"Reconocer en la ONU al Estado palestino debilita el proceso de paz"

Jorge Moragas (Barcelona, 1965) era un joven diplom¨¢tico destinado en el departamento de Protocolo de la Presidencia del Gobierno cuando Aznar lleg¨® a La Moncloa en 1996. Fue el fontanero mayor de Aznar, Javier Zarzalejos, quien le hizo en 1998 su jefe de Gabinete y le introdujo en el mundo de la pol¨ªtica. Hoy es el jefe de Gabinete de Rajoy y Coordinador de Relaciones Internacionales del PP. Tras la mesa de su despacho en la calle G¨¦nova hay una gran pizarra a modo de agenda mural donde anota las citas de la semana. Este verano ha viajado a Londres y Varsovia para reunirse con los jefes de Gabinete de los primeros ministros David Cameron y Donald Tusk y explicarles la pol¨ªtica exterior que har¨¢ Rajoy cuando sea presidente "si los espa?oles nos dan su confianza", como ¨¦l no se olvida nunca de apostillar. Y es que la primera norma del manual de campa?a del PP, sepultado en su mesa entre un mont¨®n de libros y papeles, es no dar las elecciones por ganadas hasta que se cierren las urnas el pr¨®ximo 20 de noviembre.
"Revisaremos el calendario de retirada de las tropas de Afganist¨¢n"
"No entendemos por qu¨¦ hay que cambiar la posici¨®n de la UE sobre Cuba"
"Nuestra voluntad es tener la mejor relaci¨®n posible con Marruecos"
"La soluci¨®n para el S¨¢hara es un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n"
"El Foro Tripartito solo le ha servido al ministro principal de Gibraltar"
"Nombrar a ¨²ltima hora embajadores socava el sentido de Estado"
Pregunta. La posici¨®n que ha mantenido Espa?a en el conflicto de Libia ?es un ejemplo de consenso bipartidista?
Respuesta. Es una pena, pero solo al final de estos casi ocho a?os de gobierno socialista hemos podido hacer algo conjuntamente [PP y PSOE] y ha sido precisamente en el tema de Libia. Es cierto que nosotros cre¨ªamos que era mejor influir en el proceso de toma de decisi¨®n que intentar sacar alg¨²n tipo de r¨¦dito electoral y heredar en su d¨ªa, llegado el caso, una posici¨®n incorrecta por parte de Espa?a.
P. Ustedes han tenido un canal directo con la ministra...
R. En efecto. Creo que el recambio del titular de la cartera de Exteriores [de Moratinos por Trinidad Jim¨¦nez] ha facilitado un entendimiento muy r¨¢pido.
P. Sin embargo, Espa?a no ha participado en los ataques contra objetivos terrestres como otros socios. ?Ha echado de menos una actitud m¨¢s activa?
R. No creo que sea el momento de recriminar al Gobierno, pero siento sinceramente que gracias a la influencia del PP no hemos llegado demasiado tarde.
P. ?Qu¨¦ har¨ªa el PP con Siria si estuviera en el Gobierno? Italia ha retirado a su embajador...
R. Eso es un contrafactual, porque nosotros no gobernamos todav¨ªa... Creo que hay que ser muy firmes y que la decisi¨®n de retirar a un embajador debe medirse mucho porque, sin ¨¦l, queda muy mermada la capacidad para defender tus intereses. ?sa es la ¨²ltima ratio de la diplomacia, aunque el Gobierno deber¨ªa tenerla encima de la mesa... Y es verdad que ha habido un error continuado en la valoraci¨®n de la naturaleza del r¨¦gimen, de la propia psicolog¨ªa de El Asad por parte del Gobierno. Hemos visto c¨®mo se alababa el esp¨ªritu reformista de alguien que ha demostrado lo contrario. Estamos viviendo un cambio de car¨¢cter hist¨®rico en el mundo ¨¢rabe y Espa?a debe estar con los ganadores, que no pueden ser otros que los que defienden la libertad, la democracia, los derechos humanos y la econom¨ªa de mercado.
