Baile de disfraces en San Mam¨¦s
Athletic y Villarreal no se parecen a s¨ª mismos y firman un extra?o empate
San Mam¨¦s parec¨ªa una fiesta de disfraces. Ni el Villarreal parec¨ªa un equipo de Liga de Campeones ni el Athletic un conjunto de los puestos de descenso. Ni el ¨¢rbitro parec¨ªa un ¨¢rbitro, sino uno de esos funcionarios del f¨²tbol que consideran que los actos punitivos dependen de la hora en que se produzcan en vez de su gravedad. Primer tiempo: inocente. Segundo tiempo: culpable.
El Athletic se disfraz¨® mitad de pasado, mitad de futuro. Sin renunciar a la metodolog¨ªa de Bielsa, decidi¨® combinar sus fundamentos (toca, mueve, protege el bal¨®n, controla) con algunos argumentos voluptuosos en busca de Llorente para ganar tiempo. As¨ª acorral¨® a un Villarreal disfrazado de bailarina asustada. Es otro Villarreal, sin duda, el que ha arrancado esta Liga, muy lento, con la pausa exagerada, fruto del amodorramiento de Senna y la falta de tacto de Borja Valero.
ATHLETIC 1 - VILLARREAL 1
Athletic: Iraizoz; Gurpegui, Ekiza, Amorebieta; Iraola, Javi Mart¨ªnez, Aurtenetxe; Susaeta (Iturraspe, m. 82), Muniain (David L¨®pez, m. 88), Gabilondo (Toquero, m. 66); y Llorente. No utilizados: Ra¨²l, San Jos¨¦, ??igo P¨¦rez e Ibai.
Villarreal: Diego L¨®pez; Zapata, Gonzalo, Musacchio, Catal¨¢; Marcos Senna, Bruno, Cani (Camu?as, m. 86), Borja Valero (De Guzm¨¢n, m. 74); Nilmar y Rossi (Marco Ruben, m. 59). No utilizados: C¨¦sar, Marchena, Mario y Wakaso.
Goles: 1-0. M. 43. Gabilondo. 1-1. M. 52. Nilmar.
?rbitro: Iglesias Villanueva. Expuls¨® a Ekiza (m. 80). Amonest¨® a Susaeta, Javi Mart¨ªnez, Muniain y Musacchio.
Unos 36.000 espectadores en San Mam¨¦s.
A Llorente le falta tacto, el sistema se le atraganta. Asusta m¨¢s que ejecuta
Al Athletic, con tres centrales y seis delanteros, con Javi Mart¨ªnez entre medio, le fue f¨¢cil meterse en el ¨¢rea rival, hilvanar las jugadas al comp¨¢s de Muniain, buscar a Llorente, encontrar las bandas, pero el pisoteo del ¨¢rea a¨²n es una asignatura pendiente. Llorente a¨²n no es Llorente, le falta tacto, el sistema se le atraganta, aunque ayer le ganara casi todos los saltos a Gonzalo (que apel¨® a todas las artima?as para frenarle), pero con poca productividad. El ariete del Athletic asusta m¨¢s que ejecuta. El Villarreal empez¨® timorato y acab¨® asustado. Tuvo poco el bal¨®n, antes y despu¨¦s del gol de Gabilondo, que fue un despiste monumental de la defensa, habilitando a Iraola; y antes y despu¨¦s del gol de Nilmar, en la segunda mitad, en su ¨²nica aparici¨®n en el partido. El gol fue curioso. Vino precedido de una falta que fue y no se pit¨®, y de una tarjeta que fue (por agarr¨®n a Llorente) y no se se?al¨®, y de una falta que no fue, y se pit¨®, y de una tarjeta que no fue (a Gurpegui) y se se?al¨®. Algo l¨®gico en un baile de disfraces, donde en realidad nunca se supo donde estaba el ¨¢rbitro, ni siquiera si era un ¨¢rbitro o un falsario entrometido en la fiesta.
Por todo ello, fue un partido menor. Al Villarreal le falta much¨ªsimo rodaje para defender su reciente historia y abandonar su aspecto de equipo asustadizo, de poca autoestima, un tanto pillo como ¨²ltimo recurso. El problema del Athletic es m¨¢s profundo. En realidad no sabe muy bien por qu¨¦ pierde los partidos, jugando con intensidad, con tacto, con toque, con energ¨ªa. Y, sin embargo, el gol se le resiste como la prima de riesgo a la deuda espa?ola.
Bielsa alter¨® algunas coordenadas. Busc¨® a Llorente por las alturas y por las bajuras, lo encontr¨® por las bandas, pero el delantero a¨²n no ha hilvanado sus intenciones con sus realidades. Muniain, encargado de dirigir el juego por delante de Javi Mart¨ªnez, ha ganado en liderazgo, pero ha perdido en descaro frente a los defensores.
Lo que s¨ª est¨¢ claro es que el Villarreal tiene bien guardada su porter¨ªa. Diego L¨®pez, con un par de paradas, le rescat¨® el partido. El Athletic tiene m¨¢s dudas en ese sentido. Iraizoz no ha recuperado la tranquilidad y eso en un partido es lo m¨¢s parecido a un delito.
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