La aventura 'heavy' de Mick Jagger
El l¨ªder de los Rolling Stones forma por primera vez parte de una banda paralela, que mezcla g¨¦neros y en la que participa un hijo de Bob Marley
Debe ser extra?o ser Mick Jagger. Cantar durante cinco d¨¦cadas en la banda m¨¢s famosa del mundo. Ver tu boca convertida en un logo. Vivir en un remolino de mujeres, aut¨®grafos y adulaci¨®n. Es normal que las 68 primaveras no se vivan como las de un tipo de a pie. Porque a la edad en la que cualquiera con a?os y millones a sus espaldas disfruta de la balsa de aceite de la madurez, Jagger decide fundar una nueva banda. La primera a la que pertenece desde la formaci¨®n de los Rolling Stones.
La iniciativa surgi¨® de Jagger y su vecino de mansi¨®n en Jamaica, Dave Stewart, excomponente de Eurythmics. La idea de Stewart era la mezcla de dispares g¨¦neros musicales, algo parecido a lo que escuchaba cuando diferentes equipos de sonido se despertaban en la noche jamaicana. "La imagen de Dave en su colina jamaicana es una buena historia, una buena inspiraci¨®n, y estoy seguro que un momento m¨ªstico, pero yo no estaba all¨ª", comenta socarr¨®n un Jagger muy delgado y con traje azul de banquero. "Dave no paraba de decirme que su sue?o era hacer un nuevo tipo de disco. Yo le repet¨ªa que ten¨ªa que ser m¨¢s claro", recuerda. "No quer¨ªamos estar los dos solos, as¨ª que pensamos en reclutar artistas de diferentes estilos, que quisieran integrarse en el estudio: dar y tomar".
Siguiendo la tradici¨®n de los supergrupos, se a?adieron tres afamados nombres. Damian Marley —artista reggae y el hijo peque?o de Bob Marley—, Joss Stone, cantante brit¨¢nica de soul de 24 a?os, multiplatino desde los 16, y A. R. Rahman, afamado compositor indio ganador de dos oscars por la banda sonora original de Slumdog millionaire. El quinteto se bautiz¨® como SuperHeavy, aludiendo al ic¨®nico peso superpesado Muhammad Ali.
Sin ning¨²n tipo de material preparado, se encerraron durante 10 d¨ªas en un estudio de Los ?ngeles. "Dejamos que todos contribuyeran, aunque improvisar temas en el calent¨®n del momento no es nunca una buena idea", comenta el stone. "Yo no quer¨ªa que grab¨¢semos una gran jam session. Buscaba canciones con comienzos y estribillos, aunque al final ha habido excepciones". Despu¨¦s de otros 10 d¨ªas y los esfuerzos de Jagger y Stewart en posproducci¨®n, el resultado de t¨ªtulo hom¨®nimo y editado por A&M (Universal) es un simp¨¢tico embrollo. En el v¨ªdeo de su primer single, Miracle worker, Jagger interpreta a un curandero vestido de rosa que baila espasm¨®dicamente a ritmo reggae. "No me siento m¨¢s joven gracias a este nuevo proyecto. Ojal¨¢", comenta sobre la experiencia de trabajar con artistas de menos edad.
El cantante ha podido rimar junto a Damian Marley el colof¨®n a una afici¨®n a la m¨²sica jamaicana que comenz¨® durante la d¨¦cada de los sesenta. "Entonces se denominaba blue beat. ?bamos a bailarlo a un club en la improbable zona de Mayfair [acaudalado barrio londinense]. Posteriormente, en los a?os setenta, entr¨¦ en contacto con la m¨²sica de Bob Marley, al que conoc¨ªa bien".
Adem¨¢s, canta fragmentos en s¨¢nscrito, principalmente de tem¨¢tica religiosa, introducidos por Rahman. "De joven me interesaba la m¨²sica india porque estaba ligada a las drogas. Te hac¨ªa entrar en un estado de trance. Ahora viajo a India un par de veces al a?o. Me apena no haber aprendido a cantar a la manera tradicional hind¨², porque es un buen truco de sal¨®n para animar fiestas".
En SuperHeavy, morritos Jagger comparte micr¨®fono con otros tres vocalistas (Stone, Marley y Rahman), pero mantiene que su condici¨®n de vaca sagrada del rock no le garantiza el bast¨®n de mando: "Es algo parecido a una democracia. Al menos m¨¢s democr¨¢tica que la mayor parte de las formaciones". Lo que no quita que el artista siga manteniendo esos aires de gran figura que le hicieron ganarse el apodo de Su Majestad entre los Rolling Stones. "No he aprendido nada nuevo con este proyecto", afirma. "Tiene m¨¢s que ver con la idea de crear algo. Es un ¨¢lbum sin parang¨®n. No he escuchado nada igual".
El artista londinense ha solicitado opini¨®n de sus compa?eros de los Stones sobre su nueva aventura musical. "Le puse el CD de SuperHeavy a Ronnie [Wood] y Charlie [Watts] y les ha encantado". De Keith Richards, con el que comparte a?os de amores, odios, rencores y pugnas por el liderazgo de los Stones, no habla. Jura no haber le¨ªdo Vida, la autobiograf¨ªa de Richards donde el guitarrista retrata a Jagger como un narciso "insoportable" y traicionero y se burla del tama?o de su pene. "Si empiezo a hablar sobre ese tema, no tengo horas suficientes en el d¨ªa", contesta Jagger imp¨¢vido.
Pero ni los desplantes de Richards, ni una nueva banda sin rencillas conseguir¨¢n frenar esa m¨¢quina de vender entradas que es hoy los Rolling Stones. Y eso Jagger lo entiende bien. "Con SuperHeavy no ten¨ªamos nada que perder", opina. "No daremos conciertos. Realmente no quiero ir de gira con esta gente. Cada cual tiene sus cosas que hacer".
Babelia
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