Justicia en directo para el rey del pop
El juicio al m¨¦dico de Michael Jackson pone de manifiesto su mala preparaci¨®n
El juicio para dilucidar si el doctor Conrad Murray debe pagar con la c¨¢rcel los errores que llevaron a la muerte al rey del pop tiene su propia aplicaci¨®n para tel¨¦fono m¨®vil -y es n¨²mero uno en la categor¨ªa de Noticias-. Un app -Michael Jackson Doctor Trial- que mantiene informados a los fans al minuto de lo que sucede dentro del Tribunal de Justicia de Los ?ngeles, curiosamente en la misma sala en la que, en la d¨¦cada de los noventa del siglo pasado, se declar¨® inocente de la muerte de su esposa y del amante de esta a la estrella de f¨²tbol americano O. J. Simpson.
Entonces pareci¨® que aquel proceso era lo m¨¢s cerca que los ciudadanos pod¨ªan estar de la justicia en directo. Hoy se puede ir en el autob¨²s siguiendo en un tel¨¦fono inteligente los argumentos del fiscal, y emocionarse cuando los testigos de la acusaci¨®n hacen referencia a la pesadilla que vivieron los hijos de la estrella al ver a su padre moribundo yaciendo sobre el suelo de su habitaci¨®n: "?Papi, papi!", grit¨® aterrorizada Paris, hija del cantante.
"muri¨® tan deprisa que no tuvo tiempo de cerrar los ojos", declar¨® un testigo
La primera semana no ha defraudado. Por supuesto que las c¨¢maras enfocan al doctor Murray, a la espera de robarle un gesto que denote culpabilidad o inocencia, pero lo que el p¨²blico espera con ansia es la siguiente prueba aportada por la fiscal¨ªa, que empez¨® muy fuerte el primer d¨ªa aportando la instant¨¢nea in¨¦dita del artista en su lecho de muerte.
En cuatro d¨ªas de proceso han declarado 10 personas que han probado que Murray estaba al tanto de los problemas de adicci¨®n del cantante "a cierta sustancia de venta no autorizada al por menor". La prueba aportada al respecto fue una cinta de audio en la que se escucha a Jackson hablar con lengua de trapo bajo los efectos de alg¨²n barbit¨²rico mientras expresa deseos de grandeza. Adem¨¢s, el 12 de mayo de 2009, poco m¨¢s de cinco semanas antes de la muerte del Rey del Pop, Murray efect¨²a otro pedido de Propofol, el anest¨¦sico que acab¨® con la vida del cantante.
Por su parte, Michael Williams y Faheem Muhammed, personal de seguridad de la estrella, declararon que Murray les pregunt¨® si sab¨ªan hacer un masaje de recuperaci¨®n cardiaca. Una vez en el hospital, con gran calma, el m¨¦dico les pidi¨® que le acompa?aran a comer algo y que luego lo llevaran a casa de Jackson para recoger "una crema", en referencia al Propofol.
Otro testigo, Alberto ?lvarez, jefe de log¨ªstica de Jacko, declar¨® que cuando el m¨¦dico se dispuso a hacer el boca a boca al cantante le confes¨® que nunca antes la hab¨ªa realizado. "Es la primera vez, pero lo hago porque es mi amigo", le dijo Murray a ?lvarez. Lo ¨²ltimo que hizo Murray fue llamar a urgencias. Antes intent¨® limpiar cualquier prueba que mostrara que Jackson era un adicto y ¨¦l su proveedor. De hecho, el personal sanitario que lleg¨® para asistir en la urgencia declar¨® que Murray no respond¨ªa a las preguntas que le hac¨ªan o las contestaba con evasivas.
Murray declar¨® haberle dado Lorazepam -un somn¨ªfero- pero no mencion¨® el Propofol. Adem¨¢s, insisti¨® a los servicios de urgencia que Jackson hab¨ªa perdido la consciencia muy poco antes de que ellos llegaran, pero los s¨ªntomas que mostraba el autor de Thriller dec¨ªan otra cosa: no respiraba, estaba muy fr¨ªo, ten¨ªa las pupilas dilatadas y sin respuesta a la luz, ninguna actividad cardiaca y ninguna respuesta a la adrenalina o epinefrina que se le inyect¨® para intentar traerlo a la vida. Los m¨¦dicos declararon que Michael Jackson ya era un cad¨¢ver al llegar al hospital, pero que aun as¨ª se intent¨® reanimarle durante una hora, tiempo que se un¨ªa a los 40 minutos que ya hab¨ªan empleado en la residencia del cantante. "Muri¨® tan deprisa que ni tiempo tuvo de cerrar los ojos", declar¨® uno de sus asistentes.
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