar¨ªa Bordaberry (Montevideo, 1928). "Vine para recordar los viejos tiempos. Yo soy amigo del general", explic¨® entonces el exmandatario. Protagonista en 1973 de un autogolpe que instituy¨® una sangrienta dictadura militar, Bordaberry gobern¨® Uruguay hasta 1976. En 2006 fue condenado a 30 a?os de prisi¨®n por nueve delitos de desaparici¨®n forzada y seis asesinatos. Muri¨® ayer en su casa en Montevideo, donde cumpl¨ªa arresto domiciliario. Ten¨ªa 83 a?os.

Pese a que Bordaberry lleg¨® democr¨¢ticamente a la presidencia uruguaya en 1972, el 27 de junio de 1973 prohibi¨® los partidos pol¨ªticos, disolvi¨® el Parlamento y cre¨® un Consejo de Estado -controlado por militares- como ¨®rgano superior de su Gobierno. Y mantuvo su cargo. A diferencia de las dictaduras de Argentina, Chile o Brasil, la de Uruguay ten¨ªa a un civil a la cabeza. Su gesti¨®n, sin embargo, era vigilada por las Fuerzas Armadas. La falsa capa democr¨¢tica no disminuy¨® la crueldad del r¨¦gimen. "Uno de cada tres uruguayos ha tenido que viajar al extranjero, uno de cada 50 ha pasado por las c¨¢rceles y uno de cada 100 ha sido torturado", asegur¨® en 1978 el periodista Claudio Trobo a EL PA?S. Una comisi¨®n gubernamental creada en 2000 concluy¨® que la dictadura dej¨® 38 uruguayos desaparecidos en el pa¨ªs sudamericano, 182 en Argentina, 8 en Chile, 2 en Paraguay y 1 en Brasil.

Tras dejar el poder, actu¨® contra los opositores dentro del 'plan C¨®ndor'

Descendiente de inmigrantes de origen vasco-franc¨¦s, Bordaberry naci¨® en 1928 en el seno de una acaudalada familia de terratenientes. Su primer contacto con la pol¨ªtica fue a trav¨¦s de la actividad agr¨ªcola heredada de su padre.

Durante los tres a?os que dur¨® su Gobierno, el peque?o pa¨ªs latinoamericano (con una extensi¨®n de 180.000 kil¨®metros cuadrados) se hundi¨® en una profunda crisis econ¨®mica y mantuvo una cercana colaboraci¨®n con las dictaduras argentina y chilena. Hombre de campo y fumador de pipa, Bordaberry no guardaba la menor simpat¨ªa por las formaciones pol¨ªticas. Precisamente este punto caus¨® su desencuentro con los militares, que lo destituyeron tres a?os despu¨¦s del golpe blando. El mando castrense era partidario de mantener los partidos que no hab¨ªan sido prohibidos y solo estaban obligados a permanecer "en receso", mientras que Bordaberry defend¨ªa la creaci¨®n de un "nuevo Estado uruguayo" en el que desaparecieran todas las formaciones pol¨ªticas. En 1976, los militares decidieron destituirlo del cargo de presidente y lo sustituyeron por otro civil, Alberto Demicheli.

Su desencuentro con los militares, no obstante, no le oblig¨® a dejar el pa¨ªs tras abandonar el poder. El exmandatario se alej¨® de la pol¨ªtica y volvi¨® a su rancho. Investigaciones judiciales concluyeron a?os despu¨¦s que fue durante ese periodo cuando actu¨® como agente del plan C¨®ndor, que consist¨ªa en coordinar los esfuerzos de los servicios de inteligencia de las dictaduras latinoamericanas para el aniquilamiento de opositores, comunistas y subversivos.

La democracia volvi¨® a Uruguay en 1985, pero tuvieron que pasar 20 a?os para que Bordaberry fuera sometido a un proceso judicial. En 2005 enfrent¨® un juicio por el asesinato en Buenos Aires en 1976 de los legisladores uruguayos Zelmar Michelini y H¨¦ctor Guti¨¦rrez Ruiz, as¨ª como de los exguerrilleros Rosario Barredo y William Whitelaw. A la par, tambi¨¦n fue imputado por atentar contra la Constituci¨®n, nueve cr¨ªmenes de desaparici¨®n forzada y otros dos asesinatos. El 16 de noviembre de 2006 fue arrestado, mas solo estuvo un a?o en la c¨¢rcel. Debido a su precaria salud, las autoridades le concedieron el arresto domiciliario en 2007. Ah¨ª se encontraba cuando en 2010 fue condenado a 30 a?os de prisi¨®n por esos delitos. Uno de los nueve hijos de Bordaberry, Pedro, es actualmente senador por el Partido Colorado, la tercera fuerza del pa¨ªs.