Un ejercicio de amnesia colectiva
Ocho a?os de gobierno, tres mayor¨ªas absolutas, sonoros esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y ni una sola menci¨®n en el primer acto organizado por el PP nacional en Valencia tras las elecciones del pasado mes de mayo.
Francisco Camps, diputado auton¨®mico y miembro del Consell Jur¨ªdic Consultiu en su condici¨®n de ex presidente de la Generalitat, tuvo que marcharse al Jap¨®n -invitado al circuito de Motegi por Jorge Mart¨ªnez Aspar- para evitar mortificarse en Valencia. Y lo hizo porque ya le hab¨ªan advertido que, tras el numerito de la cena de inicio de curso del PP valenciano en Benic¨¤ssim -donde se empe?¨® en intervenir y le rest¨® protagonismo al nuevo presidente de la Generalitat, Alberto Fabra-, esta vez estaba condenado al ostracismo si acud¨ªa a ver a Mariano Rajoy al Palau de les Arts.
Rajoy elogia a Fabra y a Barber¨¢ en un acto sin reivindicaciones y sin menci¨®n alguna a Camps
Como les pas¨® ayer a los otrora poderosos Ricardo Costa, Jos¨¦ Joaqu¨ªn Ripoll y Carlos Fabra, que fueron situados lo m¨¢s lejos posible de Rajoy, pese a ostentar los dos ¨²ltimos, todav¨ªa, su condici¨®n de presidentes provinciales del PP de Alicante y Castell¨®n, respectivamente.
Y es que ayer se trataba de hacer un ejercicio colectivo de amnesia en el Partido Popular. De hablar de futuro haciendo caso omiso del pasado, como si no hubiese existido.
La alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, no le recrimin¨® a Mariano Rajoy ninguna falta de cari?o, ni le pidi¨® nada para los valencianos, ni una plaza en el Congreso de los diputados, ni siquiera un recuerdo para Camps. Se conform¨® con escuchar de Rajoy que "es una alcaldesa emblem¨¢tica, querida y eficaz como pocas, con presente y con mucho futuro y de la que todos nos sentimos leg¨ªtimamente orgullosos".
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, hizo un discurso correcto, alertando de las graves dificultades con las que se tiene que enfrentar, pero como si hubiese recibido su herencia de manos socialistas y no populares. "No genera empleo la Administraci¨®n", prosigui¨® Fabra, "lo ¨²nico que puede hacer, y hemos visto un claro ejemplo en la Administraci¨®n socialista, es destruirlo". Quiz¨¢ si el ejercicio hubiese sido memor¨ªstico, el jefe del Consell hubiese recordado que el PP de la Comunidad Valenciana prometi¨® el pleno empleo en el a?o 2010 o que la tasa de paro sigue siendo casi cuatro puntos superior a la media espa?ola.
Pero ayer, no se trataba de mirar hacia atr¨¢s, sino de hacerlo hacia adelante. Y por eso, Rajoy felicit¨® al presidente de la Generalitat por los anuncios de recorte y austeridad "que ha hecho en los ¨²ltimos tiempos". Y por eso, Rajoy hizo abstracci¨®n de que Alberto Fabra no es el candidato que ratific¨® la direcci¨®n nacional del PP a la presidencia de la Generalitat, cuando era un secreto a voces que la complicad¨ªsima situaci¨®n judicial de Camps pon¨ªa en riesgo su continuidad en el cargo.
Sin embargo, ayer fue evidente que el car¨¢cter y las pol¨ªticas que impulsa Alberto Fabra en el Consell est¨¢n en sinton¨ªa con el clima que el candidato del PP a la presidencia del Gobierno quiere imprimir a su campa?a electoral. Especialmente en la Comunidad Valenciana, donde los agentes sociales, sobre todo los empresarios, observan satisfechos c¨®mo el Consell empieza a tomar decisiones, tras dos a?os largos en los que han tenido que soportar a un Gobierno valenciano paralizado y pendiente del devenir del caso G¨¹rtel.
Por eso, aunque esc¨¢ndalos como los del caso Brugal ponen de manifiesto que todav¨ªa quedan flecos por cortar de la legislatura anterior, Mariano Rajoy quiso poner el acento en su visita a Valencia en atender a los empresarios y a los aut¨®nomos. Con una notable representaci¨®n de los primeros cen¨® en privado en la noche del viernes. Y al resto les dedic¨® su discurso de clausura de la convenci¨®n sobre peque?as y medianas empresas del s¨¢bado.
A ellos les explic¨® que "la primera obligaci¨®n de una Administraci¨®n es pagar a sus proveedores y que, si no tienen dinero en los presupuestos, que no asuman obligaciones". "Las Administraciones tienen la obligaci¨®n de pagar", sentenci¨® Rajoy, mientras los empresarios aplaud¨ªan acaloradamente, arropados por un buen n¨²mero de cargos p¨²blicos de la Generalitat que paga a los proveedores hasta con m¨¢s de un a?o de retraso. Y es que la amnesia tiene, a veces, propiedades sanadoras y uno puede empezar de nuevo como si hubiese nacido ayer.
En cambio, los pocos que se empe?aron en intentar mantener la memoria, como el presidente del PP provincial de Castell¨®n, Carlos Fabra, -que busc¨® ostentosamente la proximidad de Rajoy sin demasiado ¨¦xito- fueron ignorados.
El PP gobierna hoy en la mayor¨ªa de autonom¨ªas y ayuntamientos y Rajoy, si gana las elecciones del pr¨®ximo 20 de noviembre, no quiere que le sobresalten con esc¨¢ndalos como los que ha tenido que sufrir en la Comunidad Valenciana como l¨ªder de la oposici¨®n. Ayer, el candidato del PP evidenci¨® que las cosas han cambiado, que la fortaleza es suya y que ya ha iniciado un relevo de liderazgos en el seno de los populares valencianos que piensa tutelar muy de cerca para que no le hagan olas.
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