Nathan Clark, el zapatero que se inspir¨® en el frente
Sus botas, que se basaban en el calzado de los oficiales aliados de la II Guerra Mundial, fueron un ¨¦xito
Bob Dylan, los Beatles y Oasis, las Spice Girls y Jarvis Cocker, Steve McQueen y Sarah Jessica Parker... En uno u otro momento, todos ellos lucieron las desert boots (o botas del desierto), uno de los zapatos m¨¢s famosos en todo el mundo e icono recurrente de la moda a lo largo de los ¨²ltimos 60 a?os. Un dise?o que lleva vendidos m¨¢s de 12 millones de pares en un centenar de pa¨ªses y que sali¨® de la mente de Nathan Clark (Street, Somerset, 1916), industrial del calzado y bisnieto de James Clark, fundador de la famosa firma de zapatos brit¨¢nica. Muri¨® en Nueva York el pasado 23 de junio, a los 94 a?os.
Innovador y siempre entusiasta, la educaci¨®n de Nathan Clark, tanto en Odenwaldschule (Alemania) como en la propia f¨¢brica y el Queen's College de Oxford, tuvo siempre como objetivo su incorporaci¨®n a la firma familiar. Pero ser¨ªan las experiencias que vivi¨® m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito educativo las que conformaron definitivamente su destino y, en parte, el de la marca Clarks. El origen cu¨¢quero de su familia, que les hizo ofrecer desde el principio un trato justo a empleados y clientes, y sus valores de pacifismo, solidaridad y justicia, empujaron a Nathan a alistarse como voluntario en el bando republicano durante la Guerra Civil espa?ola, donde desde 1937 a 1939 fue conductor de ambulancias. Tras un breve periodo como civil, en el que trabaj¨® para la empresa familiar en Irlanda, se uni¨® como oficial a los servicios de intendencia del Ej¨¦rcito brit¨¢nico durante la II Guerra Mundial. Fue destinado a Birmania con el objetivo de construir una ruta de suministros para el Ej¨¦rcito chino, ante la amenaza que representaba Jap¨®n: una carretera que, tras la consecuente invasi¨®n nipona, no lleg¨® a construirse. Clark permaneci¨® all¨ª hasta el final de la guerra, junto con soldados indios y oficiales aliados destinados a la zona tras las campa?as militares del norte de ?frica. Su instinto profesional le sirvi¨® en ambas ocasiones para fijarse en lo que la gente llevaba en sus pies: desde las alpargatas de los campesinos espa?oles hasta las sandalias de los soldados indios y unas botas, de piel de ante y suelo de goma, que trajeron consigo los oficiales aliados desde el continente africano, hechas por encargo en los bazares de El Cairo. Clark vio el futuro en estos calzados un tanto toscos pero tremendamente ¨²tiles, y en el mismo cuartel dise?¨® versiones de estos zapatos con tijeras y papel de peri¨®dico.
Particip¨® en el bando republicano en la Guerra Civil espa?ola
De vuelta a la sede de Clarks en Somerset, Reino Unido, present¨® los prototipos de las desert boots a su familia, que los consider¨® poco apropiados para el p¨²blico ingl¨¦s. Clark, sin embargo, no se rendir¨ªa, y siendo encargado de las ventas internacionales de la firma, decidi¨® en 1949 presentarlos en una feria de calzado en Chicago. La revista Esquire le dedic¨® una p¨¢gina y, a partir de entonces, el modelo empez¨® a acumular un ¨¦xito que, con pocas modificaciones, ha pasado de generaci¨®n en generaci¨®n y durado m¨¢s de seis d¨¦cadas. El modelo viaj¨® pronto a Europa y las botas tuvieron una gran acogida en pa¨ªses como Italia, Alemania y Francia. El propio Nathan Clark recordar¨ªa, a?os despu¨¦s, c¨®mo "en Par¨ªs, en 1968, los estudiantes que protestaban llevaban las botas del desierto en las barricadas". Aunque el ¨¦xito internacional era innegable, no fue hasta bien entrados los a?os sesenta cuando estos dise?os empezaron a ser profetas en su propia tierra.
Clark acabar¨ªa por dejar la firma familiar en 1951, mud¨¢ndose a Nueva York. Sin embargo, mantuvo siempre fuertes lazos con la empresa y los avatares de la bota del desierto que contribuy¨® a popularizar una marca nacida 1825 para fabricar zapatillas de piel de oveja y cuyo logo es hoy reconocible en gran parte del mundo. Nathan Clark fue responsable de muchas innovaciones tecnol¨®gicas y continu¨® dise?ando zapatos toda su vida, porque como ¨¦l sosten¨ªa: "Las modas van y vienen en ciclos de 20 o 25 a?os, as¨ª que siempre est¨¢n surgiendo y desapareciendo estilos diferentes".
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