Dos palizas a la espa?ola

Miles de abanicos intentan mover el aire, pero solo sirven para espantar moscas. Sobre la tierra de Los Califas, en la plaza de toros de C¨®rdoba, va cayendo un sol de plomo al que se entregan como v¨ªctimas propiciatorias los franceses Gasquet (3-6, 0-6 y 1-6, ante Rafael Nadal) y Simon (1-6, 4-6 y 1-6, frente a David Ferrer). Son solo diez juegos sumados por Francia en dos encuentros. Son solo 4h 17m repartidas entre dos partidos. Son solo 115 puntos contra 187. Dos palizas.

?Por qu¨¦ ocurre eso, si Francia es una potencia? ?Por qu¨¦ acumula Espa?a 19 eliminatorias seguidas vencidas en casa y en esta ya va 2-0? ?Por qu¨¦ Nadal y Ferrer, que la semana pasada a¨²n estaban sobre el cemento neoyorquino, se adaptaron a la tierra si llegaron los ¨²ltimos a C¨®rdoba? Es, dijo Albert Costa, el capit¨¢n, una cuesti¨®n de sistema. Por encima de los nombres, hay una escuela, una forma de entender el tenis que lograr¨¢ su sexta final de la Davis en el siglo XXI si hoy (15.00, Teledeporte) Feliciano L¨®pez y Fernando Verdasco ganan el dobles a Jo-Wilfried Tsonga y Michael Llodra.

"Se nos ha visto un sistema definido. Ellos han jugado tiros sueltos", dice Costa

"Nosotros", dijo el seleccionador; "hemos sabido estar con un sistema de juego muy bueno. Lo nuestro es dominar con la derecha y mover mucho a los contrarios, porque sab¨ªamos que en partidos duros f¨ªsicamente no les iba a ser f¨¢cil estar remando tres horas". "Luego, logramos jugar con altura [bote picado] para entrar en la pista al siguiente golpe. Nos adaptamos r¨¢pido a la tierra, y eso marca la diferencia. A nosotros se nos ha visto con un sistema de juego definido. A ellos se les vio jugando a tiros sueltos".

Si hay una escuela espa?ola, es esa. Espa?a es el ritmo, el movimiento, el trabajar tanto con las piernas como con los golpes, porque siempre se busca rodear la bola y construir el peloteo con la derecha. Si hay una escuela francesa, es esa. Francia es el talento, los golpes espectaculares, jugadores elegantes llenos de indecisiones. En C¨®rdoba compiten las dos canteras m¨¢s prol¨ªficas del siglo XXI. En C¨®rdoba, tambi¨¦n, se explica por qu¨¦ en ese periodo ning¨²n franc¨¦s ha ganado un grande y hasta tres espa?oles (Nadal, Juan Carlos Ferrero y Costa) lo han logrado. No hay competici¨®n que retrate mejor el car¨¢cter de un tenista que la Davis. Nadal gana el 94% de sus duelos. Ferrer, el 80%. Gasquet (50%) y Simon (37,5%) est¨¢n en otra Liga. La estad¨ªstica demuestra que los franceses no son tenistas de hierro. Decirles que deb¨ªan enfrentarse a 35 grados de temperatura, contarles que aquello era una plaza de toros, que les saldr¨ªan dos espa?oles como dos miuras, fue cortarles las alas, apagarles el ¨¢nimo y prepararles para entregarse sin remedio. "Estoy decepcionado", resumi¨® Guy Forget, su jefe, que sabe que su equipo solo ha remontado un 0-2 tres veces en la historia y que hace 13 a?os que Espa?a no arrancaba un cruce con un marcador tan favorable en n¨²mero de juegos cedidos.

"Pero no es un tema de calor, es un tema de que en Espa?a est¨¢n los mejores tenistas del mundo sobre tierra", argument¨® Nadal, quemada la cara por el sol, agotado por el esfuerzo de viajar el lunes desde Nueva York para jugar sobre la tierra andaluza. "En todas las superficies, en realidad, porque estamos hablando del n¨²mero dos del mundo, del n¨²mero cinco, de Almagro, que est¨¢ ah¨ª; de Feli, que tambi¨¦n, o de Fernando [Verdasco], que ha estado entre los diez mejores hace nada", prosigui¨®. "Aqu¨ª, en casa, elegimos el bote de bola que queremos, la superficie nos favorece. Tenemos un estilo de juego al que favorece la tierra y los cinco sets".

Es la receta espa?ola. La selecci¨®n tiene tres partidos para lograr el punto que le falta. Francia est¨¢ en coma, pero a¨²n respira. "En el dobles", avis¨® Forget, "llegaremos con esp¨ªritu de revancha".