Las elecciones danesas miden el tir¨®n de los ultras tras la matanza de Oslo
El avance del centro-izquierda relega al partido de derecha m¨¢s influyente de la UE
Si la demoscopia no se equivoca, los daneses dar¨¢n hoy al traste con la influencia del partido de derecha populista m¨¢s poderoso de Europa, el Partido Popular Dan¨¦s (DF). Se trata de los primeros comicios legislativos en Escandinavia desde la matanza cometida por el ultraderechista Anders Breivik en Oslo y en la isla noruega de Utoya a finales de julio.
Los sucesivos Gobiernos minoritarios del bloque de centro-derecha dirigido por los liberales del partido Venstre se han apoyado en los votos del DF. Aunque no participaba en las coaliciones de conservadores y liberales que han gobernado Dinamarca desde 2001, el DF ha sido decisivo en el endurecimiento de las leyes migratorias danesas, que cuentan entre las m¨¢s restrictivas de Europa. En mayo, el Gobierno dan¨¦s dinamit¨® la libre circulaci¨®n que consagra Schengen al recuperar los controles fronterizos.
Los sondeos dan por finalizada una d¨¦cada de poder de los conservadores
Las encuestas de intenci¨®n de voto dan al centro-izquierda una ventaja de m¨¢s de dos puntos sobre el bloque de los conservadores. A diferencia de lo que le ha ocurrido a los partidos integrados en la coalici¨®n conservadora, expuestos a la erosi¨®n l¨®gica de 10 a?os de gobierno activo, el DF ha seguido sumando apoyos. El actual Gobierno de Lars L?kke Rasmussen (Venstre) ha cedido una y otra vez ante las presiones del DF. Una de las m¨¢s evidentes fue el pol¨¦mico restablecimiento de los controles fronterizos entre Dinamarca y Alemania.
El DF ha sabido promover en Dinamarca su ideario antimusulm¨¢n y nacionalista. En un pa¨ªs de 5,5 millones de habitantes con una poblaci¨®n musulmana de 200.000 personas, los populistas han agitado el espantajo de la islamizaci¨®n. En 1998 ten¨ªan 13 representantes en el Parlamento. Ahora tienen 25.
La sociedad del peque?o pa¨ªs escandinavo pasaba hasta hace 10 a?os por una de las m¨¢s abiertas y liberales del mundo. En 2001, 13.000 personas buscaron asilo en Dinamarca. La cifra ha ca¨ªdo por debajo de la mitad estos ¨²ltimos a?os. La enorme influencia de los populistas en los Gobiernos de centro-derecha durante una d¨¦cada entera han escorado la cultura pol¨ªtica de Dinamarca hacia el euroescepticismo y el nacionalismo.
Las encuestas m¨¢s recientes prev¨¦n para hoy una victoria del centro-izquierda, capitaneado por la socialdem¨®crata Helle Thorning-Schmidt, de 44 a?os. La recuperaci¨®n de la izquierda no se debe al partido socialdem¨®crata, que podr¨ªa obtener hoy unos p¨¦simos resultados, sino al auge de los peque?os partidos de izquierda con los que se coaligar¨¢n los de Thorning-Schmidt. Pero los socialdem¨®cratas, que llevan diez a?os en la oposici¨®n, ser¨¢n, seg¨²n las encuestas, los m¨¢s votados del bloque de centro-izquierda y podr¨ªan poner por primera vez a una mujer al frente del Gobierno dan¨¦s.
Para unas elecciones que se celebran solo dos meses despu¨¦s de los atentados de Oslo y Utoya, el rechazo a la inmigraci¨®n y a la religi¨®n musulmana ha quedado relegado en esta campa?a. En las elecciones de 2007 fue uno de los temas centrales del debate electoral. Ahora priman las preocupaciones por la econom¨ªa.
El enfriamiento econ¨®mico y la multiplicaci¨®n por tres de la tasa de paro en tres a?os -ahora es del 6%- han hundido la popularidad del primer ministro, el liberal Lars Lokke Rasmussen. No han ayudado las pol¨¦micas protagonizadas por su Ejecutivo para contentar al DF y asegurarse su apoyo en el Parlamento. Si bien se espera que la derecha salga del Gobierno, el DF solo perder¨¢ unos pocos parlamentarios. Su estrella podr¨ªa cambiar, aun as¨ª, cuando desaparezca su crucial ascendente pol¨ªtico. La socialdem¨®crata Thorning-Schmidt ha tenido problemas para afianzar su liderazgo. La han apodado Gucci-Helle por sus gustos caros y su extracci¨®n social privilegiada. Los tabloides daneses han explotado estos dos aspectos, lo mismo que los partidos de centro-derecha. Ella se esfuerza en representar su cercan¨ªa con los votantes. La socialdem¨®crata ha visto c¨®mo se recortaban sus apoyos en los sondeos de intenci¨®n de voto. Su ventaja, mucho mayor hace un par de meses, ha ca¨ªdo hasta hacer de la carrera un duelo cada vez m¨¢s ajustado.
Una victoria de Thorning-Schmidt supondr¨ªa un bal¨®n de ox¨ªgeno para la socialdemocracia europea, de capa ca¨ªda en todo el continente. El ¨²nico s¨ªntoma de recuperaci¨®n es, por ahora, la victoria de los laboristas noruegos en las elecciones municipales del lunes pasado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.