Indignados capaces de ser sorpendidos
No son buenos tiempos los que corren cuando, en un contexto mundial de econom¨ªa fangosa, las expectativas de que nuestra calidad de vida no empeore demasiado se ven cada vez m¨¢s limitadas. Quienes nos gobiernan no saben buscar soluciones; probablemente las hay pero hace falta valor para abordarlas y nuestros pol¨ªticos tienen bastante con sujetarse al palo, como Ulises en la tormenta, para ni caerse al mar ni dejarse encantar por los gritos de las sirenas (?15-M?). Ya les va bien con esperar otro turno. O el siguiente, para volver a recuperar poder.
Mi cabeza est¨¢ caliente porque dos noticias me han llenado de sorpresa. Todav¨ªa la sorpresa es posible pese a lo variado del anecdotario cotidiano, ni siquiera disminuido por los calores de agosto. La primera de ellas se refiere al proyecto de la nueva presidenta de Castilla-La Mancha de abordar la crisis mediante tres acciones valientes que disminuir¨¢n la deuda causada, dice, por la anterior plantilla gobernante en esa comunidad. Una de ellas consiste en vender patrimonio p¨²blico; es decir, la propiedad de lo que es de todos, para descapitalizar los, seguramente, magros fondos de esa regi¨®n. ?Es eso lo que har¨ªa, como se dec¨ªa antiguamente, un buen padre de familia?. ?C¨®mo no ha habido respuesta p¨²blica -yo al menos no la he visto en los medios de comunicaci¨®n- que a mi juicio, deber¨ªa ser enorme ante tama?a tropel¨ªa? La segunda medida ?pretende vender los autom¨®viles oficiales para ahorrar!. Vale. Seguramente ya estar¨¢ redactada la lista de potenciales clientes-amigos que pasar¨¢n a poseer un auto de segunda mano de alta gama, impecable eso s¨ª, por un valor que en ning¨²n caso ser¨¢ globalmente significativo para afrontar las deudas, pero que representa un manifiesto despilfarro de patrimonio. En todo caso la contrataci¨®n de transportes alternativos puede dar lugar a suculentos negocios de nuevas contratas p¨²blicas. La venta de acciones que promete la nueva presidenta es la tercera medida brillante que, seg¨²n parece, se realizar¨¢ en unas condiciones de mercado en Bolsa que ning¨²n asesor recomendar¨ªa en estos tiempos. Sin m¨¢s comentarios aqu¨ª.
La calidad de la ense?anza p¨²blica en nuestro pa¨ªs deja much¨ªsimo que desear
Otra presidenta auton¨®mica, la de la Comunidad de Madrid, ataca lo p¨²blico, a mi juicio, con mayor sa?a. En unas declaraciones a TV manifiesta que "el aumento de 18 a 20 horas lectivas semanales para los profesores de Secundaria en la ense?anza p¨²blica no es nada tan grave... al fin y al cabo todos los espa?oles trabajan m¨¢s horas a la semana". La afirmaci¨®n entra?a unas intenciones perversas y no merecer¨ªa m¨¢s comentarios si no fuera porque se dan en ese ¨¢mbito profesional y social algunas circunstancias especiales. En primer lugar, los partidos mayoritarios -no solo ellos- tuvieron muy claro al principio de la crisis que la ¨²nica forma de abordarla era el apoyar prioritariamente la educaci¨®n y la investigaci¨®n. No hizo nada el partido que hoy nos gobierna para avanzar en esos prop¨®sitos; la ense?anza p¨²blica en Espa?a tiene los problemas que son suficientemente conocidos como para traerlos otra vez aqu¨ª; la calidad de la ense?anza p¨²blica en nuestro pa¨ªs deja much¨ªsimo que desear y en el abandono escolar, la falta de autoridad del profesorado -pese a que en esa ense?anza p¨²blica posee la mejor cualificaci¨®n acad¨¦mica- tiene bastante que ver con tan mala situaci¨®n.
Ahora Esperanza Aguirre (?d¨®nde llevar¨¢ a sus ni?os al colegio la presidenta?) pretende echar a los lobos de una poblaci¨®n mal informada a todo el profesorado de Secundaria. La imagen que ella tiene (que est¨¢ intentando extender) es de unos profesores vagos, que solamente trabajar¨¢n 20 horas a la semana mientras los otros espa?oles, los afortunados que tienen empleo, se esfuerzan m¨¢s del doble y no tienen, con frecuencia si el empleo es temporal, vacaciones pagadas. La maldad de esa intenci¨®n est¨¢ por encima de cualquier interpretaci¨®n ben¨¦vola. No es necesario defender que el colectivo docente tiene otras obligaciones que encerrase (hasta hoy) 18 horas a la semana con estudiantes sin est¨ªmulo, y que no les respetaban ya antes de esas declaraciones. Las clases, Esperanza, se preparan, se atienden tutor¨ªas y visitas de padres, se trabaja en seminarios de materia y m¨¢s cosas que ya usted sabe. El colectivo de docentes de ense?anza secundaria resulta, seg¨²n datos publicados, uno de los que m¨¢s sufren enfermedades ps¨ªquicas por estr¨¦s hasta el extremo de que como tambi¨¦n sabe, en algunas comunidades aut¨®nomas del Estado se ha llegado a proponer que la agresi¨®n a profesores -por habitual- sea considerada como agresi¨®n a una autoridad policial. Usted quiere que la imagen de esos profesionales a los que van a confiar sus hijos muchos espa?oles que a¨²n creen (creemos) que es la mejor docencia, se degrade a¨²n m¨¢s. Su prop¨®sito nos averg¨¹enza a todos.
Eduardo Peris Mora es catedr¨¢tico de universidad y profesor de la UPV.
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