P. ?Cree que Espa?a debe apoyar el reconocimiento del Estado palestino en la ONU?
R. Lo que creo es que la ministra de Asuntos Exteriores patina cuando dice que hay un grado de madurez suficiente para el reconocimiento. Nosotros no cuestionamos que haya un Estado palestino, pero pensamos, al contrario que la ministra, que la cuesti¨®n est¨¢ muy verde. Y le dar¨¦ tres razones. Primera, esa pretensi¨®n chocar¨¢ en el Consejo de Seguridad con el veto de Estados Unidos y, por tanto, fracasar¨¢. En segundo lugar, la UE no afronta de forma unida ni un¨ªvoca una decisi¨®n de esa trascendencia. Y la ministra lo sabe. Hay pa¨ªses importantes, como Alemania, que no lo ven con buenos ojos. Vamos a una divisi¨®n del voto europeo en un organismo multilateral que es un gran escaparate internacional; lo que socava, y mucho, el esp¨ªritu del Tratado de Lisboa, que nos empuja a trabajar por una pol¨ªtica exterior com¨²n. Y, en tercer lugar, al ser un acto unilateral, afectar¨ªa negativamente al proceso de paz y a la posici¨®n de la propia UE dentro del Cuarteto. Por tanto, no creo equivocarme si digo que la cuesti¨®n est¨¢ inmadura y que generar¨ªamos m¨¢s frustraci¨®n, m¨¢s inestabilidad... El PP no quiere que Espa?a contribuya a debilitar el proceso de paz y tensionar la relaci¨®n con Estados Unidos por un reconocimiento ineficaz del Estado palestino.
P. Zapatero anunci¨® que en el primer semestre del a?o pr¨®ximo comenzar¨¢ la retirada de las tropas espa?olas de Afganist¨¢n, que debe completarse en 2014. Es posible que cuando deba iniciarse el repliegue ya gobierne el PP ?Se siente comprometido con ese calendario?
R. En general, nos parecen un calendario y un enfoque razonables, si bien nos reservamos el derecho a revisarlo y a introducir variables en funci¨®n de los elementos que obtengamos desde el Gobierno, si los espa?oles nos dan su confianza. Tenemos que ver este proceso con los aliados. Lo que no haremos nunca es actuar por libre ni dejarnos llevar por arrebatos infantiles ni precipitados. Ning¨²n Gobierno de Espa?a debe volver a actuar nunca de forma insolidaria con sus aliados. Eso socava la credibilidad de un pa¨ªs y cuesta mucho recuperarla.
P. ?Hay que reconocer ya la independencia de Kosovo?
R. No estamos es esa posici¨®n es estos momentos. Seguimos pensando que esa independencia se produjo al margen de la legalidad internacional.
P. El entonces ministro Moratinos quiso eliminar la posici¨®n com¨²n sobre Cuba en la UE, que precisamente propuso Aznar...
R. Con Cuba mantendremos una pol¨ªtica coherente con la defensa del inter¨¦s nacional y los valores democr¨¢ticos. Creemos que este planteamiento es perfectamente compatible con lo que defiende la UE. Pensamos que la ola de libertad y democracia que est¨¢ recorriendo el mundo no deber¨ªa orillar la perla del Caribe. La posici¨®n com¨²n contempla un di¨¢logo cr¨ªtico con las autoridades cubanas cuyo contenido, desarrollo y alcance est¨¢n condicionados al respeto a los derechos humanos y a unas reformas pol¨ªticas que conduzcan a una transici¨®n pac¨ªfica a la democracia. Esa es nuestra posici¨®n, pero no es solo nuestra, sino de toda la UE.
P. ?Hay motivos para cambiarla? ?Ha hecho Cuba bastante?
R. En Cuba se han producido algunas t¨ªmidas reformas econ¨®micas, cuyo resultado est¨¢ por ver, y ninguna reforma pol¨ªtica. Si no se ha producido ese cambio no entendemos por qu¨¦ debe modificarse la posici¨®n com¨²n.
P. Las relaciones de su partido con Marruecos han tenido momentos de tensi¨®n, hasta el punto de que en noviembre pasado se celebr¨® una manifestaci¨®n contra el PP en Casablanca. ?No cabe temer un deterioro de las relaciones con Rabat si gana?
R. No. Claro y taxativo. Nuestra voluntad es tener la mejor relaci¨®n posible con el Reino de Marruecos desde el respeto mutuo y la m¨¢xima cooperaci¨®n. Como dijo Rajoy, es mucho m¨¢s lo que nos une que lo que nos separa. Queremos profundizar las ¨¢reas de inter¨¦s com¨²n, como la cooperaci¨®n econ¨®mica, la antiterrorista y la cultural, e intentaremos acercar posiciones en aquellos asuntos en los que no hay coincidencia.
P. ?Habr¨¢ un cambio en la relaci¨®n bilateral?
R. Yo le puedo decir cu¨¢l ser¨¢ nuestra intenci¨®n, nuestra actitud, nuestra voluntad... pero al ser bilateral depender¨¢ tambi¨¦n de la otra parte, aunque estoy convencido de que Marruecos coincide en este planteamiento.
