El amor oto?al no es un estigma... ni una obligaci¨®n
Los ancianos reivindican su sexualidad, pero se quejan de la presi¨®n para una vejez activa
El discurso oficial habla de un vuelco en las relaciones afectivosexuales entre las personas mayores. Se ha pasado, dicen los expertos, de considerar los noviazgos en la vejez como algo reprobable a cierta presi¨®n para que los ancianos se mantengan activos hasta en la cama. Y ni lo uno ni lo otro. La sexualidad debe vivirse en libertad a todas las edades, porque las necesidades (o la ausencia de ellas) siguen existiendo. Pero, lejos de esa teor¨ªa oficial, las relaciones oto?ales siguen top¨¢ndose con miradas impertinentes, apuros econ¨®micos para darse una escapada rom¨¢ntica o, quiz¨¢, insalvables oposiciones familiares. El caso de la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, ha ilustrado estos d¨ªas alguno de estos supuestos.
Ellas tienden a apagar su deseo cuando les llega la menopausia
Algunas residencias geri¨¢tricas proporcionan un dormitorio com¨²n
Est¨¢ peor visto que una mujer se empareje con un hombre m¨¢s joven
Las relaciones cambian con la edad, no siempre acaban en coito
El sexo ha estado d¨¦cadas asociado casi en exclusiva a la reproducci¨®n
La batalla m¨¢s dura para aceptar a la pareja a veces se libra en la familia
"Todo est¨¢ cambiando, afortunadamente, pero la relajaci¨®n de aquellas costumbres que disfrutan plenamente los j¨®venes de hoy cuando llevan a la pareja a casa de los padres y duermen juntos no la tienen los ancianos", asegura F¨¦lix L¨®pez, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa de la Sexualidad en la Universidad de Salamanca. ?Con qu¨¦ cara mirar¨ªan los hijos y los nietos al abuelo si lleva una novia a casa y se encierran en su habitaci¨®n? Una pareja de ancianos d¨¢ndose un lote de besos de tornillo en el parque suscitar¨ªa miradas propias de un programa de c¨¢mara oculta. Si no de algo peor. "Aunque los hijos se hayan liberado, pensar en el deseo de los padres les cuesta", dice L¨®pez. "En general, las relaciones entre mayores se ven como algo antiest¨¦tico", dice Gerardo Hern¨¢ndez, profesor de Sociolog¨ªa de la Familia y miembro del grupo de Investigaci¨®n en Gerontolog¨ªa de la Universidad de La Coru?a.
Pero no solo el rechazo social frena estas relaciones. "M¨¢s que la edad, a veces influye la enfermedad y son la diabetes, los problemas cardiovasculares, los efectos secundarios de ciertos medicamentos los que ocasionan las dificultades", se?ala Alfredo Boh¨®rquez, secretario de la Sociedad Espa?ola de Geriatr¨ªa y Gerontolog¨ªa (SEGG).
Sin embargo, estos achaques suelen ser, a veces, el desencadenante de la b¨²squeda de una relaci¨®n. "Algunos se deciden a buscar pareja por seguridad. Se ven solos y temen que si se caen en mitad de la noche o se ponen enfermos nadie los encuentre hasta que sea tarde", explica Guillermo Garrig¨®s, director del exitoso programa La Tarde de Canal Sur, que incluye un espacio de citas entre ancianos.
Una vez establecida la relaci¨®n, viene todo lo dem¨¢s. "El cuerpo no es de palo y cuando dos se quieren, duermen juntos y se dan calor, pasa lo que tiene que pasar", reconoce Conchi, una sevillana de 63 a?os. "Un gusto de vez en cuando no viene mal. Si cae uno al mes, uno, si dos o tres, mejor. Se escandalizar¨¢n, pero ¨¦l [de 70 a?os] me ha dado ganas de vivir", a?ade.
Los datos avalan las palabras de Conchi. "Cerca del 75% de los hombres mayores de 60 a?os mantienen relaciones sexuales con periodicidad mensual y tanto hombres como mujeres mayores de 80 contin¨²an con su inter¨¦s por la sexualidad; un 20% est¨¢ activo", dice Alfredo Boh¨®rquez. "Que nadie piense que con los a?os el coraz¨®n se enmohece; el cuerpo pierde facultades, pero el coraz¨®n permanece inalterable, solo se es viejo cuando uno se siente viejo", cuenta Miguel, un alicantino de 76 a?os que conoci¨® a su actual pareja en la p¨¢gina de citas eDarling. Su testimonio lo resume as¨ª el profesor Gerardo Hern¨¢ndez: "El viejo pierde el diente, pero no la simiente". "Despu¨¦s de todo, est¨¢n sometidos a los mismos est¨ªmulos que todo el mundo, las pel¨ªculas, la literatura". Cuenta que el padre de unos conocidos suyos, ya mayor, con p¨¦rdida de o¨ªdo, iba a ver cine porno. Cuando los hijos lo descubrieron ensayaron un reproche. "A ver, si no oigo tendr¨¦ que ver, las otras no las entiendo", contest¨® el hombre.
