L¨®pez Abad deja la CAM sin explicar sus 10 a?os de gesti¨®n
La caja lleg¨® a participar en 104 proyectos vinculados al sector inmobiliario
"Empezaremos a salir de la actual situaci¨®n en la segunda parte del a?o que viene. Habr¨¢ una recomposici¨®n de muchas cosas: el precio del cr¨¦dito se va a encarecer para todo el mundo, por lo que tendremos que trasladar como todos esa subida al cliente final". La frase es de Roberto L¨®pez Abad (Alcoi, 1956), exdirector general de la Caja Mediterr¨¢neo (CAM). La pronunci¨® a mitad de julio de 2008. La situaci¨®n sigui¨® empeorando y los tipos de inter¨¦s continuaron bajando, hasta que al final, el pasado viernes, la CAM acab¨® intervenida por el Estado para ser gestionada por tres administradores.
Su pupila y sustituta desde noviembre del a?o pasado, Mar¨ªa Dolores Amor¨®s, rechaz¨® recientemente que nadie de la caja tuviera que asumir responsabilidades. "Hay que asumirlas cuando hay actuaciones no ajustadas a las normas, el derecho o la legislaci¨®n, cuando hay actuaciones ilegales. Y ese no es el caso en absoluto de ninguna de las actuaciones de esta caja", asegur¨® a La Opini¨®n de Murcia el pasado 15 de mayo. Dos meses despu¨¦s, ella y todos sus directivos han sido destituidos y el Estado ha tenido que inyectarle a la CAM 5.800 millones de euros (casi un bill¨®n de pesetas), entre los 2.800 del Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria (FROB) y los 3.000 millones de pr¨¦stamo para otorgarle liquidez ante una posible retirada masiva de dep¨®sitos.
El pasado junio se acogi¨® al ERE para prejubilarse como uno m¨¢s
El exdirector general pilot¨® la fallida 'fusi¨®n fr¨ªa' con Cajastur
Pero L¨®pez Abad ya no est¨¢ en la caja, pese a que fue nombrado director general honorario con car¨¢cter vitalicio cuando la abandon¨® en noviembre del a?o pasado para pilotar la fallida fusi¨®n fr¨ªa con otras tres entidades. Tras ese fiasco, L¨®pez Abad no esper¨® a que se desencadenaran los acontecimientos de la semana pasada en la CAM. El pasado junio se incluy¨® en la lista de 853 bajas incentivadas de la caja.
Desde entonces, uno de los secretos mejor guardados de la CAM es cu¨¢nto dinero ha podido llevarse en el proceso de salida. Se sabe que el acuerdo contempla que los exempleados perciban entre el 90% y el 95% del salario hasta alcanzar los 65 a?os. L¨®pez Abad firm¨® el ERE con 55 y fuentes de la caja estimaban su sueldo en torno al medio mill¨®n de euros anuales. As¨ª que podr¨ªa haber recibido hasta cinco millones de euros por su prejubilaci¨®n. Pero sigue siendo una inc¨®gnita si tuvo un contrato de alta direcci¨®n con blindaje los cinco meses que estuvo en el Banco Base y si lo cobr¨® tras ser expulsada la CAM de la fusi¨®n fr¨ªa liderada por Cajastur. Tampoco se conoce el importe de su plan de pensiones, que puede capitalizar tras su jubilaci¨®n. A¨²n as¨ª, fuentes del consejo de administraci¨®n aseguran que, entre todos los conceptos, el ex director general puede haber ingresado cerca de 10 millones de euros en su salida.
L¨®pez Abad manej¨® desde 2001 el rumbo de la CAM y a ¨¦l se debi¨® su espectacular crecimiento. Su llegada no supuso avance alguno en la estrategia de fusionar la CAM con Bancaja, como pretend¨ªa el expresidente valenciano Eduardo Zaplana, ni en la gesti¨®n de una entidad que fue acumulando lastre del sector del ladrillo hasta hundirse. La enfebrecida carrera de los a?os del boom inmobiliario llev¨® a L¨®pez Abad a vincular a la CAM con Martinsa, Nozar, Polaris o con Francisco Hernando, El Pocero, al que inyect¨® 100 millones de euros para su proyecto en Sese?a. Todos ellos han acabado en concurso de acreedores. De la mano de L¨®pez Abad, la CAM lleg¨® a participar en 66 sociedades y 104 proyectos del sector inmobiliario.
