Responsable
Todos los ni?os se lo han o¨ªdo decir a Spiderman, cuando el joven Peter Parker toma conciencia de sus capacidades sobrehumanas: "Con el poder llega la responsabilidad". En la crisis financiera actual, donde los amos del mercado se comportan como hooligans de su propio invento, lo que hay es una enorme crisis de responsabilidad antes que otra cosa. Si un empresario hunde su propia empresa y con ello se lucra no asistimos m¨¢s que a una dicotom¨ªa personal resuelta por el lado m¨¢s f¨¢cil.
En el espionaje a particulares de News of the World, la falta de responsabilidad en el desempe?o del oficio, agranda el campo de juego hasta la trampa y el delito. La responsabilidad no se contrapone a la vigilancia externa, como mucha gente se ha cre¨ªdo. Eso ha transmitido un mensaje peligroso: todo est¨¢ permitido mientras no te pillen. Por eso sorprende tanto que las l¨ªneas de defensa del presidente Camps en el caso que se le imputa fueran tan exc¨¦ntricas. Es preciso respetar con ¨¦l la misma norma de presunci¨®n de inocencia que se lucha, sin ¨¦xito, por hacer respetar con otros, pero asegurar que es inocente porque as¨ª lo piensan la mayor¨ªa de votantes de su comunidad que le han respaldado masivamente es un disparate contable. Los juicios no se resuelven al peso. Y Rafael Nadal puede ser el deportista m¨¢s querido y admirado de Espa?a, pero eso no le exime de pagar a Hacienda.
La l¨ªnea defensiva que plantearon sus abogados es a¨²n m¨¢s chocante. Al insistir en que si acept¨® los regalos a cambio de contratos millonarios para la organizaci¨®n de actos p¨²blicos no lo hizo como presidente valenciano, sino como alto mandatario del partido, promueven un delirio. De aceptarse esta esquizofrenia donde uno es una cosa o la otra seg¨²n convenga, habr¨ªa que legalizar la poligamia, porque con una te casas como profesor universitario, con otra como vecino de Alcorc¨®n y con la tercera como socio del Real Madrid. El senador socialista que mont¨® el cirio en una sauna podr¨ªa decir que lo hizo como padre responsable en el proceso educativo de su hijo y no como representante p¨²blico. No ser¨¢ que tanta vigilancia y tanta tutela nos est¨¢ haciendo olvidar el hermoso concepto de la responsabilidad.
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