Esa es una forma de sexualidad. Los expertos se?alan que puede haber algunos cambios en esas edades. "Quiz¨¢ hay menor frecuencia y las t¨¦cnicas no son tanto la penetraci¨®n, sino comunicaci¨®n, afectos, caricias", dice Alfredo Boh¨®rquez.
A sus 89 a?os, Vicente Valero lo atestigua: "Eso de la cama cambia, cuando uno es m¨¢s joven piensa en tener hijos y en todo lo del disfrute, ya me entiende. Pero ahora yo lo que quiero es dormir calentito, unas caricias".
Pero no. A los laboratorios farmac¨¦uticos no les basta con unos arrumacos. No, no. Mejor pastillas azules. "La que est¨¢n dando con el envejecimiento activo. En el pasado se les negaba la posibilidad del sexo (la Iglesia cat¨®lica, la sociedad, los hijos) y ahora parece que es obligatorio tener relaciones completas. Ellos se quejan. Yo siempre les digo que les enga?aron las dos veces", asegura F¨¦lix L¨®pez. "A nosotros nos gusta lo natural. Yo le animo y ¨¦l funciona perfectamente", dice la sevillana Conchi para expresar su rechazo por los f¨¢rmacos.
Pero el envejecimiento activo no es solo cosa de la publicidad en busca de inversiones extra. Tambi¨¦n los Gobiernos lo buscan con denuedo, en este caso por una cuesti¨®n de ahorro: si se retrasa el envejecimiento, tambi¨¦n los problemas de dependencia. Pero todo tiene un l¨ªmite. "Se est¨¢ negando el derecho a envejecer y eso tambi¨¦n hay que defenderlo", reivindica L¨®pez.
El asunto de las relaciones entre mayores tiene un interesante ¨¢ngulo de g¨¦nero. Ellas llevan la peor parte. "La figura femenina de una mujer vieja, desde el punto de vista er¨®tico, est¨¢ peor vista que la de un hombre viejo. Sobre ella siempre se proyectan mayores exigencias. Y es il¨®gico porque los hombres, objetivamente, pueden tener m¨¢s dificultades con la erecci¨®n, mientras que la sequedad vaginal se salva con un lubricante", afirma L¨®pez.
Tradicionalmente, sobre todo en la Espa?a nacionalcat¨®lica, el sexo estaba muy asociado a la reproducci¨®n. No hab¨ªa m¨¢rgenes. Con esa losa conviven a¨²n muchas mujeres, que una vez llegada la menopausia apagan su deseo. "Est¨¢ peor visto que sean las mujeres las que tengan relaciones con parejas m¨¢s j¨®venes. Sin embargo, cuando es al rev¨¦s, al hombre hasta se le sonr¨ªe de forma c¨®mplice. Ejemplos hay muchos", dice Gerardo Hern¨¢ndez. Y tiene raz¨®n: Borges, Cela, Alberti, Julio Iglesias padre, que le dio un hermano al cantante, o el m¨²sico Andr¨¦s Segovia, por citar solo unos pocos. Los casos de las mujeres, sin embargo, se han convertido en un circo medi¨¢tico a menudo: Sara Montiel, Marujita D¨ªaz. Los chistes sobre la boda de la duquesa de Alba han incendiado la Red. Todos ellos se ceban con la edad de una mujer que le lleva casi 30 a?os a su marido. Y sin embargo, a pesar del estigma social, algunas mujeres que han encontrado una nueva pareja a la vejez, reconocen que ha sido una experiencia apasionante. "Llevaba cuatro a?os separada de un marido que me maltrat¨® durante 35 a?os y un d¨ªa decid¨ª empezar de cero. Me fui a un piso de soltera y les dije a mis hijos que necesitaba una alegr¨ªa. Y esa alegr¨ªa ha sido Antonio", dice Conchi a sus 63 a?os. "Y yo que pensaba que me hab¨ªa casado enamorada la primera vez, esto s¨ª que es amor". Los hombres tambi¨¦n empiezan a liberarse de ciertos t¨®picos. Dice Vicente, el alicantino de 89 a?os: "Cuando ella se pone malucha lo mismo friego que le hago un huevo frito, eso de que los hombres buscamos una pareja para que nos haga la comida est¨¢ ya muy antiguo. Yo me manejo bien solo".
