La Central recupera los 'pins'
La librer¨ªa reconsidera su decisi¨®n de no vender en ninguna de sus tiendas las chapas. -El Ayuntamiento hizo retirarlas de su establecimiento en el Museo de Historia de Barcelona
La librer¨ªa La Central de Barcelona ha reconsiderado su decisi¨®n de no vender en ninguna de sus tiendas los pol¨¦micos pins con representaciones de actitudes m¨¢s o menos inc¨ªvicas que le hab¨ªan acarreado un expediente del Ayuntamiento. Las chapas se venden actualmente en La Central del Raval y la de la calle de Mallorca.
El Ayuntamiento puso el grito en el cielo por la venta en La Central del Museo de Historia de Barcelona (Muhba), la librer¨ªa del centro municipal cuya concesi¨®n tiene La Central, de la colecci¨®n de insignias que representan, con el lema "Barcelona", a un latero, una prostituta, un ladr¨®n, un mantero, un vendedor callejero de rosas y unos mossos pegando. En la consideraci¨®n de que esos pins "promueven actitudes inc¨ªvicas" y que la que muestran "no es la imagen que se ha de proyectar de la ciudad desde un equipamiento municipal", el Ayuntamiento hizo retirar las chapas y abri¨® un expediente informativo a La Central. El asunto trascendi¨® para convertirse en un debate sobre el modelo de ciudad y el grado de tolerancia en ella.
La Central vende los 'pins' pol¨¦micos "como gui?o y no en desaf¨ªo" al Ayuntamiento
Amilanados inicialmente, y sorprendidos por la que se les ven¨ªa encima, los responsables de La Central hicieron una autocr¨ªtica digna de una purga estalinista severa y aseguraron hasta que cant¨® el gallo que no vender¨ªan los dichosos pins no solo en el Muhba y en el Macba (los ¨²nicos sitios de la cadena donde estaban a la venta las chapitas dise?adas por el estudio Chapateao), sino en ninguna de sus tiendas.
Ante la sorpresa de que dos cubetas con los pins se ofrezcan ahora en el mostrador de caja de las dos librer¨ªas madre de La Central, sus responsables se?alan que han cambiado de opini¨®n debido a la petici¨®n de sus clientes y amigos. "La intenci¨®n primera era no montar merd¨¦ y que la cosa se aplacara", manifiesta Antonio Ram¨ªrez; "pero las muestras de simpat¨ªa, apoyo y solidaridad que nos llegaron no caben en este edificio, as¨ª que como la gente nos las pide, ah¨ª est¨¢n". Ram¨ªrez recalca que no hay que ver en la decisi¨®n una actitud desafiante, sino un gui?o a la gente. Y recalca que los pins no incitan a nada, sino que son simb¨®licos e ir¨®nicos.
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