Las deserciones se multiplican en el Ej¨¦rcito de El Asad
Seg¨²n la ONU, al menos 2.200 civiles han muerto desde el mes de marzo por la represi¨®n del r¨¦gimen sirio
"?Que Dios les proteja!" "?Larga vida a nuestros h¨¦roes!" grita un pu?ado de civiles en el barrio de Bab Sbaa en Homs (Siria) a unos soldados asustados que, tras bajarse de un cami¨®n militar, son besados y abrazados. En esa misma ciudad, hace diez d¨ªas, una muchedumbre agolpada en una gran avenida aplaud¨ªa a rabiar a unos desertores del Ej¨¦rcito que saludaban desde el balc¨®n de un edificio.
Uniformado y r¨ªgido, Ahmed Mohamed Abdelrahman se presenta ante la c¨¢mara como miembro de la polic¨ªa militar siria y ense?a su documentaci¨®n. Explica que est¨¢ destinado en Deraa, una de las ciudades que m¨¢s han padecido la represi¨®n, y que las denuncias que ponen los civiles contra las exacciones cometidas por el Ej¨¦rcito son "papel mojado". El cuerpo al que pertenece deber¨ªa investigarlas, pero recibi¨® ¨®rdenes de achacar las brutalidades a inexistentes grupos terroristas.
Entre 700 y 1.200 soldados y suboficiales han dejado las filas
Una escisi¨®n en la c¨²pula de seguridad propiciar¨ªa el fin del Gobierno de Damasco
Desde principios de mes se multiplican los v¨ªdeos en Internet anunciando deserciones en las filas de las Fuerzas Armadas de Siria cuya represi¨®n ha costado la vida, desde marzo, a 2.200 civiles, seg¨²n la ONU, a m¨¢s de 3.000, seg¨²n el disidente sirio Raduan Ziad que particip¨® el s¨¢bado, en T¨²nez, en la presentaci¨®n del informe sobre Siria de la Federaci¨®n International de Derechos Humanos. Han muerto civiles en 112 ciudades y pueblos de los que 123 eran menores, seg¨²n Ziad. Este fin de semana, los llamados Comit¨¦s de Coordinaci¨®n Local han denunciado la muerte de otras 21 personas durante las protestas en distintas localidades del norte y el centro de Siria. Im¨¢genes de un beb¨¦ muerto y de ni?os heridos aparecen en un v¨ªdeo rodado por la oposici¨®n en el que invitan a desertar a militares y agentes de los cuerpos de seguridad.
La mayor¨ªa de los militares que anuncian su deserci¨®n, individualmente o en grupo, no solo hablan ¨¢rabe con acento sirio y visten uniformes de su Ej¨¦rcito, sino que muestran en primer plano su identificaci¨®n castrense y precisan a qu¨¦ unidad pertenec¨ªan. De ah¨ª que esos documentos gr¨¢ficos parezcan fiables. Los avalan tambi¨¦n los relatos espeluznantes de varios soldados sirios que se han refugiado en el este de Turqu¨ªa.
Otros testimonios se?alan adem¨¢s que si las unidades de ¨¦lite del Ej¨¦rcito no logran atrapar al desertor, al que suelen matar a sangre fr¨ªa -seis soldados fueron ejecutados el viernes en Kesu¨¦ (Damasco)-, se vengan contra su familia. Mahmud Merht, que encabeza en El Cairo la Organizaci¨®n ?rabe de Derechos Humanos, asegura que el hermano y un hijo del teniente coronel Husein Harmush fueron asesinados el viernes en Idlib, en el noroeste del pa¨ªs, en represalias por la deserci¨®n de su padre. Este es uno de los pocos oficiales que han abandonado el Ej¨¦rcito y denunciado sus abusos.
El grueso de los que se han escapado de los cuarteles con sus armas -entre 700 y 1.200, seg¨²n las estimaciones- son soldados rasos y suboficiales de confesi¨®n sun¨ª que no estaban destinados en unidades de ¨¦lite como la Guardia Republicana o la IV Divisi¨®n que dirige Maher el Asad, hermano del presidente Bachar. Esas tropas y los servicios de seguridad est¨¢n en manos de la minor¨ªa alau¨ª a la que tambi¨¦n pertenece el presidente y su familia.
La agencia de prensa oficial siria informa con frecuencia de la muerte de militares ca¨ªdos en emboscadas "terroristas", pero sus autores son a veces desertores. Un par de oficiales han anunciado la creaci¨®n de un Ej¨¦rcito Sirio Libre, pero un militar sun¨ª de alto rango entrevistado por Le Monde Diplomatique sostiene que esos ataques son "iniciativas individuales" y no ponen en peligro al r¨¦gimen. "La ¨²nica posibilidad, del lado militar,
[de acabar con el r¨¦gimen] ser¨ªa una escisi¨®n, poco probable, en la c¨²pula de los servicios de seguridad que arrastrar¨ªa a otros sectores del Ej¨¦rcito", concluye.
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