P. ?La soluci¨®n al conflicto del S¨¢hara pasa por un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n?
R. Nuestra posici¨®n es la que ha aprobado el Congreso recientemente, que se remite a la legalidad internacional y contempla evidentemente la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Y esta soluci¨®n deber¨ªa ser aceptada y negociada por las dos partes: Marruecos y el Polisario. Lo que fue absurdo es abandonar el principio de la neutralidad activa, que hunde sus ra¨ªces en los albores de la transici¨®n, como hizo Zapatero nada m¨¢s llegar el poder cuando, a la salida del palacio de El El¨ªseo, dijo que en seis meses se iba resolver el problema del S¨¢hara. ?l se aline¨® con las tesis francesas, m¨¢s cercanas a las marroqu¨ªes, mientras que nuestra idea es volver a esa posici¨®n centrada, moderada y ajustada a la legalidad internacional. Tenemos una responsabilidad hist¨®rica que nos obliga a no mirar hacia otro lado.
P. ?Tiene sentido mantener el Foro Tripartito de Gibraltar? ?Beneficia en algo a Espa?a?
R. No mucho, la verdad. Nos reservamos el derecho a revisar en profundidad ese formato, que solo ha servido para que el ministro principal de Gibraltar se dedique a plantear cuestiones de soberan¨ªa que la legalidad internacional no le permite. Creo que este invento del exministro Moratinos se ha convertido en un coladero de intereses ajenos al inter¨¦s nacional de Espa?a.
P. ?Y la Alianza de Civilizaciones?
R. No est¨¢ en nuestro orden de prioridades. El gran objetivo de Mariano Rajoy no ser¨¢ ese ejercicio ret¨®rico de futuro incierto, sino una pol¨ªtica exterior al servicio del crecimiento econ¨®mico, la creaci¨®n de empleo y la recuperaci¨®n de nuestra reputaci¨®n internacional.
P. Rajoy ha estado m¨¢s interesado en la pol¨ªtica dom¨¦stica que en la internacional, aunque ahora estudie ingl¨¦s...
R. Desgraciadamente, la situaci¨®n del pa¨ªs le ha absorbido mucho, aunque cada a?o ha hecho viajes al extranjero y ha mantenido contactos regulares con dirigentes de todo el mundo. Si es presidente del Gobierno ser¨¢ activo en este terreno, porque es plenamente consciente del grado de interdependencia que existe hoy d¨ªa. Efectivamente, est¨¢ estudiando ingl¨¦s, es tremendamente disciplinado y yo le admiro por encontrar tiempo con la agenda que tiene... En cualquier caso, no har¨¢ una pol¨ªtica exterior guiada por la ansiedad, buscando r¨¦ditos electorales y dividiendo al pa¨ªs. Ofrecer¨¢ un proyecto de pol¨ªtica exterior fundado en la idea de concordia y en la voluntad profunda de construir un consenso que deje a la pol¨ªtica exterior al abrigo de los avatares de la pol¨ªtica dom¨¦stica. No haremos como Zapatero, que actu¨® con la clara voluntad de desandar un camino que en la mayor¨ªa de sus pasos era correcto: el que traz¨® el Gobierno anterior. Espa?a necesita una pol¨ªtica exterior constante que genere fiabilidad y certidumbre. Nosotros dejamos el Gobierno siendo Espa?a la octava potencia mundial y ahora, si los espa?oles nos dan su confianza, volveremos con Espa?a en la posici¨®n duod¨¦cima. Y eso porque en pol¨ªtica internacional nadie te espera. Espa?a he dejado de ser puerta de entrada para Iberoam¨¦rica...
P. ?Ha vuelto Espa?a al rinc¨®n de la historia, parafraseando a Aznar?
R. [Sonrie] Si trabajamos todos juntos por este objetivo, volveremos a sentirnos orgullosos de nuestro pa¨ªs.
P. ?Mantendr¨¢ el PP a los embajadores que han sido nombrados en los ¨²ltimos meses?
R. Creemos que nombramientos deliberados a pocos meses de las elecciones socavan el sentido de Estado que debe inspirar cualquier pol¨ªtica exterior. Y nos reservamos el derecho a nombrar embajadores de acuerdo con la nueva direcci¨®n pol¨ªtica que necesita el pa¨ªs. Aunque algunos probablemente sean ¨®ptimos, habr¨¢ que ver caso por caso.

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