La factura del cemento
Tras el r¨¦cord de 18 retiradas en el torneo y sus calambres, Nadal busca sus dos se?as de identidad: la solidez f¨ªsica y la mental
La brisa que sacude las hojas de los ¨¢rboles llega con rumores de lluvia y acompa?a el paso quedo de Rafael Nadal, que hoy se enfrenta en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos al luxemburgu¨¦s Gilles M¨¹ller. Sobre las piernas del espa?ol han descansado ya bolsas de hielo. Sobre su cu¨¢driceps y su isquio, electrificados el domingo por dos violentos calambres, se han afanado ya las manos de Rafael Maym¨°, su fisioterapeuta. Sobre esos m¨²sculos explosivos, en plenitud durante la pr¨¢ctica, ya han actuado las bebidas hidratantes y proteicas. Nadal se entrena de buena ma?ana, evitando el calor. Durante el torneo, el cemento de las pistas ha alcanzado los 50 grados. "Hay una epidemia de ampollas", describe Ignacio Mu?oz, el m¨¦dico de la federaci¨®n. Peor: 14 tenistas han abandonado sus partidos (el r¨¦cord era 12, en Wimbledon 2008) y otros cuatro ni siquiera salieron a disputarlos.
"El problema fue por el calor, la humedad y el exceso de sudor", explica Toni
Federer cree que muchos jugadores han disputado m¨¢s partidos de la cuenta
"Rafael no tiene ning¨²n problema. El calambre no tiene importancia", dijo Toni Nadal sobre su sobrino. "Ya lo tuvo en el vestuario, fruto del calor excesivo, de la humedad y de sudar m¨¢s de la cuenta", continu¨® el t¨¦cnico, que vio c¨®mo el n¨²mero dos mundial perd¨ªa el saque contra el argentino David Nalbandian cuando serv¨ªa para hacer suyo el encuentro (le ha ocurrido en cuatro de sus seis ¨²ltimos partidos, excluido el ganado por abandono del franc¨¦s Nicolas Mahut en la segunda ronda) y que sabe que esas dudas se reflejan sobre todo ante el serbio Novak Djokovic: en cuatro de las cinco derrotas contra ¨¦l en 2011, el espa?ol perdi¨® el saque justamente cuando se jugaba igualar el marcador o perder un parcial. "He echado en falta un pel¨ªn de tranquilidad a la hora de cerrar el partido", admiti¨® el mallorqu¨ªn tras vencer a Nalbandian. "Lo que le pas¨® es que sac¨® a contraviento", continu¨® Toni, "y, por lo que me dijo luego, es que estaba bastante cansado en el tercer set".
Los problemas f¨ªsicos de Nadal, esos calambres y ese cansancio bajo el tremendo sol del verano, son el ¨²ltimo argumento de un debate, el de las 18 retiradas, que divide al vestuario en tres bandos. Uno, el mayoritario, se lanz¨® a criticar la dureza del cemento ("matapersonas", le calificaron) y se felicit¨® por que el pr¨®ximo curso se reduzca en dos semanas el calendario. Otro, el de los m¨¦dicos, evit¨® las explicaciones maximalistas ("no hay una causa com¨²n: hay desde torceduras de tobillo hasta fiebres; influye la acumulaci¨®n de partidos en la temporada"). Y el tercero, tan minoritario que solo incluy¨® a un tenista, aport¨® otra perspectiva. El suizo Roger Federer, que anoche jug¨® contra el argentino Juan M¨®naco en los octavos, tambi¨¦n plante¨® la responsabilidad de los tenistas. "?Hubo alguno que quiz¨¢s jug¨® demasiado este a?o?", se pregunt¨® el n¨²mero tres, subrayando sin decirlo que solo los mejores (¨¦l mismo, Djokovic, Nadal y el brit¨¢nico Andy Murray) descansaron tras Wimbledon mientras que los restantes persegu¨ªan m¨¢s puntos y m¨¢s dinero en torneos menores. "?Hubo alguno que quiz¨¢s estuvo demasiado tiempo jugando lesionado?", insisti¨®, pensando quiz¨¢s en todos los que se esforzaron en challengers y otras citas para lograr los puntos necesarios para superar el corte de entrada al grande norteamericano, que asegura 19.000 d¨®lares, casi 13.500 euros, a los derrotados en primera ronda. "Eso sale a relucir en partidos a cinco sets. En esas circunstancias no se puede ocultar", concluy¨®.
Nunca hubo un tenista que dominara tanto con la mente como Nadal. Hoy tiene calambres y dudas. Tambi¨¦n, un plan. Primero, superar el duro escollo de M¨¹ller, un sacador tremendo. Luego, con las piernas afinadas por los cinco sets de esta competici¨®n, la compensaci¨®n necesaria para un verano sin casi partidos, asaltar el t¨ªtulo como Atila con sus ej¨¦rcitos. Seg¨²n gane confianza, intentar¨¢ aumentar la velocidad de su servicio. Seg¨²n recorra kil¨®metros, la fuerza en las piernas. Y seg¨²n pueda ir ganando encuentros, Nadal, hoy irregular, se parecer¨¢ a¨²n m¨¢s a s¨ª mismo, al campe¨®n que destruye cerebros.
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