Pero en la err¨¢tica trayectoria de la CAM tambi¨¦n ha influido el alicantinismo mal entendido de sus dirigentes, siempre en competencia con Bancaja por superarla. La mayor¨ªa de ellos abogaron por liderar cualquier proceso de fusi¨®n, ajenos a su situaci¨®n real y al funcionamiento del sistema financiero, que transita por autopistas virtuales y no por ventanillas de sucursales. La CAM quiso primar el volumen de negocio sin valorar la debilidad de sus ratios, y por eso Cajastur la expuls¨® de la fusi¨®n fr¨ªa. Hasta ese escenario traslad¨® L¨®pez Abad su principal problema, querer crecer en volumen sin atender a los m¨ªnimos criterios de prudencia que han manejado otras entidades.
"Los tiempos de crisis son tiempos de oportunidad y tienes que estar preparado", dijo en una ocasi¨®n L¨®pez Abad. Ahora tendr¨¢ tiempo para aprender a tocar alg¨²n instrumento, algo que siempre quiso. Se ha marchado sin dar explicaciones p¨²blicas de lo que ha pasado en su d¨¦cada al frente de la CAM. Entre otras cosas porque nadie se las ha pedido.
Un consejo con muchas prebendas
Si alguno de los 3,3 millones de clientes de la CAM se pregunta c¨®mo se ha llegado hasta aqu¨ª, la respuesta solo se la puede dar Roberto L¨®pez Abad. Forma parte de su organigrama de direcci¨®n desde los a?os ochenta, as¨ª que conoce cada uno de los recovecos de la caja. En la CAM, el cargo de presidente que ostentaba desde 2009 Modesto Crespo es meramente representativo, sin sueldo, y la direcci¨®n de la entidad recae en sus ejecutivos. El consejo de administraci¨®n est¨¢ formado por 20 miembros y su composici¨®n es heterodoxa, pero se ha caracterizado a menudo por la incapacidad de sus miembros para pedir explicaciones y asumir la responsabilidad que les corresponde. En eso ha tenido mucho que ver la gesti¨®n del exdirector general.
Desde que lleg¨® al cargo hace 10 a?os, creci¨® exponencialmente el riesgo que la entidad asumi¨® con sus propios consejeros, que llegaron a acumular pr¨¦stamos blandos con la entidad por importe de 165 millones de euros. L¨®pez Abad tambi¨¦n les ofreci¨® regalos en forma de viajes a pa¨ªses ex¨®ticos con sus familiares. Y, sobre todo, retribuy¨® generosamente la asistencia a los consejos de administraci¨®n y las comisiones o la presencia en compa?¨ªas participadas. En 2010, consejeros y directivos se repartieron 5,8 millones de euros por todo ello.
Por eso no resulta sorprendente que algunos consejeros intentaran d¨ªas antes de la intervenci¨®n de la caja forzar la elecci¨®n de las 10 plazas vacantes en el consejo de administraci¨®n del nuevo Banco CAM con la pretensi¨®n de mantenerse en el sill¨®n antes de que los acontecimientos se precipitaran.
Tambi¨¦n han obtenido jugosas indemnizaciones los altos cargos de la entidad que se han acogido a la prejubilaci¨®n. El ¨²ltimo, Agust¨ªn Llorca, el director general adjunto nombrado en febrero de este a?o. Cinco meses despu¨¦s se va de la caja en la que ha trabajado desde 1972 con dos millones de euros de indemnizaci¨®n.
No es extra?o que L¨®pez Abad se despidiera de la CAM agradeciendo al consejo de administraci¨®n "la confianza y colaboraci¨®n" brindada en el ¨¢mbito personal y a todas sus decisiones.
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