Libia pasa factura a la pol¨ªtica exterior de Merkel
El desmarque alem¨¢n del conflicto debilita al ministro Westerwelle
El ministro de Exteriores alem¨¢n, el liberal Guido Westerwelle (FDP), seguir¨¢ en su puesto pese a las cr¨ªticas generalizadas a su gesti¨®n en el conflicto de Libia, que aisl¨® a Alemania de sus aliados occidentales. La reciente toma de Tr¨ªpoli por parte de los rebeldes libios ha devuelto al tapete pol¨ªtico la abstenci¨®n de Westerwelle en el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado marzo, cuando se aprobaron las sanciones contra Gadafi.
Con su negativa a apoyar dicha resoluci¨®n 1973 y con su rechazo a participar en las operaciones militares contra el dictador libio que lideraron Francia, Reino Unido y Estados Unidos, Westerwelle desmarc¨® a Alemania de su grupo de aliados m¨¢s pr¨®ximos. Se aline¨® en la ONU con Rusia, China, India y Brasil, socios comerciales cada vez m¨¢s importantes para Alemania. La decisi¨®n dej¨® perplejos a muchos liberales y a buena parte de la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel.
Ahora Berl¨ªn quiere participar en la "reconstrucci¨®n econ¨®mica" libia
Westerwelle obtuvo ayer el apoyo del FDP en una reuni¨®n celebrada por los 93 diputados liberales de Parlamento (Bundestag). El pasado mayo, el ministro de Exteriores dej¨® la presidencia del partido y la vicecanciller¨ªa federal despu¨¦s de que el FDP sufriera una larga serie de derrotas electorales. Su sucesor en ambos cargos, el actual ministro de Econom¨ªa y vicecanciller Philipp R?sler, declar¨® ayer que "no es necesario discutir" sobre el futuro de Westerwelle. Por ahora, seguir¨¢ al frente de la diplomacia alemana.
Entre los analistas pol¨ªticos circula la opini¨®n de que a Westerwelle lo han indultado por las elecciones en los Estados de Berl¨ªn y Mecklemburgo-Pomerania Anterior, que se celebrar¨¢n en las pr¨®ximas semanas. La coalici¨®n de Merkel, en serios aprietos de imagen y descalabrada en todos los sondeos, no puede permitirse ahora una nueva crisis de Gobierno, poco antes de las ¨²ltimas citas electorales del a?o.
Cuando los rebeldes libios entraban en Tr¨ªpoli, Westerwelle se apresur¨® a ensalzar la "contribuci¨®n alemana" a la ca¨ªda de Gadafi. La sorpresa fue general, puesto que Alemania se hab¨ªa negado a apoyar la zona de exclusi¨®n a¨¦rea aprobada el 17 de marzo en la ONU, en cuyo Consejo de Seguridad es miembro de turno. Tras abstenerse, Westerwelle orden¨® la retirada de los buques de guerra alemanes del mando mediterr¨¢neo de la OTAN. Sin embargo, Westerwelle se ufanaba la semana pasada de su contribuci¨®n por "v¨ªas diplom¨¢ticas" al derrocamiento del r¨¦gimen de Gadafi. Se refiere Westerwelle al embargo de armas, aplicado mediante un bloqueo mar¨ªtimo de la flota mediterr¨¢nea de la OTAN. Obviamente, sin los barcos alemanes, retirados por Westerwelle. Ahora, Alemania quiere "participar en la reconstrucci¨®n de la econom¨ªa" de Libia.
Westerwelle no reconoci¨® p¨²blicamente ning¨²n m¨¦rito en la operaci¨®n militar de la OTAN durante una semana. Lo hizo el domingo, despu¨¦s de que la direcci¨®n del FDP presionara al ministro. Al d¨ªa siguiente, incluso uno de sus portavoces ministeriales sali¨® a desmentir los insistentes rumores de dimisi¨®n. Merkel dijo, tambi¨¦n el lunes, que conserva "la confianza" en su ministro.
Los cr¨ªticos a la abstenci¨®n de marzo en la ONU consideran que se debi¨® a la proximidad de dos importantes elecciones regionales este a?o. Alemania mantiene un considerable contingente de tropas en la misi¨®n ISAF de la OTAN en Afganist¨¢n. El despliegue militar cuenta con escaso apoyo entre la poblaci¨®n, de modo que la abstenci¨®n pudo responder a c¨¢lculos electorales de la coalici¨®n de centro-derecha que dirige Merkel. Si fue as¨ª, les sali¨® mal: CDU y FDP encajaron sendos reveses tanto en Baden-W¨¹rttemberg como en Renania-Palatinado. Westerwelle ha pasado los ¨²ltimos cinco meses explicando que se abstuvo por sus "dudas" sobre la viabilidad de la operaci¨®n militar.
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