La escalada de violencia en Yemen amenaza con desatar una guerra civil
Tropas del general disidente Ali Mohsen desaf¨ªan al Ej¨¦rcito gubernamental
Fuerzas gubernamentales y de la oposici¨®n yemen¨ª manten¨ªan una precaria tregua anoche despu¨¦s de una jornada que dej¨® al menos una decena de muertos en San¨¢. "Est¨¢n utilizando tanques para reprimir a los manifestantes pac¨ªficos", declaraba poco antes por tel¨¦fono Jaled, un residente en la capital yemen¨ª. Las v¨ªctimas de ayer elevan a cerca de setenta los fallecidos desde el domingo en los combates, en los que por primera vez se han implicado tropas leales al general disidente Ali Mohsen.
La violencia volvi¨® a estallar ese d¨ªa despu¨¦s de que los activistas por el cambio decidieran tomar la conocida localmente como glorieta Kentucky. El lugar, donde se halla el hospital Republicano, el principal de Yemen, estaba considerado una l¨ªnea roja por las fuerzas leales al presidente Ali Abdal¨¢ Saleh, que dispararon sin contemplaciones contra los manifestantes y causaron la primera treintena de muertos. "Se trata de un lugar estrat¨¦gico porque quien controla ese cruce controla tanto los movimientos norte-sur como este-oeste, pero lo que pudo ponerles nerviosos es que la casa de Ali Ahmed se encuentra a menos de 500 metros", explica un analista yemen¨ª que pide el anonimato. Ali Ahmed es el hijo mayor del presidente Saleh y quien est¨¢ al frente de las Fuerzas Armadas desde que su padre fuera trasladado a Arabia Saud¨ª a ra¨ªz del atentado que sufri¨® el pasado junio.
El presidente Saleh se recupera a¨²n en Arabia Saud¨ª del atentado de junio
Desde entonces, los yemen¨ªes esperan una soluci¨®n al estancamiento pol¨ªtico a que ha llevado el rechazo de Saleh a ceder el poder, tal como le vienen exigiendo tanto los opositores de su pa¨ªs como una coalici¨®n de aliados internacionales que incluye a EE UU, la UE y el Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo. "Cada vez estamos m¨¢s molestos con Arabia Saud¨ª porque su actitud est¨¢ bloqueando el desenlace de la crisis", asegura Jaled recogiendo una opini¨®n muy extendida.
Sea como fuere, la televisi¨®n oficial yemen¨ª utiliza im¨¢genes para demostrar que Saleh sigue al frente y activo. En la ¨²ltima grabaci¨®n, el lunes, se ve¨ªa al mandatario yemen¨ª con la cara completamente pelada, fruto de la muda de piel tras las graves quemaduras que sufri¨® en el atentado. Pero aunque ¨¦l se est¨¦ recuperando, su pa¨ªs se encuentra m¨¢s dividido cada d¨ªa.
Al propio Saleh no le pas¨® inadvertido que, tras el Ramad¨¢n, el suyo no fuera el ¨²nico discurso a la naci¨®n que recibieron los yemen¨ªes. El general Ali Mohsen, antiguo aliado y ahora rival, tambi¨¦n compareci¨® ante las c¨¢maras de Suhail, la cadena de televisi¨®n que controla el clan opositor de los Al Ahmar. El hecho de que el militar hubiera sustituido la guerrera por el traje y la corbata enviaba un poderoso mensaje sobre sus ambiciones. Sin embargo, hasta ahora Ali Mohsen hab¨ªa mantenido a sus hombres al margen de los combates.
La situaci¨®n cambi¨® el domingo. Cuando las fuerzas oficialistas dispararon sobre los manifestantes, los soldados de la Primera Divisi¨®n Acorazada (que se pasaron a la oposici¨®n con su comandante) respondieron. De ah¨ª que los enfrentamientos hayan superado en intensidad los vividos en los meses anteriores. Pero tal como explicaba un observador occidental desde San¨¢, "los hijos de Saleh tienen mayor capacidad de fuego". Seg¨²n su relato, destruyeron la casa de Ali Mohsen, varios de sus carros de combate y una de las residencias del jeque Al Ahmar.
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