A la velocidad de la luz de oto?o

El neutrino es m¨¢s r¨¢pido que la luz, dicen desde las oscuras profundidades del Gran Sasso, ese pedrusco de los Abruzos. Pobre Einstein, dicen, que se equivoc¨® en esto, que dijo que todo es relativo salvo la luz. Para llegar a esta conclusi¨®n, de todas maneras, no era necesario un laboratorio subterr¨¢neo en el medio de Italia, bastaba con aterrizar un d¨ªa como ayer en Copenhague, luz de oto?o, ins¨®lito sol escandinavo que quema de tan bajo, sombras infinitas: cada luz es cada luz. Hay otras luces, claro, pero no con tantas sombras, y otros ciclismos, y otras velocidades, como las de los ciclistas sub 23 de ayer, puros electrones si no neutrinos que, como si el circuito tan plano en las afueras de la capital danesa -su punto m¨¢s alto, que es donde est¨¢ la meta, se llama la colina de la cabra, y se eleva a 55 metros sobre el nivel del mar- fuera un laboratorio nuclear, se lanzaron veloces, imparables, dispuestos a superar cualquier barrera f¨ªsica.

Los sub 23 volaron a 43 kil¨®metros por hora de media en un recorrido muy plano

No hay Mundial sin su fase previa de noticias de las que los del mundillo dicen que son feas: las investigaciones ¨ªtalo-helv¨¦ticas al m¨¦dico Ferrari y a sus ciclistas amantes tambi¨¦n del dinero negro; la demolici¨®n del mito Jeannie Longo, quien falta a su primer Mundial en 30 a?os despu¨¦s de que un camello-ciclista estadounidense desvelara que la clave de su longevidad inaudita estaba quiz¨¢s en las compras de EPO que por internet hac¨ªa su marido y entrenador... Entre las sombras, las de los ¨¢rboles y las que siempre se inclinan sobre el ciclismo, 90 ciclistas sub 23 se jugaron la victoria del Mundial en un sprint inmenso despu¨¦s de haber corrido a m¨¢s de 43 por hora de media. Ganaron el Mundial m¨¢s r¨¢pido desde el de Salzburgo 2006 dos franceses, Arnaud D¨¦mare, que pas¨® primero, y su lanzador, Adrien Petit, que para nada son peque?os, sino morfotipos Roubaix o as¨ª.

Se supone que han levantado menos expectativas que las de Romain Sicard, el vascofranc¨¦s que gan¨® el Mundial hace dos a?os, pero aun as¨ª mantienen la trama de que el ciclismo franc¨¦s, el de Voeckler en el pasado Tour, est¨¢ sacando la cabeza del agujero, al sol.

Una jovencita espa?ola, Sheila Herrero, termin¨® sexta en la carrera juvenil (a una media de 40 por hora corrieron ellas), y no est¨¢ tampoco nada mal, aunque el peso del ciclismo espa?ol recaiga, como casi siempre, en la inspiraci¨®n de ?scar Freire, quien fue subcampe¨®n mundial sub 23 ya hace 14 a?os y vive un romance con el arco¨ªris desde entonces: 11 participaciones ya, con tres victorias y un tercer puesto. Aunque su recuerdo del Mundial que m¨¢s se parecer¨¢ a este, el del circuito de velocidad belga de Zolder, donde gan¨® Cipollini, no es muy bueno -una ca¨ªda provocada por la guardia pretoriana del rey le¨®n le dej¨® fuera de juego-, a Freire le gusta lo que ha visto. "Si fuera m¨¢s duro, Gilbert ser¨ªa imbatible", dice. "As¨ª al menos tengo una oportunidad".