Thomas Mermall, un hispanista en el exilio
Su obra constituye un luminoso recorrido por la vida intelectual espa?ola despu¨¦s de Ortega
Thomas Mermall, catedr¨¢tico de Lengua y Literatura Espa?ola que ejerci¨® la docencia en la Universidad de Nueva York, falleci¨® en el Presbyterian Hospital de Columbia University, en el Alto Manhattan, el pasado jueves 22 de septiembre, v¨ªctima de un c¨¢ncer de pancreas. Especialista en la historia del pensamiento contempor¨¢neo espa?ol, fue autor de un conjunto de libros, art¨ªculos y ensayos que constituyen un luminoso recorrido por la vida intelectual espa?ola despu¨¦s de Ortega. Entre sus obras destacan La ret¨®rica del humanismo y Las alegor¨ªas del poder en Francisco Ayala, as¨ª como una magistral edici¨®n cr¨ªtica de La rebeli¨®n de las masas, que incluye un extenso estudio que examina, entre otros aspectos, la repercusi¨®n de la obra en el ¨¢mbito cultural angloamericano. Unamuno, Octavio Paz, Jim¨¦nez Lozano y La¨ªn Entralgo son algunas de las figuras l¨²cidamente analizadas por el prestigioso hispanista.
Estudi¨® checo, ruso y hebreo; despu¨¦s aprendi¨® espa?ol e ingl¨¦s
Thomas Mermall naci¨® en 1937 en una aldea rutena de los C¨¢rpatos, en el seno de una familia jud¨ªa. Las vicisitudes hist¨®ricas hicieron que su regi¨®n natal perteneciera administrativamente a Checoslovaquia, Hungr¨ªa o la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Hoy es territorio de Ucrania. La volatilidad de los l¨ªmites geogr¨¢ficos tuvo un gr¨¢fico paralelo en la desorientaci¨®n ling¨¹¨ªstica que marc¨® su infancia. El idioma familiar era el h¨²ngaro, que conviv¨ªa en el vecindario con el ruteno y el yiddish. El peque?o Mermall curs¨® estudios en checo y, despu¨¦s de la liberaci¨®n de su pa¨ªs, en ruso. Exiliado en Chile, a los 10 a?os aprendi¨® espa?ol y estudi¨® hebreo. Todos estos idiomas ser¨ªan desplazados por el ingl¨¦s, despu¨¦s de su traslado definitivo a Estados Unidos, a los 13 a?os.
En 1943, cuando contaba con 6 a?os de edad, los nazis llegaron a su aldea. Inmediatamente su padre, destacado a la saz¨®n en un batall¨®n de castigo que operaba en el frente ruso, acudi¨® junto a ¨¦l y su madre con intenci¨®n de rescatarlos. Demasiado enferma para huir con ellos, la madre se qued¨® atr¨¢s, siendo exterminada en Auschwitz. Padre e hijo se refugiaron en un bosque y, por espacio de dos meses, en un pajar bajo cuyo techo se alojaba un destacamento de la caballer¨ªa h¨²ngara. "Un descuido, una tos, un estornudo, un lloriqueo, y se acab¨®", escribi¨® Mermall, evocando el episodio. Fue el ¨²nico ni?o jud¨ªo de su regi¨®n que se salv¨® del holocausto.
"La casualidad es la otra cara del destino", dec¨ªa la m¨¢xima que presidi¨® siempre su vida. Le gustaba recalcar que en su alma no hab¨ªa lugar para el rencor. En lo m¨¢s hondo de s¨ª mismo, era consciente de una idea que nadie expres¨® mejor que Primo Levi: "S¨¦ que otros han muerto en mi lugar". En su caso, ello le llev¨® a negarse a verse como v¨ªctima, interes¨¢ndose por el rev¨¦s del mal, "problema del que se ha hablado hasta la saciedad. Lo que me interesa a m¨ª es el enigma de la bondad". De ah¨ª el t¨ªtulo de su conmovedor libro de memorias: Semillas de gracia, recientemente publicado por la editorial Pre-Textos. El libro recoge su huida de los nazis, su exilio en Chicago, donde se hizo hispanista, y su trayectoria como catedr¨¢tico en Nueva York. Hay cap¨ªtulos espl¨¦ndidos dedicados a la amistad, al amor y a la cultura espa?ola, aunque todo en ¨¦l gravita de manera invisible alrededor de la p¨¦rdida de su madre. De alg¨²n modo, su figura ausente derrama sobre todo el texto semillas de gracia que iluminan su idea del amor y la amistad, s¨ª, pero tal vez, m¨¢s que nada, la importancia que tiene en todo momento conservar, rabiosamente casi, la m¨¢s estricta integridad intelectual.
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