El renacer de la gimnasia rusa
El mejor equipo de las ¨²ltimas dos d¨¦cadas se pone a punto en Palma con vistas a los Mundiales y los Juegos
![Amaya Ir¨ªbar](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F8224b591-881d-4d54-afb8-1da8712339f7.jpg?auth=b7fb55e8fa191bdb441944a570751009bf493df4654c6596931cf2b29a5f6eb0&width=100&height=100&smart=true)
Durante las ¨²ltimas d¨¦cadas la gimnasia rusa fue un gran misterio. Se sab¨ªa que a un centenar de kil¨®metros de Mosc¨², junto a un lago, se alzaba un gris y mastod¨®ntico complejo deportivo en el que viv¨ªan las mejores gimnastas, aisladas, ajenas a la desaparici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, primero, y a la dif¨ªcil transici¨®n a la democracia, despu¨¦s. O no tan aisladas, porque al ritmo que avanzaban las reformas y el dinero escaseaba, esta disciplina perd¨ªa su magia y el equipo ruso, gran dominador de la escena mundial desde los a?os 50, se ca¨ªa del pedestal.
Desde Barcelona 92, cuando logr¨® su ¨²ltimo gran t¨ªtulo por equipos bajo aquella extra?a bandera de la CEI (Comunidad de Estados Independientes), Rusia, la gran Rusia, se acostumbr¨® a un nuevo papel, el de segund¨®n. Hasta el a?o pasado. Un pu?ado de adolescentes, algunas casi ni?as, recuper¨® el orgullo de la gimnasia sovi¨¦tica convirti¨¦ndose en el mejor equipo del mundo, y mira ahora con optimismo, a un a?o vista, a los Juegos de Londres, a la gloria ol¨ªmpica que las emparentar¨ªa con las m¨ªticas Turisheva, Korbut, Davidova, Shushunova...
En tres horas largas de ejercicios, no paran nunca y todas sueltan alguna lagrimilla Huele a disciplina. Ninguna cambia de aparato hasta cumplir los objetivos
Buena parte de ese nuevo grupo, encabezado por la campeona del mundo, la imperturbable y algo inquietante Aliya Mustafina, ha cambiado durante un par de semanas los bosques moscovitas y su habitual enclaustramiento por la soleada, h¨²meda, casi asfixiante en este mes de julio, Palma de Mallorca. Son una decena de adolescentes diminutas -salvo Nabieva y Mustafina todas parecen aut¨¦nticas ni?as- y 21 t¨¦cnicos, entre entrenadores, m¨¦dicos, fisios, una core¨®grafa... (el equipo masculino tambi¨¦n est¨¢ aqu¨ª, pero esa es otra historia).
"Esta no es una concentraci¨®n tan dura como las que solemos hacer", reconoce Alexandr Alexandrov, una verdadera leyenda de la gimnasia, responsable del ¨²ltimo equipo sovi¨¦tico, exiliado m¨¢s de una d¨¦cada en Tejas (Estados Unidos) y recuperado como seleccionador para la causa del renacer de la gimnasia rusa. Cuesta creerlo porque en las tres horas largas que dura la sesi¨®n, las gimnastas no paran un instante y, en un momento u otro, todas sueltan una lagrimilla. Son m¨¢s gimoteos o una reacci¨®n de rabia ante un contratiempo que otra cosa, pero no parecen muy felices con su trabajo. "Es porque el ambiente es muy diferente aqu¨ª", explica luego el seleccionador, divertido y en un ingl¨¦s curioso; "para ellas es muy dif¨ªcil trabajar con este calor. Es normal".
El ambiente es de eso, de trabajo, pero no hay gritos ni malos modos, y huele a disciplina. Cada gimnasta sabe lo que tiene que hacer y no cambia de aparato hasta que cumple los objetivos. Algunas, como la dulce Belokobylskaya en la barra, se atasca y retrasa la hora de salida.
Pero ahora son poco m¨¢s de las 10 de la ma?ana, la sala del Centro de Tecnificaci¨®n de Palma es un horno y las gimnastas trabajan en peque?os grupos en todos los aparatos. Antes, a las siete, han hecho una hora de preparaci¨®n f¨ªsica en la playa y han desayunado en el hotel. "La principal diferencia con nosotros es la carga de trabajo", reconoce Pedro Mir, el anfitri¨®n, y gran responsable del repunte de la gimnasia en la isla.
Lo m¨¢s sorprendente sin embargo es ver a Mustafina en acci¨®n. La campeona se rompi¨® el ligamento cruzado de la rodilla izquierda en el primer ejercicio de los Europeos, en abril. Se oper¨® en Alemania y, aunque protege la articulaci¨®n con una aparatosa protecci¨®n, ya hace algunos ejercicios por partes. La r¨ªtmica del suelo. Molinos en paralelas. Puesta a punto.
El seleccionador no cuenta con ella para los Mundiales de octubre en Tokio: "Veremos c¨®mo est¨¢ despu¨¦s del verano. Si ella est¨¢ bien, quiz¨¢s. Pero lo primero son los Juegos porque es una lesi¨®n muy dif¨ªcil". Tampoco sabe a¨²n si llegar¨¢ Viktoria Komova -"tal vez pueda hacer alg¨²n aparato"-, un prodigio de 16 a?os, imbatida como j¨²nior, la jovencita que m¨¢s expectaci¨®n ha creado en los ¨²ltimos a?os. Un tobillo, hoy fuertemente vendado, la oblig¨® tambi¨¦n a pasar por el quir¨®fano antes de debutar en la m¨¢xima categor¨ªa.
De cerca Komova es a¨²n m¨¢s delgada y no parece que se resienta de la lesi¨®n, pues ya ha recuperado el doble en plancha en suelo, pero es de las m¨¢s quejosas. Ni la m¨²sica de su ejercicio de suelo la hace sonre¨ªr. Tambi¨¦n est¨¢ la campeona de Europa, Anna Dementyeva, con ejercicios mejorados.
"No nos entrenamos al m¨¢ximo, pero tampoco son vacaciones. La principal diferencia es que solo hacemos una sesi¨®n al d¨ªa y la tarde es libre. Las chicas pueden ir de compras, a la playa o simplemente descansar", resume Alexandrov. Todas est¨¢n morenas, as¨ª que lo suyo debe ser la playa.
![Viktoria Komova, imbatida dos a?os como j¨²nior, ensaya un elemento para el ejercicio de suelo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7HXK2LAAWEBGON6ZGIG3OY3QDQ.jpg?auth=85ca897caf3cadd76a8f98f3d9b98f7759a8ce55731313d15cb3f21c4f3a7e63&width=414)
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