Tengo derecho a mi fiesta
La Valencia Fashion Week cierra la XI edici¨®n con un giro hacia el lado m¨¢s l¨²dico y tur¨ªstico
Pues ya est¨¢. La Valencia Fashion Week es ya todo un evento social. En may¨²sculas. Si el acoplamiento moda y arte no cuaj¨® en su d¨ªa, si la profesionalizaci¨®n se ve empa?ada por la recesi¨®n econ¨®mica, la organizaci¨®n de la pasarela emprende h¨¢bilmente una "tercera v¨ªa" por la vereda de lo l¨²dico y el turismo. Ocio y negocio. Oigan, y la jugada les ha salido redonda. Tras la acertada explosi¨®n tonal, y muy contempor¨¢nea (ahora s¨ª, ahora s¨ª), de la colecci¨®n de Alex Vidal, anoche el ?gora era una fiesta.
Entre la propuesta jaranera del Blackspace, con su mercadillo y line-up de DJs, y los espectaculares desfiles de ropa de ba?o en la pasarela flotante -hay que destacar la aventurera colecci¨®n de Teresa Llorens para la firma valenciana Little Kiss- aquello era un hervidero de p¨²blico. Porque la moda es como es, y se adjudica no poca libertad de movimientos.
La organizaci¨®n de la pasarela emprende una "tercera v¨ªa"
Destac¨® la propuesta de Dragomir Krasimirov
Al tema. Tercera, y abigarrada jornada con un marcado acento actual, y que sirve de prueba de fuego para un nutrido n¨²mero de nuevos nombres en la pasarela. ?Banzai! Y todo esto, con permiso del veterano Momp¨®, que de cl¨¢sico que es resulta modern¨ªsimo. A (re)descubrir. As¨ª, el v¨ªnculo entre los corpus fashionistas de los seis dise?adores de la Zona D adquiere una nueva dimensi¨®n en su com¨²n inter¨¦s por epatar al espectador trendsetter que ha visto muchas revistas de tendencias, pero que sigue comprando su ropa en el H&M. Porque la cosa est¨¢ no ya dura: dur¨ªsima. Paradoja: es la sangre fresca de unos creadores en una industria que acaba desangr¨¢ndoles para poder realizar sus colecciones pr¨ºt-¨¤-porter. Lo dije. Y no quer¨ªa.
De las seis propuestas presentadas destac¨® considerablemente la del dise?ador de origen b¨²lgaro Dragomir Krasimirov (Premio Zona D) Muzane -es importante dejarlo claro en esta peque?a presentaci¨®n hay una gran colecci¨®n- vestidos de cortes asim¨¦tricos resueltos en texturas vaporosas y semitransparentes comparten protagonismo con la cuerda r¨²stica y el punto, d¨¢ndole un nuevo giro a la prenda. El resultado es una colecci¨®n precisa, de elegancia contenida, en la que la econom¨ªa expresiva crom¨¢tica suma en vez de sustraer. Seductor.
Por la tarde, el dise?ador italiano Paolo Coppolella visti¨® la pasarela con una colecci¨®n ferozmente enfocada: estudiada simplificaci¨®n para la mujer e interesante incursi¨®n en el armario masculino. Se arriesg¨® con los hombres y sali¨® ganando. Ellos en juegos de blanco, gris, azul (casi) el¨¦ctrico y golpes de floral-print. Todo en algod¨®n, laborioso punto y lino. La desigual colecci¨®n que present¨® Maudit, Naufrago, le report¨® una tibia acogida. Hay un fascinante punto conceptual en la colecci¨®n de este d¨²o. De sus tres lineas mostradas la m¨¢s atrayente fue la de tonos crudos, con sus siluetas entalladas y su limpieza en los patrones.
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