El 15-M ante Europa
Los indignados han emprendido el camino de Bruselas tras concluir su manifestaci¨®n en Madrid con la Oda a la alegr¨ªa. Recuperan como s¨ªmbolo europeo la gran coral de Beethoven, lamentablemente apeada del Tratado de Lisboa. Practican la democracia participativa consagrada en el mismo, eso s¨ª como complemento y no como alternativa de la representativa. Ahora, se va extendiendo su dimensi¨®n europea, con un curioso ¨¦xito en Israel. Vasto programa en el que tendr¨¢n que medirse con populismos nacionalistas e insolidarios.
A la vez, los pac¨ªficos "indignados" gritaban contra el Pacto del Euro, no a favor de volver a la peseta. Tampoco en Grecia se pide la vuelta al dracma. Aunque tard¨ªa y contradictoria, la solidaridad europea est¨¢ impidiendo naufragios inevitables si cada pa¨ªs hubiera estado solo bajo la galerna especulativa.
La mejor aportaci¨®n para el futuro de la UE es trabajar juntos para salir de la crisis
Mientras tanto, el euro sigue creciendo. Gorbachov valora como acontecimiento europeo del a?o el ingreso de Estonia en el euro, pa¨ªs que era una rep¨²blica sovi¨¦tica hace 25 a?os, y Polonia, que protagoniza la actual Presidencia del Consejo convertida al europe¨ªsmo, se prepara activamente para entrar.
La cuesti¨®n clave es si se est¨¢ creando una escena pol¨ªtica europea cuando el rescate griego o el diferencial del bono propio con el alem¨¢n est¨¢n tan presentes en las noticias como el tiempo. El Consejo Europeo se configura como un Gobierno europeo con ritmo de reuni¨®n mensual aunque con riesgos por el desplazamiento del m¨¦todo comunitario por el intergubernamental, oportunamente denunciados por Mario Monti al se?alar que el problema real "es la insana cortes¨ªa entre los Estados miembros y la excesiva deferencia hacia los grandes".
Frente a una visi¨®n apocal¨ªptica y negativa, el mejor m¨¦todo para medir los estados de ¨¢nimo de los ciudadanos europeos es el Eurobar¨®metro.
En el ¨²ltimo Eurobar¨®metro, la UE es la instituci¨®n m¨¢s valorada para salir de la crisis, con el 45% de espa?oles y europeos que la califican como eficaz para mejorar la situaci¨®n econ¨®mica, luchar contra el desempleo, ayudar al fomento empresarial y el cr¨¦dito. La opini¨®n de los espa?oles sobre la econom¨ªa en la UE supera en siete puntos a la propia. Los objetivos para 2020 merecen un apoyo del 60% de la opini¨®n p¨²blica europea.
Parece que en Espa?a no se est¨¢ produciendo el repliegue nacionalista que convierte a las instituciones comunitarias en chivos expiatorios. Actitud coherente con la mantenida desde la transici¨®n democr¨¢tica de considerar la apuesta europea como la mejor para el futuro del pa¨ªs.
En estos t¨¦rminos, defender que es mejor m¨¢s Europa no es un acto de fe del carbonero. El debate sobre el pr¨®ximo marco financiero 2013-2020 se abre ahora.
Para Espa?a supone hacer cuentas con un exitoso cuarto de siglo europeo, en el que la solidaridad comunitaria bien utilizada ha sido un aporte clave. Una tesis materialista sostiene que en el momento en que un pa¨ªs pasa a ser contribuyente neto (contestable definici¨®n) se vuelve cuando menos eurotibio. De ah¨ª la necesidad de crear un nuevo relato que sea sugestivo para las nuevas generaciones con Europa como parte de nuestra vida cotidiana y destino compartido.
La respuesta a la crisis del euro no es solo un debate entre pa¨ªses, tambi¨¦n se plantea en la escena europea, y cabe preguntarse si las familias pol¨ªticas europeas funcionan. La cuesti¨®n de su coherencia europea se plantea sobre todo al PPE, que acumula poder al m¨¢ximo nivel en la Comisi¨®n y el Consejo m¨¢s el t¨¢ndem Merkel-Sarkozy. Cuando sus l¨ªderes europeos apelan a la solidaridad, sus socios portugueses, griegos o espa?oles van a lo suyo, dejando que sus primeros ministros socialistas se encarguen de hacer el trabajo sucio frente a la crisis y les dejen el poder lo m¨¢s despejado posible.
La protesta contra el Pacto del Euro se plantea en esencia contra el desigual reparto de las cargas en una crisis provocada por la especulaci¨®n de casino de un capitalismo financiero globalizado sin control. El nuevo marco multilateral del G-20 plantea cuestiones esenciales en lo industrial, comercial y financiero tanto a Europa, como a Estados Unidos y China, con la mayor potencia comunista convertida en el prestamista principal de la mayor potencia capitalista.
Si se ponen en com¨²n la bolsa y la vida como se decidi¨® al crear la UE con la moneda ¨²nica y la ciudadan¨ªa com¨²n, a la larga la escena pol¨ªtica se sit¨²a a ese nivel. Eso es lo que est¨¢ ocurriendo con el paquete de gobernanza econ¨®mica (supervisi¨®n financiera, control de fondos de riesgo, coordinaci¨®n presupuestaria, pol¨ªtica industrial). Temas tan tab¨² desde el Tratado de Maastricht como la creaci¨®n de un responsable econ¨®mico o la emisi¨®n de eurobonos se plantean con urgencia.
La mejor aportaci¨®n para el futuro de la UE es trabajar juntos para salir de la crisis. Para hacer frente al desaf¨ªo del cambio clim¨¢tico, tener peso en el futuro comercial y monetario del mundo globalizado con posiciones de vanguardia en lo digital, energ¨¦tico y, sobre todo, en la formaci¨®n de capital humano, preparar juntos 2020 es esencial. Tambi¨¦n para los indignados europeos, siguiendo a su europe¨ªsta inspirador, St¨¦phane Hessel.
Enrique Bar¨®n Crespo es presidente de la Fundaci¨®n Europea para la Sociedad de la Informaci¨®n.
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