Rototom, m¨¢s all¨¢ del reggae
Son cerca de las seis de la tarde y decenas de familias asisten con sus hijos a una charla sobre las deficiencias de un sistema educativo. Detr¨¢s, una pancarta que con el lema Opina, piensa, comparte invita a plasmar utop¨ªas. A pocos metros y a la misma hora un grupo de m¨²sica africana explica con sus ritmos c¨®mo son las fiestas en su lugar de origen. "No tenemos dinero pero s¨ª alegr¨ªa", dice el cantante a su p¨²blico.
En otro punto del recinto se debate sobre los movimientos sociales del 15-M y de la situaci¨®n pol¨ªtica en Italia. Todo ello (y m¨¢s) mientras se celebran talleres de cocina, ecolog¨ªa, se practica equilibrismo, se pintan murales y, tambi¨¦n, se escucha reggae. Porque el RototomSunsplash no es s¨®lo m¨²sica y esto se nota en el ambiente.
Filippo lleg¨® desde Pisa a pie y en 'auto stop' para pedir el regreso del festival
El festival ha recibido en tres d¨ªas a m¨¢s de 70.000 visitantes
"Esto es un reencuentro de la familia Rototom", dice Julia, una joven de Euskadi de 23 a?os que viene por primera vez al festival que se celebra en Benic¨¤ssim hasta el 27 de agosto. Ya vino hace a?os al Festival Internacional (FIB) que acoge este municipio castellonense. El mismo escenario para dos festivales muy distintos. El Rototom, con gente de todas las edades, m¨¢s multicultural y con una clara preocupaci¨®n por los temas sociales que se plasma en la asistencia, entre otras personalidades, de la premio Nobel de la Paz, ShirinEbadi. Frente a un FIB b¨¢sicamente anglosaj¨®n e intereses exclusivamente musicales (lo cual es comprensible porque el primero dura diez d¨ªas y el segundo s¨®lo cuatro), y donde las tendencias y la moda juegan un papel destacado.
"Es un p¨²blico totalmente distinto porque la filosof¨ªa del Rototom es otra y esto se traduce en un festival m¨¢s familiar, multicultural, y donde se viene a vivir una experiencia", explica la alcaldesa de la localidad, Susana Marqu¨¦s. Son tantos d¨ªas, dice, que el festival se vive de otra forma. "Las zonas de acampada no se masifican porque no son cuatro d¨ªas de m¨²sica donde los j¨®venes vienen a disfrutar lo m¨¢ximo posible. Aqu¨ª vienen familias por un par de d¨ªas y luego se marchan", apunta.
Es el caso de Salvia, una vecina de Castell¨®n que ha pagado la entrada de un d¨ªa para acudir con sus primos y los hijos de estos. "Hemos venido a pasar el d¨ªa, hemos hecho yoga, hemos jugado con los ni?os, hemos aprendido recetas de cocina africana...".
El RototomSunsplash ha alcanzado en tres d¨ªas m¨¢s de 70.000 asistentes que vienen de todas partes del mundo. El director del evento, Filippo Giunta, destac¨® durante la presentaci¨®n de esta edici¨®n que Benic¨¤ssim recibir¨ªa a gente de un centenar de pa¨ªses distintos. Sobre todo espa?oles, italianos, franceses y alemanes, pero tambi¨¦n procedentes de Australia, Canad¨¢, Brasil, Uganda... y, como no, Jamaica.
Y entre ellos, un joven de 23 a?os que parti¨® el 1 de agosto de un pueblo de Pisa con la intenci¨®n de llegar a pi¨¦ (y a dedo) hasta Benic¨¤ssim. "Mi viaje es por protesta, porque el Rototom tuvo que salir de Italia tras una persecuci¨®n pol¨ªtica y tiene que regresar", comenta Filippo Orlandim.
Este joven estudiante lleg¨® a Benic¨¤ssim el d¨ªa antes de que comenzara el festival tras recorrer andando y haciendo autostop los casi 1.500 kil¨®metros que separan ambas localidades. "Para ahorrar, he dormido en las playas y en los aparcamientos hasta llegar a Espa?a, porque aqu¨ª los hostales son m¨¢s baratos", apunta. Asegura que ha hecho la mitad del recorrido caminando. A veces obligado por las circunstancias. "Las diferencias entre Italia y Espa?a se notan en todos los ¨¢mbitos, all¨ª estuve m¨¢s de seis horas haciendo autostop y al final tuve que coger un tren, aqu¨ª la gente conf¨ªa m¨¢s en ti", asegura. Su viaje tuvo recompensa. El director le regal¨® la entrada al festival dos d¨ªas antes de que llegara pero sabe que no lograr¨¢ su objetivo: "Har¨ªa falta un cambio de la situaci¨®n pol¨ªtica para que el Rototom regrese".
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