A veces, la batalla m¨¢s fuerte que deben librar estas parejas tard¨ªas est¨¢ en su propia casa. Los hijos no siempre comprenden los deseos de sus padres y las cuestiones econ¨®micas se levantan como un muro infranqueable en ocasiones. La duquesa de Alba tuvo que repartir su herencia para sosegar a los suyos antes de ir al altar. A otros, con menos, les ocurre parecido. Pero eso tambi¨¦n est¨¢ cambiando. El director del programa La Tarde, en Canal Sur, reconoce que en los primeros a?os de emisi¨®n de su espacio de contactos entre mayores "costaba m¨¢s que la familia lo entendiera, pero en el ¨²ltimo a?o solo dos de los 500 mayores que han participado se han echado atr¨¢s por la oposici¨®n de sus hijos", dice Guillermo Garrig¨®s.
En efecto, testimonios de lo contrario hay muchos: "Sus hijos y los m¨ªos est¨¢n locos de contento; aqu¨ª nadie habla de herencias ni de celos, yo quise casarme con ella a mis 69", dice Antonio, el amor de Conchi.
El cambio de cultura que est¨¢ operando ha alcanzado tambi¨¦n a las residencias geri¨¢tricas, que facilitan el desarrollo de estas nuevas parejas. En el centro de mayores Vitalia, de ?cija (Sevilla), cuando se forma una pareja se les proporciona un dormitorio com¨²n. Y en algunos otros centros hay espacios destinados a que los mayores hablen de amores. ?urea Fabios, de la residencia Vitalia, relata su "caso estupendo". "Llegu¨¦ aqu¨ª hace unos tres a?os, le vi sentado y le dije que me guardara el bolso. No me fij¨¦ al principio si era guapo o feo, luego he visto que ni guapo, ni feo, atracativo. Me sent¨¦ en sus rodillas. Ahora somos novios y nos echamos una siestecita como si fu¨¦ramos marido y mujer". Ella roza los 60 y ¨¦l tiene 78. "Le¨ª un libro que habla de sexualidad, no quiere decir que lo ponga en pr¨¢ctica, pero estamos estupendos ¨²ltimamente. Me ha puesto los cuernos algunas veces, yo lo sent¨ª much¨ªsimo, pero ahora va bien". ?Y ¨¦l qu¨¦ opina? "No lo s¨¦, yo no estoy dentro de ¨¦l. Bueno, un poquito s¨ª", dice enamorada. "Las relaciones sexuales no son f¨¢ciles, se trabaja mucho, yo por lo menos. Tampoco hay que hacer el salto del tigre, pero vamos...", se r¨ªe esta cordobesa.
La dificultad f¨ªsica para mantener sexo influye, pero cada quien se las ingenia. "Ellos buscar¨¢n la postura m¨¢s c¨®moda, desde luego, pero que no quepa duda de que la relaci¨®n afectiva puede existir como a cualquier edad".
La forma de ver la vida ha cambiado mucho. El poso con el que llegan ahora las personas a la vejez no tiene mucho que ver con el de sus padres. "Los jubilados actuales ya vienen de otra cultura. Se casan y se divorcian. En 2009, contrajeron matrimonio 4.400 parejas mayores de 60 a?os, por ejemplo", dice Gerardo Hern¨¢ndez. Ese mismo a?o se divorciaron casi 12.000 personas mayores de 60. "Hay que tener en cuenta que los que ahora tienen esa edad vieron con 30 la legalizaci¨®n del divorcio, han vivido con ello", recuerda Hern¨¢ndez.
Garrig¨®s, de Canal Sur, sabe por la experiencia que le ha proporcionado su programa que "los mayores son ahora mucho m¨¢s independientes". "Nos encontramos con personas de 90 a?os que tienen muy claro que quieren hacer su vida".
Bodas de g¨¦nero
Los estereotipos sociales tienen un fiel reflejo en las cifras. Est¨¢ mejor visto que los hombres mayores se emparejen con mujeres j¨®venes que al rev¨¦s. Estos son los datos de 2009, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE):
- Se casaron 7.072 hombres mayores de 60 a?os. De ellos 1.684 (23,8%) lo hicieron con mujeres de 44 a?os o m¨¢s j¨®venes.
- Ese mismo a?o contrajeron matrimonio 2.213 mujeres que ya hab¨ªan superado los 60. En este caso, solo 101 de esos enlaces (4,6%) fueron con parejas de 44 a?os o menos.
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