Brangul¨ª, Bonells y la Barcelona nazi
Las fotos de Brangul¨ª que se muestran en el CCCB han despertado el inter¨¦s que merece este fot¨®grafo de primera en tiempos fieramente interesantes, desde la Semana Tr¨¢gica hasta la entrada de las tropas franquistas en Barcelona y su correlato hasta 1945. Todas son evocadoras, por su calidad formal y su firme condici¨®n de recuerdo para las generaciones que vivieron aquellos a?os y las posteriores. Pero hay unas que, pr¨¢cticamente borradas de la memoria colectiva, no deber¨ªan pasar desapercibidas. Son fotos que testimonian la huella nazi en Barcelona.
Mientras las ve¨ªa y las remiro en el cat¨¢logo, pienso en Jordi Bonells, uno de los mejores escritores que ha dado la ciudad y que, por su condici¨®n n¨®mada, tambi¨¦n entre lenguas (Bonells, que vive en Francia, escribe en espa?ol argentino y en franc¨¦s), es un candidato a ser otro Brangul¨ª, a quien estamos descubriendo a los 56 a?os de su muerte. Como ¨¦l, tambi¨¦n es un testigo de aquella Barcelona nazi. Y como Brangul¨ª, no es un in¨¦dito: sus libros se publican, como las fotos de aquel se publicaron en su tiempo. Pero aqu¨ª seguimos haciendo como quien oye llover cuando se habla de la Barcelona nazi o, si la expresi¨®n asusta, de la presencia nazi en Barcelona.
Entran ganas de saber cu¨¢les eran los libros expuestos en 1942 y cu¨¢l la llamada arquitectura moderna alemana
Las fotos de Brangul¨ª en cuesti¨®n son unas pocas entre las muchas que dispar¨® y conservan sus archivos, que suman tambi¨¦n las de su saga, sus continuadores en la fotograf¨ªa ya en vida suya. Vemos llegar al aer¨®dromo de El Prat del Llobregat, en 1940, a Heinrich Himmler, jefe de la guardia personal de Hitler, las SS, y jefe de la polic¨ªa pol¨ªtica del III Reich, la Gestapo. Brangul¨ª levanta acta despu¨¦s de la inauguraci¨®n, en 1941, de la Exposici¨®n del libro alem¨¢n, en el paraninfo de la Universidad de Barcelona, un nutrido grupo de civiles, entre los que se cuentan tres mujeres, api?ados junto a una enorme esv¨¢stica que cuelga de uno de los muros universitarios. Al a?o siguiente, 1942, el fot¨®grafo se queda a las puertas engalanadas con esv¨¢sticas del palacio del parque de la Ciutadella, donde se inaugura la exposici¨®n Arquitectura moderna alemana. Vienen ganas de saber cu¨¢les eran aquellos libros expuestos y cu¨¢l la arquitectura moderna alemana, en la que el siempre alabado arquitecto Albert Speer sin duda deb¨ªa brillar en la ciudad que hab¨ªa levantado en 1929 el pabell¨®n Mies van der Rohe, uno de los artistas "degenerados" seg¨²n la est¨¦tica nazi.
Jordi Bonells no estaba por all¨ª, faltaban a¨²n algunos a?os para que naciera, en 1951. En casi todas sus novelas, hasta la fecha, el escritor se zambulle en su infancia y adolescencia, incluso cuando no lo pretende, como en Dar la espalda (Alianza, 2009), para encontrarse frente a frente con un pasado que su ciudad no quiere considerar. Lo cuenta con lucidez y humor en Esperando a Beckett (Funambulista, 2006), un relato de sus a?os como hijo del ch¨®fer de la torre del 45 de la calle de Iradier, ya desaparecida, salt¨® por los aires para acoger a una de las patas del cintur¨®n de ronda del lugar. El padre, un antiguo anarquista, rehace su vida como ch¨®fer de una familia alemana de la que el joven Bonells solo quiere alejarse para, con los a?os, aceptar que es su materia literaria profunda, esa Barcelona nazi que de alguna forma intu¨ªa. Bonells es un novelista investigador, que indaga en archivos y memorias de otros, no solo en la suya. Aunque se largue a Buenos Aires a situar a sus personajes y su enorme deseo de contar el presente, ese presente que incluye el pasado que, a su vez, incluye el futuro, no deja de encontrarse, una y otra vez, con su nazi.
Ese herr Wolfgang Just nacido el 31 de julio de 1901 en Leipzig y miembro del partido nazi desde cuatro meses despu¨¦s de la llegada de Hitler al poder, adhesi¨®n confirmada en marzo de 1937 y en mayo de 1941, director de la casa Hoescht en Espa?a, miembro del consejo de administraci¨®n del Colegio Alem¨¢n de Barcelona y, finalmente, presidente en Espa?a de la C¨¢mara de Comercio Alemana entre 1967 y 1973 (Dar la espalda, p. 261). ?Es uno de los civiles presentes en la foto de Brangul¨ª en el paraninfo de la Universidad de Barcelona? Podr¨ªa ser. Si lo queremos saber, claro.
Merc¨¨ Ibarz es escritora.
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