M¨¢s munici¨®n
ESMA (European Securities and Market Authority), el organismo independiente que inici¨® sus actividades a principios de 2011, encargado de asegurar la integridad, transparencia, eficiencia y el correcto funcionamiento de los mercados de valores en el ¨¢mbito de la UE, anunci¨® el jueves por la noche que varios pa¨ªses (Francia, Italia, Espa?a y B¨¦lgica) se dispon¨ªan de forma inmediata a imponer limitaciones a la operativa denominada de short selling (ventas a corto de valores). Este tipo de operativa, consistente en vender valores de los que no se dispone en propiedad tom¨¢ndolos prestados y esperando poder devolverlos tras su posterior adquisici¨®n a precios inferiores a los de la venta inicial, ha sido un mecanismo ampliamente utilizado en situaciones de p¨¢nico vendedor como el de estos ¨²ltimos d¨ªas para generar plusval¨ªas asumiendo un riesgo limitado. Y, desde luego, ha contribuido a amplificar el desplome de algunos valores y Bolsas en un contexto de "mercados rotos".
Las medidas son para situaciones l¨ªmite, pero los problemas de fondo subsisten
En estas dos primeras semanas de agosto, Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale ha perdido m¨¢s de un 30% de su capitalizaci¨®n burs¨¢til, y Cr¨¦dit Agricole o Intesa San Paolo est¨¢n cotizando hoy un 20% por debajo del cierre de julio. Del papel que estaban desempe?ando las ventas a corto es exponente, por ejemplo, el fuerte crecimiento reciente de dichas posiciones sobre entidades espa?olas del que da cuenta la CNMV. Desde la ¨²ltima semana de mayo y hasta finales de julio, las posiciones cortas sobre valores financieros del Ibex 35 pr¨¢cticamente se han doblado, y, aunque no se conoce el detalle de datos posteriores, es presumible que dicho aumento haya sido mayor coincidiendo con las fuertes ca¨ªdas registradas por las Bolsas en todo el mundo en la primera quincena de agosto.
La medida no es novedosa; la conveniencia de regular de forma m¨¢s estricta esta operativa ha estado en la agenda de las autoridades internacionales desde el inicio de la crisis financiera hace ya cuatro a?os, y la prohibici¨®n temporal para la realizaci¨®n de dichas operaciones ha sido adoptada en situaciones similares por distintos pa¨ªses. La novedad reside m¨¢s, en este caso, en su concertaci¨®n entre varios pa¨ªses europeos, llegando Alemania a plantear la extensi¨®n de la medida a toda la UE. Es singular, adem¨¢s, porque se produce poco despu¨¦s de la intervenci¨®n directa en los mercados de deuda por el BCE adquiriendo bonos italianos y espa?oles, para romper una din¨¢mica que amenazaba con un escenario de profec¨ªa autocumplida.
Aunque de naturaleza distinta, ambas tienen como objetivo intervenir directamente en la formaci¨®n de precios de unos mercados que han vuelto a dejar de funcionar correctamente. Si bien necesarias y efectivas, al menos en el corto plazo, no hay que olvidar que est¨¢n planteadas para situaciones l¨ªmite con car¨¢cter temporal y que los problemas de fondo subsisten.
La desconfianza y la incertidumbre se sit¨²an en cotas elevadas, los riesgos de reca¨ªda de la actividad econ¨®mica son evidentes, la pol¨ªtica monetaria apenas tiene recorrido y nos hemos autoimpuesto un cors¨¦ en la pol¨ªtica presupuestaria tras estos a?os de aumento de los d¨¦ficits que puede acabar impactando de forma proc¨ªclica. Limitado arsenal cuando la coordinaci¨®n de las principales autoridades econ¨®micas y financieras internacionales sigue siendo muy deficiente, y la profunda reforma prometida al inicio de la crisis del funcionamiento del sistema financiero, y en particular de los mercados, est¨¢ a¨²n, en el mejor de los casos, a medio camino.
Daniel Manzano y Daniel Su¨¢rez son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas, Afi.
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