360 millones de chinos menos y m¨¢s envejecimiento

La ley del hijo ¨²nico ha sido un ¨¦xito rotundo. Seg¨²n estimaciones oficiales, la pol¨ªtica de natalidad china, introducida en 1978, ha evitado el nacimiento de unos 360 millones de personas. As¨ª, los chinos ya no suponen una quinta parte de la poblaci¨®n mundial, y su peso en el total continuar¨¢ cayendo si se mantiene la actual tasa de fecundidad de 1,54 hijos por mujer, solo siete cent¨¦simas por encima de Espa?a (1,47). El gigante asi¨¢tico alcanzar¨¢ su c¨¦nit demogr¨¢fico en 2025, con 1.400 millones de habitantes. En una d¨¦cada, India le arrebatar¨¢ su t¨ªtulo de pa¨ªs m¨¢s poblado del planeta.

Pek¨ªn muestra sus datos demogr¨¢ficos con triunfalismo, pero la decisi¨®n de limitar a uno el n¨²mero de descendientes de cada pareja tambi¨¦n ha provocado graves problemas sociales. El m¨¢s evidente es el brusco envejecimiento: el 13,3% de la poblaci¨®n ya supera los 60 a?os. Los menores de 14 son 16,6%.

El Gobierno chino espera que para 2050 haya cuatro personas de m¨¢s de 65 a?os por cada diez que tengan entre 15 y 64, lo que supone un reto econ¨®mico para un pa¨ªs que no cuenta con una red de seguridad social s¨®lida, y para los individuos que, sin el apoyo de hermanos, tendr¨¢n la responsabilidad de cuidar de padres y abuelos. El vuelco de la pir¨¢mide demogr¨¢fica pondr¨¢ pronto en peligro el milagro econ¨®mico, seg¨²n algunos estudios.

Otra consecuencia negativa es el desequilibrio de sexos. Aunque el infanticidio est¨¢ en proceso de extinci¨®n, la tecnolog¨ªa permite realizar abortos selectivos. La Academia de Ciencias Sociales de China los considera ya "muy comunes".

El resultado es que, de media, en el pa¨ªs nacen 119 varones por cada 100 mujeres, una relaci¨®n que se dispara hasta los 130 por cada 100 en algunas zonas rurales. As¨ª, en 2020 podr¨ªa haber en China 24 millones de hombres m¨¢s que de mujeres, un hecho que ya ha disparado la compra de esposas, incluso en pa¨ªses vecinos, y el tr¨¢fico de mujeres.

Los hijos ¨²nicos ya son m¨¢s de 100 millones, y la sociedad los tacha de individualistas y materialistas. Varias ciudades, entre ellas las megal¨®polis de Shanghai y Cant¨®n, han pedido al Gobierno central que revise la pol¨ªtica de natalidad. Pero, de momento, la c¨²pula del Partido Comunista no da su brazo a torcer.